Mis queridos lectores: me ha vuelto a pasar algo extraño que me ha hecho considerar que, verdaderamente, mi memoria está bastante tocada, afectada, machacada, demolida. Tenía en mi biblioteca "París no se acaba nunca" de Vila-Matas y estaba absolutamente convencido que la había leído e, incluso, me acordaba de ciertos pasajes del libro. Aprovechando que estaba decidido a pasar un fin de semana en París, me dije, tate, tate, Sorokin, relee un poco el libro en cuestión. Pues bien, no. O no la había leído o, como digo, mis facultades recordatorias (valga el palabro) están hechas un mocho. No me acordaba de nada, y los pasajes que me rondaban en la cabeza son, probablemente, de otro libro suyo, tal vez "Doctor Pasavento" o "Lejos de Veracruz" (eso sí me extrañaría).
Total, que me armé de ganas, me senté en mi terraza con una copa de Laurent Perrier (hay que cuidarse) y me puse a leerla:
El libro me ha gustado mucho. Vila-Matas cuenta sus aventuras cuando se fue a vivir a París para hacer sus primeras armas como escritor:
Enrique Vila-Matas
Cuenta una serie de aventuras, sucesos, anécdotas muy entretenidos, en un lenguaje claro, muy fácil de seguir sin agobiarse. Vivió en una buhardilla que era, ni más ni menos, que propiedad de Marguerite Duras, con la que salvando la diferencia de edad, tuvo una buena amistad. La Duras, en esos años (principio de los setenta) ya era una escritora famosa:
Marguerite Duras
Vila-Matas estaba convencido que se parecía a Hemingway (o eso cuenta) e intenta seguir las aventuras que el bueno de Ernest contó en "París era una fiesta". Por lo menos siguió sus pasos frecuentando los mismos bares y liando amistades con gentes de la farándula literaria. El libro está estructurado, a ratos, como una serie de conferencias y relatos, algunos muy divertidos, como la amiga que intentó matarle, según cuenta, que le animó a que se tirara de la Torre Eiffel cuando tenía una buena dosis de ácido en el cuerpo. Interesantes, los consejos que le da la Duras para que triunfe como escritor: le da una hoja con instrucciones que no tienen desperdicio. Dice;
1) Problemas de estructura. 2) Unidad y armonía. 3) Trama e historia. 4) El factor tiempo. 5) Efectos textuales. 6)Verosimilitud. 7) Técnica narrativa. 8) Personajes. 9) Diálogo. 10) Escenarios. 11) Estilo. 12) Experiencia y 13) Registro lingüístico.
La verdad, es que como instrucciones son muy buenas, aunque alguna como lo de "registro lingüístico" es un poco oscura.
Las aventuras en París, no me son desconocidas, porque vuestro amado bloguero (que soy yo, ¿a poco no?) fue estudiante en París. Viví un año entero, en los tiempos que París era París y no un parque temático para turistas americanos, japoneses, chinos, etc. Cierto, que, como estudiante, con una beca del Gobierno francés, tenía para comer, viajar en Metro, e incluso verme todas las películas de arte y ensayo y comprar libros en alguna librería del barrio latino.
Pero, en fin, en este viaje, mi objetivo principal (aparte por supuesto de callejear al buen tuntún), era intentar ver los destrozos que el incendio había hecho en Notre Dame. Esta es la foto más antigua que tengo de la catedral, vista de frente. La foto data de los años ochenta.
Esta otra foto, del año 2000 está tomada por detrás. Podéis ver el ábside y la famosa aguja de Violet le Duc, que ha pasado a mejor vida.
De los años ochenta, también es esta foto del famoso rosetón oeste, que, menos mal, parece que se ha salvado. Los efectos de luz, una tarde de Noviembre, con el sol poniente, mientras sonaba el órgano, han sido una de las mayores experiencias místicas que servidor ha experimentado:
La verdad, dan ganas de llorar al ver como está la iglesia ahora. No se puede entrar así que la foto está hecha desde fuera:
Pero bien, una vez que ya hemos llorado, os voy a contar más cosas. En Montparnasse, Estuvimos dudando si ir a calmar nuestro voraz apetito al "Select":
O a "La Rotonde". Nos decidimos por éste último. No es barato, no, pero es uno de los clásicos de Montparnasse:
Por lo menos, tiene muchos cuadros de Modigliani por las paredes y la comida no es mala.
Como consejo, si vais a París, no dejéis de dar una vuelta por St Germain de Près. Siempre está animado. Podéis pasar por "Le Procope":
O visitar el mercado de domingo en la rue de Buci:
También podéis callejear por la Isla de San Luis, la Meca de todos los artistas que tienen dinero para comprarse un apartamento en la zona más codiciada de París:
Un bar en la Isla de San Luis
Ya sé que lo sabéis, pero os recuerdo que la isla de San Luis es totalmente peatonal. Bueno, no, tras la invasión de patinetes semovientes motorizados te puedes topar con alguno de esos ingenios diabólicos. Pero en fin, que no hay coches:
Como curiosidad para terminar, os dejo una foto de un edificio altamente singular en la rue Cambronne. ¿Tendrá que vivir de perfil la gente?
El fin de semana estuvo muy animado. La policía iba veloz (se supone que persiguiendo chalecos amarillos, de los que no vimos ni uno) ante la indiferencia del personal:
No he leído nada de Vila-Matas, siempre acaba dándome un poco de pereza, pero tus fotos de París me han dado muchísimas ganas de volver, ¿te pilló la ola de calor mortal o volviste justo antes?
RépondreSupprimerVuelve. Siempre nos quedará París. Vivo a 250 Km y, a pesar de eso, no voy todo lo que debería ir. No sé, es algo diferente, es magia pasear por su calles aunque, a veces tengas chascos, como esta vez, que intentaron robarme la cartera en el Metro. Pues, con eso y todo, París no se acaba nunca, como dice Vila-Matas
SupprimerTampoco he leído a Vila-Matas. ¿Cuál sería el mejor libro para empezar? Ays, París... Estuve de pequeñita así que apenas la recuerdo. Ya es hora de volver.
RépondreSupprimerBesotes!!!
Hola Margari. Para empezar con Vila-Matas, yo creo que este mismo es un buen libro. Es ameno, entretenido y fácil de leer.
SupprimerBesotes
¡Hola Sorokin! Yo he estado en París dos veces y me encantaría volver una tercera. Me suelen gustar los libros ambientados en esa ciudad, los suelo disfrutar.
RépondreSupprimerA mí también me pasa lo que te ocurrió a ti y en los dos sentidos: a veces pienso que un libro no lo he leído, me pongo a ello y todo me suena, lo he debido de leer. Y otras veces estoy convencida de haber leído un libro y según avanzo reconozco que no me suena nada, vamos que nunca lo leí. Es algo habitual entre los que llevamos toda una vida leyendo.
Ya vi la foto de ese edificio curiosísimo en tu instagram, si regreso a París creo que lo buscaré, me apuntaré la calle
Besos
Hola Marian. A mí me pasó una vez algo peor: le regalé dos veces a la misma persona el mismo libro, con una diferencia de varios meses. No me acordaba que ya se lo había regalado. Y luego, explícaselo.
SupprimerSi vuelves por París, el edificio en cuestión está en la rue Cambronne (Metro "Cambronne", en la línea Etoile-Nation)
Besos
Jaja, Sorokin, eso es peor aún. A ver cómo le explicas a esa persona que no te acordabas de ese regalo que le hiciste. Pero bueno, esas cosas pasan, a todos nos pasan
SupprimerSí, anoto la dirección por si acaso regreso a esa ciudad, ¡gracias!
Besos
Me quedé de hielo, sin poder articular palabra, esa es la verdad. Me acuerdo del título del libro. Eran los cuentos de Lord Dunsany, de Editorial Siruela. En fin, ya pasó.
SupprimerBesos
Interesante recomendación, lo meteré en listaa.
RépondreSupprimerTe gustará, Tracy. Me refiero al libro, París por supuesto. Gracias por la visita y el comentario.
SupprimerParis siempre perfecto para recordar y vivirlo, aún con Notre Dame en ruinas casi...
RépondreSupprimerPues sí, Concha, así es.
SupprimerBesos
Creo que alguien dijo: "¡Se suele olvidar tan rápido en París!", ...
RépondreSupprimerHola, Baile de Norte. No sé quién lo dijo, pero si lo que quería decir es que París te absorbe, te invade y te hace olvidar lo que hay fuera, es bastante cierto.
SupprimerAins... La Duras... Cómo me hubiera gustado conocerla... Pero bueno, tendré que contentarme con el huequecito que le amueblé hace ya mucho tiempo en mi corazoncito. En fin, ¿qué más quiere usted, señor Sorokin, que poder leer como si fuera la primera vez la novela de un escritor que le gusta? ¡Hay tantas novelas que me gustaría poder volver a leer por primera vez. París, que Víctor Hugo me perdone, es el gran agujero negro de mi universo viajero. Le tengo respeto. Siempre pensé que iría con alguien a quien amara y no se ha dado el caso. Se me resiste. Cuando tengo amor París no viene bien y París me pone ojitos cuando nadie me quiere. Empiezo a pensar que lo nuestro es imposible, espero equivocarme.
RépondreSupprimerAbrazotes.
Abandónese, Madame Dorothy, abandónese al encanto de París. Si tiene un amor, París lo acogerá como si fuera suyo. Si no lo tiene, no importa, París lo remplazará, con ventaja. Ya sé, tengo que admitirlos: parís es un amante muy difícil. A mí me ha intentado rechazar varias veces. En una ocasión, cuando yo vivía en Luxemburgo, me robaron el coche en la Puerta de Orléans. En otra, estrellé otro coche contra el pretil de un puente en Issy les Moulineaux. Me han intentado robar la cartera dos veces: la última, en este viaje. Pero yo me resisto, yo sé que es El un gruñón, pero nuestro amor es indestructible.
SupprimerOh, todos los amores que valen la pena son así.
Besotes
Qué suerte, yo estuve el finde después con un tiempo horroroso, aunque siempre es tan disfrutable, París. Umh, como te comenté, me gusta Vila-Matas, me gusta las terrazas soleadas y adoro el Laurent Perrier.
RépondreSupprimerTomo nota del libro, adoro la literatura testimonial, los diarios...
Saludos
Siento que te tocara el fin de semana malo, Claudia, pero, como dices, París siempre es disfrutable.
SupprimerSaludotes
Muito obligado, Gir Leiteiro
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