lundi 2 avril 2012

Dónde -y cómo- comer mejillones en Bruselas


 Pues bien, queridos amigos y demás gente que me escucháis, siguiendo con mis consejos, reseñas, trucos, lugares, enseñanzas y otras zarandajas sobre la vida en Bruselas, hoy he tenido una iluminación repentina y me he dicho... pero, Sorokin, cachondete, como es que tras casi cuatro años escribiendo esta tontuna de blog todavía no has contado nada a tus lectores reales o imaginarios (me encantan los lectores imaginarios) sobre el plato nacional belga. Yessir, los mejillones. Eso es así: los "moules frites" son considerados por todos los habitantes de este país como la representación más genuina de la cocina belga, pero ¡ah, queridos y respetados lectores! todo tiene su rito, su conocimiento y su liturgia que os desvelaré algunas líneas más abajo (si tenéis paciencia de leer, caray, y no os limitáis a ver las fotos y pasar a otra cosa).

Cierto que hay mejillones en España y muy buenos -de hecho, los mejores, más gordos y más coloradotes-, y que hay mil maneras de hacerlos. Y si no, podéis leer el blog del gran Apicius que tiene toda una serie de recetas dedicadas a los mejillones, pero aquí, son otra cosa. son algo así como la tortilla de patatas en España o la choucrout en Alsacia. No son platos muy sofisticados, pero todo el mundo los sabe hacer y siempre se discute sobre quien los hace mejor en el entorno familiar o en qué bareto te los dan mejor etc.

Si caéis por Bruselas por cualesquiera razón que sea, o si ya arrastráis vuestros sufridos cuerpos por la capital de Europa, seguro que alguien os dirá que los mejillones hay que ir a comerlos a Chez Léon, al ladito de la Grand Place:





Bueno, pues no. Vale que está muy bien situado, está lleno de turistas -sobre todo españoles y japoneses- tiene ambientillo, manteles a cuadros en las mesas y todo eso, pero si queréis comer mejillones de verdad, abstenéos, ¡Oh pecadores!. En fin si es por conocerlo podéis ir, pero sólo una vez (no os quedarán ganas de volver) Es caro, y la calidad lleva en sistemática caida bastantes años. Pero en fin, oye, allá vosotros que, como se dice en francés, sois adultos y estáis vacunados. Además, como decía no sé quién, si no conocemos lo mediocre, ¿cómo vamos a valorar lo bueno?

 Si no queréis alejaros mucho del centro, de la Grand Place y de la Bolsa, podéis ir al Pré-Salé, que está en la rue de Flandres, cerca de la Place St. Catherine. Los precios tampoco son una bicoca (estoy hablando de 21 euros por el kilo de bivalvos mejillonáceos), pero la atención es buena y los mejillones tambien. Por cierto, que no os la den con queso en ningún sitio, la ración estándar es un kilo de mejillones, porque hay sitios donde el precio es sorprendentemente bajo y luego te dan medio kilo, así que ojo. Leeros la letra pequeña.



Ya empezamos a habler de cosas serias si nos vamos alejando del centro y nos metemos en la Chaussée de Louvain. En un barrio más bien deprimido y bastante descascarillado está "La bonne humeur". A pesar de ese aspecto que veis en la foto, os puedo asegurar que dan unos mejillones de campeonato. Las patatas fritas también son excelentes.


Pero, en fin, os voy a contar el secreto mejor guardado de Bruselas. Los mejores mejillones los he comido en "la Terrasse", en el barrio (la Comuna, vaya) de Schaerbeek . Sorprendente, porque el patrón es turco y el cocinero es francés, pero son los más belgas de todos los mejillones belgas. Con su caldito con apio, sus inmejorables patatas fritas (los mejillones de la foto de cabecera son los de "la Terrasse"). Por cierto, el truco consiste en que, a medida que vas vaciando la cacerola, vas echando las patatas en el caldo. Delicioso (hay amigos que me dicen que es que me estoy volviendo belga). ¡Y sólo a 17 euros la cacerola de un kilo! Pero ¡ay!, la felicidad no puede ser eterna: sólo hacen mejillones el primer viernes y sábado de cada mes.

(Nota de Abril 2016:

La última información es que el patrón de "la Terrasse" ha decidido echar el cierre)



Ya os he contado un par de cosas importantes para comer mejillones como un belga: que te los sirven en una cacerola de un kilo, que llevan un caldo de  apio y vino blanco y que las patatas fritas hay que mojarlas en ese caldo. Ahora, os contaré otra cosa para que no quedéis como paletorros cuando vayáis a comer los moules en Bruselas. ¿Os habéis preguntado por qué aquí se sirven con sus dos valvas, mientras que, en general, en España se sirven solo con la valva inferior? Ahhhh, pues os lo explico. En primer lugar, debéis vaciar un mejillón o pescar uno que ya esté en la cazuela sin bicho (cosas que pasan). Acto seguido, con la mano izquierda (oye, si sois zurdos, pues al revés), cogéis una concha llena. Bueno, amigos argentinos NNNOOO, no es lo que estáis pensando, que os oigo telepáticamente echando risitas malévolas. Ustedes "agarran" la cáscara del bicho. Y todos, americanos y europeos, lo hacéis así:
 Con la otra mano, cogéis la concha vacía (¿otra vez las risitas?) y la utilizáis como una pinza, abriendo y cerrando las dos valvas con el índice y el pulgar:
Con esa improvisada pinza, sacáis al bicho de la otra concha y os lo lleváis a la boquita. Y así hasta acabar la cacerola. Fácil ¿eh? pues venga, ya podéis ir ensayando la próxima vez que comáis mejillones.

Y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las ocho. Os voy a dejar que no he cenado. No tengo mejillones, pero me voy a empujar unas lentejas gloriosas. Ya os contaré.

Besotes

Actualización de Septiembre 2013

Pues bien, mis queridos amigotes, el tiempo pasa, y aparte de rellenar nuestras pieles de surcos como decía Shakespeare en un famoso soneto -que no os voy a copiar aquí, que bastante tenéis ya con el rollo que os estoy metiendo- nos enseña, nos educa y nos descubre cosas nuevas y más vale así, que si no es que nos hemos quedado hechos un pingajo. Total que, vale ya de rollo Sorokin, he descubierto un sitio nuevo para comer mejillones. Tan popular se ha hecho, que no quiero dejar a mis amigotes en la inopia. Ello no quiere decir que reniegue de los restaurantes de los que os he hablado antes, simplemente lo añado.

Se trata de "le Zinneke", tambien situado fuera del centro de Bruselas, en Schaerbeek, pero vamos hay un tranvía que pasa justamente delante.



Se presenta como "el templo del mejillón". Y verdaderamente, tiene un montón de formas de cocinarlos. 69, sin ir más lejos. Y como veis en la carta, la 69 lleva el significativo nombre de "mejillones eróticos"



La verdad es que a mí, lo que me picó la curiosidad fue el número 44 que se supone que son mejillones "a la vasca". Yo soñaba con los tigres de la calle Iturribide, pero no. Como aquí veis, la base es una preparación a la belga a la que le han añadido tomate y pimiento picante. No estaba malo, no. Y los mejillones son de categoría, bien gordotes:




En fin, bien, para los que les gusta arriesgarse, bien está, pero como decían mis acompañantes, un mejillón en Bélgica, hay que comérselo a la belga.

Como postre, os podéis pedir unos "cuberdons" (es el único sitio que he visto que los tengan). Es un bombón típico de la región de Tournai, relleno de frambuesa. En el Zinneke lo ponen con helado de frambuesa hasta formar una especie de ¿de qué? admito propuestas



Y venga, dejo de daros la brasa. Un nuevo besote un año después.

dimanche 18 mars 2012

Una casa encantada: La "Maison Autrique"


UNA EXCURSION EN BARCO. LA PRIMERA OBRA DE VICTOR HORTA. EL "ART NOUVEAU" EN BRUSELAS. LOS FANTASMAS DEL LAVADERO. UN BUEN TÉ PARA TERMINAR TAN EMOCIONANTE JORNADA.


La historia empieza en Punta del Este, Uruguay, en un barquito que iba desde el puerto hasta la isla de Lobos, como ya os conté, ¡oh, queridos amigos! en una entrada de esta especie de simulacro de blog. Podéis releerla si eso os da un gusto y placer adicional en esta lluviosa mañana de Domingo pinchando aquí. Mientras el barquichuelo saltaba entre las olas del Atlántico austral, entablamos conversación con una pareja mexicana que sentábase al lado. Al saber que veníamos de Bruselas, nos contaron que él, era descendiente de la familia Autrique, de Bruselas y nos hablaron de la casa que había sido la casa familiar a principios del siglo XX. Una casa emblemática que había sido restaurada recientemente y para cuya inauguración habían invitado a todos los descendientes de la rama familiar, incluídos ellos. Oye, yo puse cara de enteradillo, aunque era la primera vez que oía hablar de tal casa, pero tomé en lo más profundo de mi interior la decisión de ir a visitar la casa en cuanto volviera a Bruselas. Bien. Ha pasado un año y medio, pero diversos sucesos, eventos e inconvenientes, entre los que hay que listar (¡qué remedio!) la Sorokinesca pereza estructural que me acosa desde mi más tierna juventud, me han impedido cumplir mi autopromesa hasta la semana pasada. Pero, al fin, ¡lo hice, lo hice! la he visitado.


La casa está en el número 266 de la Chaussée de Hatch, en la comuna de Schaerbeek, en Bruselas. Una comuna que se ha degradado bastante en los últimos años, pero que todavía conserva zonas nobles, como la Avenida Luis Bertrand que podéis ver al lado de la casa Autrique en la foto de Google.

La casa es la primera obra seria de Victor Horta, el arquitecto más famoso de Bélgica, a quien podéis ver aquí, reflexionando sobre que horterada (no escandalizarse, please, "horterada" en el sentido de obra de Horta) iba a acometer en los próximos minutos.


Horta fue el rey del "Art Nouveau" a principios del siglo XX y su obra es conocida y admirada en todo el mundo mundial, pero no fué el único arquitecto de la época que se dedicó al tema en Bélgica. De hecho, Bruselas, una ciudad rica en aquellos entonces, fué considerada como la capital mundial del Art Nouveau. Lamentablemente, al paso de los años y el paso de las modas, muchas de las obras de Horta fueron machacadas y destruidas, para construir mamarrachadas supuestamente "modernas", como el edificio que aparece en el dibujo precedente: la "casa del pueblo", sede del partido socialista, que fue demolida en 1947 para construir un edificio sin gracia ni cachet. Eso sí que fueron, realmente, horteradas en sentido peyorativo.


Pero bien, a lo que voy, que el otro día fuí a visitar la casa Autrique, restaurada en 1998 con un gran respeto por la idea original. Se puede visitar de miércoles a domingo y la entrada cuesta seis euros, pero vaya, bien empleados están. La recepción (en la foto) ya tiene un toque misterioso, medio en penumbra. Y eso que fuera hacía un sol magnífico (magnífico para Bruselas, quiero decir, claro)



La escalera con un vitral art nouveau, es en cambio mucho más luminosa.



 La cocina en el semisótano. Dan ganas de ir a hacer algún guisote con esa maravilla de utensilios históricos.


El dormitorio, en la primera planta. Parece que sus dueños se están preparando para ir a la cama, con ese camisón estratégicamente puesto encima del lecho conyugal.



El desván de la casa está poblado de fantasmas. Os aconsejo si váis a visitarlo que os preparéis para importantes emociones. Bien, para empezar os diré que yo filmé un video en el cual aparecen los fantasmas, pero mi vídeo, y no es broma, ha desaparecido, tragado por Google. ¡Oh, my God! En cuanto publique este bodrio voy a volver a buscarlo y, si reaparece, lo pondré.

Mientras, para terminar tan interesante día, podéis ir a tomar un té a un salón de té que acaba de abrir en la Avenida Luis Bertrand, al ladito mismo de la casa Autrique. Bueno, yo tomé un café (descafeinado, que si no, no duermo), pero tienen muchas clases de té. A destacar una magnífica tarta de zanahoria, con un toque de canela que me hizo resucitar.




 Bueno, os dejo, que voy a buscar mi vídeo. Un besote


¡¡¡He encontrado el vídeo!!!. Los fantasmas han decidido que querían aparecer en público. Aquí os dejo con ellos.

mercredi 7 mars 2012

Bruselas insólito: La capilla de María la miserable


Mis queridos amigos, contertulios, blogueros, no-blogueros, colegas, parientes, primos, compadres, comadres y demás miembros de la especie humana que pulula por este mundo de los blogs: en vista de que en los últimos tiempos vuestro bloguero bien amado (o sea, un servidor, que hay que decíroslo todo) está bastante estático y poco viajero, me he decidido a hablar un poco más sobre Bruselas, la ciudad en la que mis húmedos huesos se arrastran por calles, veredas, parques, aceras, pasos de peatones y vagones de metro. Así es que hoy os voy a hablar de la capilla de María la miserable, un lugar poco conocido de turistas y visitantes de aluvión; por donde no pasan esos autobuses que tienen un techo descapotado para disfrutar de la verdadera Bruselas y, en especial, de su lluvia.

La capilla está en Woluwé St Lambert, barrio bastante céntrico (en fin, en Bruselas nada está muy lejos del centro). Perdón, he dicho barrio aunque es una comuna con todo y su alcalde. Ya sabéis que Bruselas es una aglomeración de comunas, o por lo menos ya os lo expliqué en su día y no lo voy a repetir, leñe.

Nadie diría que se trata de una capilla de singular importancia vista de lejos. Está al ladito de un par de arterias bastante concurridas y a un tiro de piedra de la estación de metro Roodebeek, como podéis ver en el mapa de Google:


Además, está lo que se dice pegada a la brasserie Kwak. Luego, luego os cuento. Como quien no quiere la cosa, la capilla fué construida en el siglo XIV y según dicen los que saben de esto, es un ejemplar destacado del gótico brabanzón (suena bien, ¿a que sí?).

La leyenda reza que allá por 1320, la tal María vivía en una ermita en este lugar, que era un espeso bosque de hayas y robles (como debe ser un espeso bosque. Si fuera de chopos no sería espeso, digo yo). La singular belleza de la joven (tomen nota, mis amigos de la correcta expresión, en vez de decir que estaba "como un pan", lo que quedaría vulgar en un relato tan serio como este) desencadenó los desenfrenados deseos del señor feudal de Craenem, quien le propuso que cometiera torpe coyunda con él (fino, ¿eh? tomen nota). La doncella negóse, ante lo cual, el despechado señor le tendió una trampa: se las arregló para introducir en la bolsa de la joven una copa de oro y la denunció a la justicia (no tengo ni idea de quién podría ser la justicia en aquellos tiempos). Total, que la pillaron, la condenaron y como castigo la enterraron viva tras clavarle una estaca en el corazón (eran bastante bestias, todo hay que decirlo). Cierto que es muy raro que estuviese viva tras clavarle la estaca, pero bueno, es lo que dice la leyenda. Podéis ver más detalles pinchando aquí. El señor feudal, arrepentido parece que se puso a hacer penitencia y acabó construyendo la capilla de marras (cuando lo que había que haber hecho es clavarle otra estaca a él y no digo donde)


A la entrada de la capilla hay una imagen de piedra de María, con un saco colgado. Se supone que es en ese saco donde le metieron la copa. El resto de la capilla no puede ser más sencillo, pero tiene un encanto especial. Cuando yo estuve, en uno de los pasados días de frío polar, la iglesiuca estaba solitaria y desprendía un aire algo irreal, con una luz gris entrando por los ventanales. Sobre el altar principal hay un tríptico de 1600 que cuenta la historia de la pobre chica:


Ya sé que me váis a decir que por qué no he hecho la foto más de cerca. Pues porque el altar estaba cerrado con una reja de madera (bueno, si es de madera no es una reja, cierto, pero no sé como llamarlo. Se admiten propuestas):


En la entrada hay otra imagen de la miserable María, con su saco y todo, y unas florecillas para honrar su memoria:


Bien, amigos, es una visita que tiene un toque mágico y evocador, sobre todo en un día como el que yo estuve, con el frío y el cielo gris plomizo cerniéndose sobre Bruselas. No os voy a decir que si venís a Bruselas sólo por unos días es una visita imprescindible, pero tiene su encanto, lejos de las hordas de turistas. Y si acaso os animáis, lo que podéis hacer luego es bajar unos metros por la calle Vandevelde e ir a la Brasserie Kwak, que está al lado mismo. Tiene buena carne a la parrilla y la cerveza de barril es Ciney rubia, que es una de mis preferidas:


Si por casualidad, ese día queréis pegaros un homenaje más elaborado (y bastante más caro, pardiez), el Molino de Lindekemale está a unos quinientos metros bajando por el Bulevar de Woluwé (no se ve en la foto de Google, pero no está lejos). En el Lindekemale no he estado nunca. Me he limitado a ver la carta de precios que tienen en la entrada y salir de allí corriendo con los pelos erizados. En fin, a lo mejor cuando me toque la Loto me animo.


Bueno, os voy a dejar. Creo que, por hoy ya os he dado bastante la brasa. Otro día os hablaré de algún otro rincón insólito. Ahí nos estamos viendo, como dicen en México.

dimanche 19 février 2012

Serge Gainsbourg, el último poeta maldito

Mis queridos e ilusionados lectores (a los desilusionados he pensado que es mejor no decirles nada, no vaya a ser que se cabreen aún más), hace como un año intenté escribir un post sobre Serge Gainsbourg. Estaba por entonces de moda por aquí y las emisoras de radio no dejaban de dar la brasa con sus canciones para conmemorar el veinteavo aniversario de su desaparición. Lo intenté, pero tuve serias dificultades para bajarme un par de vídeos de YouTube sin los cuales la entrada hubiera quedado bastante sosezna. Pero, mis queridos amigos, Sorokin ha avanzado técnicamente en conocimiento y sabiduría durante estos meses y ¡Oh fortuna, velut luna! con mi nueva versión del navegador me he bajado los necesarios vídeos (¡toma ya, YouTube, y tú que te creías el rey de todo el mundo!), entre los cuales, el más pertinente en estos momentos, que es el de la entrevista en la televisión francesa con Whitney Houston. Ya, ya os lo pondré más tarde, no séais impacientes, queridos lectores, que la impaciencia no es buena y puede llevar a errores tales como cortarse el dedo gordo del pié al intentar cortarse las uñas deprisa y corriendo.

 Gainsbourg fué en su día un provocador profesional, bebedor y ligón (vamos, lo que hubiéramos querido ser todos), quizá llamarle "poeta maldito" es un poco fuerte, porque como dice la Wiki, "un poeta maldito designa en general un poeta que... rechaza los valores de la sociedad, actúa de manera provocadora, peligrosa, asocial y autodestructiva" y, "en general muere antes de que su genio sea reconocido". Naturalmente, esto último no hay manera de aplicárselo a Serge, que bien que se hizo rico y encima se ligó a las tías más buenas que iba encontrando en su camino. Parece mentira, diablos, con esa narizota: Anna Karina, Juliette Greco, Brigitte Bardot, Jane Birkin y un largo etcétera. Uno de sus rollos más conocidos es el que tuvo con BB, para la que compuso la canción de la Harley Davidson, que os pongo en el vídeo siguiente, donde la Brigitte demuestra que está que se cae de buena, pero que como cantante saca una vocecita que parece un don Nicanor tocando el tambor:

Otra historia famosa es la que tuvo con Juliette Greco. Si la Brigitte le duró bastante, la Juliette, según cuentan, no le duró más que una noche. Lo suficiente para que Serge le compusiera "la javanaise", una de las canciones favoritas del público en general. Como no hay testimonio del rollo con la Greco, en el vídeo que me he bajado y comparto con vosotros, mis amigotes, Gainsbourg se la canta a su último amorcete, la Birkin:



Y bueno, ya está bien de teneros sobre ascuas, mis queridos amigos. Aunque supongo que muchos habréis visto esta entrevista que le hacen a Whitney Houston en presencia de Gainsbourg y las cosas que le dice Serge quien, sin duda está bastante cocidillo. Puede que algunos penséis que es un poco inconsiderado poner esto a pocos días de la muerte de Whitney, pero cuando veais con la cordura y el profesionalidad que se comporta ella ante las provocaciones de Serge, admitiréis conmigo que no tiene nada de malo ponerlo ahora, carallo.





Como habéis visto, el momento culminante es cuando Gainsbourg, claramente bolinga le dice "I want to fuck you" y Michel Drucker, el presentador de la tele francesa intenta quitarle hierro diciendo: "dice que eres muy linda". Gainsbourg insiste, esta vez en francés: "¡No!, he dicho que quiero foll..rmela". Algunos puede que piensen que estaba preparado todo el sketch, pero yo creo que no. No hay más que ver la cara de sorpresa de la Houston. En fin, no insisto, no sea que se me enfaden algunos.

  Bueno, os voy a dejar ya, que no he cenado todavía, pero os voy a dejar con una canción explosiva que le valió un montón de críticas en Francia, porque eso de tomarse "la Marsellesa" a coña no acabó de gustarle al público en general:



SERGE GAINSBOURG: "Aux armes etcetera..." "Entendez-vous dans les campagnes mugir ces féroces soldats. Ils viennent jusque dans nos bras egorger nos fils nos compagnes"(oid mugir esos fieros soldados en los campos. Vienen hasta nuestros brazos para degollar a nuestros hijos y nuestras compañeras)
Terrible el Sergio, no se mordía la lengua.

mercredi 8 février 2012

De cómo combatir la ola de frío con una "carbonade à la flamande" y unos buenos estremecimientos de miedo

 
Mis queridos amigototes (es lo más opuesto a "amiguitos del alma" que he podido encontrar), como todos lo estáis notando, en este mes de Febrero está toditita Europa congelada, y no sólo por las cosas que dicen la Merkel y el Sarko, o por la demostración palpable de que la justicia es igual para todos (como se ha visto en el caso Camps y el caso Contador), sino porque los termómetros se han puesto a echar unas carreras hacia abajo, que me río yo de las del IBEX35.

Para calentar vuestros  cuerpecitos y vuestras almitas, os traigo aquí un par de soluciones. Que no se diga que Sorokin no colabora para aminorar los efectos del cambio climático. La primera es... ¡cocinar!, yessir, cocinar y nada más ni nada menos que una "carbonade à la flamande" (que no sé cómo mil diablos se dirá en la lengua de Pérez Galdós (ya estoy harto de que Cervantes se haya apropiado del castellano, voto a bríos). La carbonade es uno de los platos belgas de toda la vida, pero indiscutiblemente, cae mejor con este fresquito que a 30ºC. Ya sé que os estáis pasmando... pero, pero... ¡Sorokin! ¿cómo te atreves a desvelar los secretos de la cocina flamenca? (de Flandes, no de Manolo Caracol). Pues así es, yo por mis amigototes, cualquier cosa.

Pues allá vamos: Necesitamos unos pedazos de carne de buey cortados en trozos medianos:



 Unas chalotas:


Una cerveza negra. Yo he puesto Chimay porque es la que tenía a mano y encima está de puturrú, pero cualquier otra (belga, por supuesto) podría valer:


Azúcar y harina:


 Y ahora, ¿Qué hacemos?... Quoi faire?. Pues bien, cogemos (mis amigos de América, deben "agarrar", no coger) una buena cacerola de fundición, derretimos unas pellas de mantequilla a fuego lento y doramos los trozos de carne por todos lados:



Cuando estén dorados, los sacamos y reservamos. Y ¡hale! metemos en la misma cacerola (es que es así como se hace, pero, además es la única que tengo de fundición) las chalotas cortadas en una parte fina y otra más basta, como en tiras (ya me entendéis, gañanes):


Cuando estén pochaditas, añadimos azúcar,  harina (yo lo he hecho a ojo de buen cubero, con lo que, sielos, tengo que admitir que la carbonada resultó un poco dulce), añadimos la carne y la cerveza y dejamos cocer a fuego lento un mínimo de una hora, hasta que la carne esté blanda:


El resultado final tiene que ser algo así:

 Vamos, que la carne tiene que estar con las fibras sueltas y blanditas y la salsa, bien espesa. Hay quien, al final de la cocción añade un trozo de pan tostado untado con mostaza hasta que éste de deshace.

Los belgas (por supuesto) la acompañan con patatas fritas. Yo me la comí a pelo (chulo que es uno). Para beber, lo mejor es usar una cerveza similar a la que has usado para cocinar, pero si quieres ¡oh desocupado lector!, puedes abrir una botella de un tinto con cuerpecito, como el de Toro o el Somontano. En fin, ya ahí no me meto. Ustedes veréis.

Y ahora, con vuestros estómagos contentos y satisfechos, podéis proceder a leer mi segunda recomendación... ¡Tiemble después de haber reído!  Yo he temblado bastante leyendo "I am legend" de Richard Matheson. Si os gusta el terror-ciencia ficción, no debéis perdérosla bajo ningún concepto. Si no os gusta, pues oye, el libro siempre queda bien en la estantería:


La desventuras de Robert Neville, el último hombre vivo sobre la tierra, en continua pugna con las fuerzas del mal y el vampirismo te acaban poniendo de los nervios. Todos los rayos de esperanza ("hope", "espoir", no Aguirre) que se le van abriendo, se cierran uno tras otro... Uahhhhhh, qué miedo. Vamos que me la he devorado (nunca mejor dicho) en un par de días.

Y para acabar, os copio una hojilla de propaganda que recibí en mi buzón allá por Diciembre (es lo bueno de no tirar nada). A ver si descubrís qué buque proponen:



Y nada más por hoy, abrigáos bien y ya me contaréis si habéis llevado a cabo mis recomendaciones. Un besote

vendredi 27 janvier 2012

LEONORA por Elena Poniatowska


Mis queridos amigos (renuncio a usar otros términos, no vaya a salir el de "amiguitos" que tanto ha dado que hablar estos dias), estoy seguro que me estábais echando de menos. Lo sé. Bueno, tambien es posible que respirárais aliviados, libres de los plastazos de Sorokin durante casi un mes. Pues la habéis liado, porque aquí estoy, de nuevo a la carga. La verdad es, que como no tenía grandes cosas que contar, salvo algunas soplatontunas, he preferido guardar un prudente silencio. Oye, que no se diga que hablo por hablar, como las cotorras. Pero me he dicho: ¡Sorokin! sal de tu marasmo, dí algo, tarugo. Entonces, me quedaban algunas opciones, como relatar viejas historietas o sucedidos; pero eso lleva un riesgo. Imagináos ¡Oh ilustres lectores! que me da por contaros lo buena que estaba la sopa "tarátor" (sopa de pepino y leche agria) que me comí la última vez que estuve en Sofia hace ya diez años... pues oyess, lo mismo vais a Sofia y ya no hacen tarátor, sino puritito McDonalds. O sea, opción descartada.

Así es que os voy a hablar de lo último que he leído, que eso siempre da de sí. Sobre todo si es un libro que me ha abierto un abanico de conocimientos que ¡oh, tarugo Sorokin! me eran más o menos ajenos. Como habéis visto en la foto de cabecera, se trata de "Leonora", por la Poniatowska. La conjunción de dos mexicanas de adopción. Descubrí el libro gracias a un post de Violeta, una gran bloguera, si bien un tanto irregular. ¡Violeta, vuelve! dinos algo. Confieso, que, al principio me lié entre Leonora Carrington, la protagonista del libro-novela de la Poniatowska y Dora Carrington, la escritora miembro del grupo de Bloomsbury, amiga de Lytton Strachey, Virginia Woolf, etc. Pronto salí de mi error tras devorar ansioso el libro de Elena Poniatowska, que se lee como un rayo, a pesar de lo grueso que es. Admito que, al principio, la Poniatowska me ponía un poco nervioso, porque escribe como habla, y habla en mexicano. Eso, para un castellano parlante puede ser algo incómodo. Ni Carlos Fuentes ni Octavio Paz, ni Juan Rulfo escriben tan "en mexicano". La razón tal vez sea que la Poniatowska no es mexicana de nacimiento, sino de adopción. En fin, ahí queda el guante lanzado para que alguien opine (si quiere, claro).

Pero lo fascinante es lo que cuenta, y lo cuenta de forma fluida, entrelazando diálogos, narraciones, realidad, ficción. La vida de Leonora Carrrington es, en sí misma una aventura. Hija del dueño de Imperial Chemical, abandonó su casita de lujo y se largó a París con los surrealistas. Fue compañera de Max Ernst, huyó de Francia durante la ocupación; llegó a España, donde enloqueció y la encerraron en un manicomio en Santander. De ahí pasó a Lisboa y, casada con un mexicano se fue a Nueva York donde se relacionó de nuevo con todos los surrealistas: Breton, Buñuel, otra vez Max Ernst. Se fue con su marido a México, donde se aburrió a morir sin sus amigotes, hasta que hizo nuevas amistades con la española Remedios Varo, se casó otra vez con un fotógrafo compañero de Robert Capa, y se hizo conocer como pintora. No congenió ni con Frida Kahlo, ni con Diego Ribera ni con ninguno de los muralistas mexicanos. .... Ello trae a colación un asunto que ya discutí hace un par de años cuando publiqué una nota sobre la exposición de Frida Kahlo en Bruselas: y la polémica subsiguiente con un par de amigos que se preguntaban si Frida no hubiera sido la pareja de Diego Ribera, y éste, un destacado miembro de una cierta izquierda, ella hubiera tenido la misma resonancia mundial. No voy a discutir los méritos de la Kahlo, a la que todos los mexicanos adoran y yo también (faltaría más), pero os dejo con un par de obras de la Carrington para que podáis comparar:



Es evidente que mientras que el mundo de la Kahlo tiene sus raices en el indigenismo y en su sufrimiento, la de la Carrington refleja sus raices europeas y un mundo interior casi enloquecido. También, para comparar, os pongo un par de pinturas de Remedios Varo, su gran amiga, que murió en 1963:

Ya me diréis qué pensáis. Pero no os perdáis el libro de la Poniatowska, vale la pena. Ahora me siento triste y desvalido porque me he quedado sin lectura

mardi 3 janvier 2012

Algunos consejos para sobrevivir la Navidad en Madrid




Queridos amigotes, amagotes, amogotes y otras maravillosas y pacientes gentes que tenéis el valor de leer las tontunas que mi mente me dicta de cuando en vez (de "vez en cuando", que viene a ser lo mismo, pero al revés). No sé si he tenido la delicadeza y la buena educación de contaros (y si no, pues ahí me disculpáis, que todos cometemos fallos) que he estado en Madrid unos días. Yesss. He ido para testimoniar el sorteo de la Lotería y cobrar mi parte. Lamentablemente, alguien ha decidido dar mi parte a otras gentes y dejarme a mí con dos velas. Ea, es la vida. Como dicen por aquí, "Le malheur des uns, c'est le bonheur des autres". Bien, pero pues ya estuvo.

Me he vuelto el día 28 porque me habían dicho que la nueva alcaldesa, una tal Botella (no Pepa, no, creo que Ana) iba a mandar a la policía casa por casa para ver si teníamos alguna imagen bendita, como del Sagrado Corazón y así, entronizada en nuestro salón y que, si no, nos iban a expulsar de Madrid. Total, que antes de que me sometiera la Santa Inquisición Botellera a un auto de fé, tomé las de Villadiego y me volví a Bruselas.

Ello, no me ha impedido tomar nota de algunas cosas que pueden ayudar a sobrellevar las duras vacaciones de Navidad en la Capitáh der Reino. Y aquí paso a detallároslas:

1) ¿Por qué no dejar la cena del 24 para otra fecha menos agobiada? ¿Eh? Que si crisis que si no, tooodas las pescaderías, las carnicerías, los grandes almacenes estaban rebosando gente comprando como locos el día 24. No se podía ni andar por las calles. Yo había prometido a mi bola (veracruzanismo por palomilla, pandilla, NDB -nota del bloguero-) que iba a cocinar una lubina estilo Apicius. Visité no menos de cinco pescaderías, donde los pobres peces estaban a cual más caro. Algunos, como el de la foto, claramente difuntos (véase la opacidad del ojo)



En fin, encontré una a un precio razonable en el último minuto, pero la próxima vez, hago la cena el 26. Y si no, ved como estaba la pescadería de El Corte Inglés el día 26 de Diciembre, vacía de gente, mientras que el 24 había colas de una hora:


2) No dejéis la compra de lotería para el ultimo minuto

Ya sé que para todos mis amables y amados lectores de fuera de España, esto puede parecer chocante, pero, en Navidad, toda Ejjjjpaña se vuelve loca comprando lotería. Eso es así. Es como las tormentas de otoño, las lluvias de Abril, el acné a los quince años o "los peces en el río" en los Grandes Almacenes por Navidad. Si no lo hacéis así, deberéis soportar grandes colas:



3) Ni se os ocurra ir a Casa Labra a comer uno de sus famosos pinchos de bacalao a eso de las dos de la tarde:



Casa Labra, al laíto de la Puerta del Sol es donde se supone que Pablo Iglesias fundó el Partido Socialista hace ya un chingo de años. Hoy lo que dan son unos fabulosos pinchos de bacalao, tiernos, sin espinas, rebozados, una delicia, pero mejor ir en otro momento, no a las dos de la tarde de un día de vacaciones.

La propuesta alternativa es que vayáis a "La Trucha", cerca de la Plaza de Santa Ana. Otro sitio de toda la vida, pero menos agobiado:






Y ya me vale. En fin, si queréis ir por la tarde a algún sitio especial, os puedo recomendar el Geographic Pub. Estuvo de moda hace unos años, pero ahora está un poco olvidado. De todas manera está agradable para tomar una cervezota y ver la fascinante decoración, como de un museo de viajes exóticos:





Y si os apetece un restaurante étnico. podéis ir al INTI de oro, donde hacen bueeeenos ceviches:



Vale, amigotes. No os voy a contar nada más, salvo que si conducís, hay bebidas que pueden ayudaros en vuestra penosa tarea:




Feliz año 2012 a todos. Me han dicho de buena tinta que eso del fin del mundo es una intoxicación difundida por el Club Bilderberg en combinación con los fabricantes de ataúdes y confesionarios, así que, pelillos a la mar.

Os dejo con una imagen insólita. Un afilador. Hace como la tira de años que yo no veía uno. Antes iban con un carrito y una ocarina. Éste iba con una moto y no tenía ocarina.

Un besote a todos. FELIZ AÑO NUEVO


mardi 13 décembre 2011

Inland Empire


Hallábame yo el pasado sábado, queridos amigos (Uy, la primera vez me había equivocado y había escrito "amagos". Ustedes me perdonéis, mis amigos, vosotros no sois amagos, fué un involuntario desliz de mi dedito), decía que el pasado sábado paseaba yo por la Rue Neuve tratando de abrirme paso entre una espesa muchedumbre. Acababa de salir de la Academia St Josse, de mi sesión matutina de acuarelaje y hacía solecito, así es que me lancé a la calle con firmeza y decisión, tratando de sortear compradores, paseantes, falsos sioux tocando la quena, cochecitos de bebé, raperos, guardias, mendigos, adolescentes gritones y toda esa fauna urbana que llena la Rue Neuve un sábado.

Cuando ya no pude más, me refugié en la FNAC. Siempre se encuentran cosas interesantes ahí; ya libros, ya música, ya vídeos (o sea, DVD's, caray, que eso de los vídeos ya es más antigualla que los zootropos). Y ¡zas!, mientras hurgaba en los DVD's rebajados me encontré de manos a boca con "Inland Empire" de David Lynch. Por diez euritos. Mi espíritu lynchino saltó al verlo y me lo apropié acto seguido (tras pagar, oigan, tras pagar los diez euros). Me lo llevé a casa con unción, me serví una copaza de Ramée rubia (otro día, otro día os hablaré de esa fantástica cervezota), unté unas galletitas con bolitas rojas de falso caviar de salmón, me senté en el sofá, y me dispuse a disfrutar de la única peli de Lynch que no había visto.

Soy consciente de que la película ha tenido malas críticas y muy buenas críticas. En general, las primeras suelen venir de los anti-Lynch de toda la vida y las segundas, de los Lyncho-talibanes que se tragan todo lo que cuenta el maestro sin pestañear.



Para empezar a mojarme, os diré que es uno de los films más Lynch de todos los que he visto (en fin, supongo que conocéis "Eraserhead". Ese tampoco era triste). He leído post-peli un montón de críticas de uno y otro lado y no he encontrado ninguna que dé con la llave del film que es, sin duda mucho más confuso que "Lost Highway" y "Mulholland Drive", filmes que resultan cuentos infantiles al lado de éste. Lynch añadió leña al fuego (qué pícaro) diciendo que la película no tenía argumento, que la iba filmando según le venía, etc. Creo que no, que sí tiene argumento. Lo que pasa es que la peli se desarrolla en tres planos paralelos: la supuesta realidad (Laura Dern filmando una película), lo que pasa dentro de esa película, y un plano totalmente onírico, que puede ser lo que Laura sueña. Los tres se entrecruzan, se lían, nunca sabes si estás en uno o en otro. Acabas majareta.

Me gustó, claro, es de Lynch, pero acabé pensando que tres horas son demasiadas horas para tenerte hecho un lío. Creo que se ha pasado un pelo. Tal vez sea porque la ví en casa, no en una pantalla comm'il faut, tuve que levantarme un par de veces a por más cerveza y a desaguarla convenientemente, etc. Esas pausas se pagan. Sin embargo, ahora, rememorándola, considero que es muy buena. Tal vez no la mejor de don David (para mí, Mulholland Drive), pero muuuy buena.

Bueno, amiguetes, espero comentarios, contradicciones, incluso improperios de vuestra parte. Permanezco a la escucha. Y mientras, ahí va un video que he encontrado. Besotes