Bueno, a lo mejor no han sido cuarenta, pero han sido muchos, lo que parece que confirma que cada vez hace más calorcito. La verdad, queridos amigos, a mí me han parecido bien. Harto de que me riegue la lluvia belga, eso de que te levantes de mañanita completamente empapado en sudor, tiene su encanto y que luego remojes tus cansados huesecillos en una piscina, tras un buen café (la cerveza la dejo para por la tarde, que me ha dicho un brujo que no hay que abusar, aunque -pregunta- ¿dónde está el límite entre abusar y simplemente darse un gustazo? ¿eh?)
En fin, que he pasado el verano en San Luis de Sabinillas, pedanía (no sé si eso se dice así, me suena horrible, a ventosidad con todo y ruidete, perdón por la grosería de este vuestro bloguero favorito). Pero digo, que es que me cortáis a cada frase, pedanía de Manilva, en la provincia de Málaga.
Sabinillas es un pueblo de pescadores y de turistas belgas. Eso es así. Los pescadores, pescan, es lo suyo, peces voladores que luego tienden en los tejados. Los belgas pescan quemaduras al sol.
Hay cosas que no podéis perderos, amigotes, por ejemplo una ración de puntillitas (calamaritos), fritos a la andaluza. Los andaluces son maestros en esto:
Pero, en fin, servidor de todos vosotros/ustedes, no ha renunciado a la buena cocina casera, como hacer un lenguado a la plancha en la terraza:
Y aquí, este elemento haciendo algo que no se debe de hacer: comer arroz por la noche, y menos en Andalucía. Si son maestros de las frituras, en eso de hacer paellas no son genios. Todas les salen caldosas (bueno, esto era, supuestamente un risotto)
Parte de la juerga veraniega es ir en el día del turista a que te sirvan un vino de Manilva al lado de la playa:
Oh, buenas gentes, pero ¡ojo! no todo es pescado. En Estepona, a pocos kilómetros, a principios de Agosto hacen una feria del jamón ibérico. Para relamerse, de verdad:
Las fiestas y el alboroto, espetos en la playa y otras actividades espirituales, no han faltado, como la fiesta de la luna llena.
O la cabalgata de fin de la feria
Y bueno, visto que me voy a cenar, que ya estoy en Bruselas, mientras cae violenta tormenta en la calle,
Me han entrado ganas de comer de ver las fotos, ummmmm Lo de los 40ºeste año se ha repetido en varias ocasiones y ha sido para morir. En fin... el balance veo que ha sido positivo. Me alegro.
Gracias por tu comentario, Tracy. Sí, la verdad es que todo fue muy bien a pesar de "la calor". Como decía un amigo: hasta cuarenta grados es "la calor"; por encima, ya son "las calores". Menos mal que no hemos llegado a eso
¡Hola! Pues ya somos dos a los que no nos ha importado ese calorcito, y yo que pensaba que era la única rareza del planeta.... Me gusta el calor, vale que cuarenta grados (que sí los ha hecho en Madrid y más en Andalucía, algún que otro día) es demasiado, pero aún así, no le hago ascos (solo por el lado del cambio climático es por lo que no me gusta y por las muertes que el calor excesivo ha causado). No me gusta el frío, ni el invierno, me inactiva y amodorra. Veo que te lo has montado muy bien, como siempre. Es curioso eso de que veranees en Sabinillas, un lugar de turistas belgas y luego te vayas para Bélgica, jaja, me parece peculiar (al final, no te libras de estar rodeado de belgas en todas partes) Pues nada, que me voy a comer, que me ha entrado un hambre de ver tus imágenes... Besos
Hola Marian La verdad es que yo no sé si voy a Sabinillas porque hay belgas, o son los belgas los que vienen a Sabinillas siguiéndome. Pero vamos, lo de que solo hay turistas belgas es una exageración. De hecho, los que están allí de toda la vida son los gibraltareños, aunque ahora hay menos, a causa del Brexit aunque van poco a poco, otra vez volviendo. También hay muchos madrileños y sevillanos. Se les nota enseguida. Son los que más tarde comen y cenan. Besazos
Hola. Pues fíjate que los pescados voladores existen, pero yo solo los he visto volando por el Caribe, siguiendo a los barcos. En Sabinillas solo los he visto ya tendidos, como los de la foto. Además no sé cómo se comen. Ni en los restaurantes ni en las pescaderías hay. Muchas gracias por lo de las fotos. Sí, las saco yo mismito y por eso las firmo. Vamos, miento, en la que salgo yo comiendo arroz, no soy el autor, Y los vídeos me ha costado meterlos, los de Google no me dejaban.
pues sepa su excelencia, don Alfredo, que la lasitud como la llama su merced, es una característica esencial de las vacaciones. Ya lo dijo el Rey de Castilla al ver a uno de sus súbditos que volvían de vacaciones en la Vega de Pas: "Laso vienes de la Vega". Desde entonces, el nombre se transmitió de padres a hijos: "Lasso de la Vega". En Cantabria es muy popular
Pues mira, Sorokin, yo tampoco me quejo del calor, que ha sido mucho este verano. Porque no soporto el invierno, que me deja mustia cual florecilla sin luz, así que yo, con 40 grados y 70% de humedad, calladita. El sur... siempre el sur... La luz, el mar, las cervezas y los vinillos en las terrazas, las noches cálidas, los vestidos ligeros, los pies descalzos, esa gota de sudor que hace que te recorra un escalofrío, el olor a aceite de coco... El paraíso, vaya. Lo de secar los pescados es algo típico también aquí. Y las veces que he estado en islas griegas he visto (y degustado) el pulpo secado al sol. En realidad, en la costa lo secamos todo: los albaricoques, los higos, los tomates... Que no dan las mandíbulas para agotar las cosechas antes de que se pongan pochos. Lo de los arroces... Los mejores arroces (que no paellas) me los he comido aquí, en las islas, donde son un clásico, y en la zona de Alicante. los hacemos muy similares, sequitos, muy finos y con muchísimo sabor.
Me alegro de que hayas disfrutado de las vacaciones antes de regresar a la lluviosa Bruselas
Cierto, que el sur siempre será el sur, pero no menos cierto es que, aunque ahora Bruselas me ha recibido con lluvia y tormentas, este verano, me dicen que esto ha sufrido una invasión de sur, con treintaytantos grados y bochorno. Por lo menos, yo me he encontrado mis plantas chuchurrías, pobrecicas. Lo que no hay aquí es peces voladores secando al sol, pero sí he visto pulpos secando al sol en las islas griegas, aunque no me he atrevido con ellos. De los arroces de las islas tengo un magnífico recuerdo, en Menorca, en un restaurante que se llamaba "Es cranc". Un arroz con marisco impresionante, mientras fuera caía violenta tormenta. De los arroces de Alicante, qué te voy a contar. Desde Elche a Tabarca los he disfrutado a tope. En fin, que estoy en Bruselas, aquí, son los mejillones, que este año están muy buenos,
Yo siempre soy de quienes dicen que me gustan los 40 grados en verano, pero este año el que decida lo de los grados se ha pasado ;)) pero tres pueblos además :)) SAludos. (Bonitas fotos)
Tienes razón. Alguien se ha pasado res pueblos mandando grados a diestro y siniestro este verano. Veremos cómo se da el invierno. Saludos y me alegro que te gusten las fotos
Me han entrado ganas de comer de ver las fotos, ummmmm
RépondreSupprimerLo de los 40ºeste año se ha repetido en varias ocasiones y ha sido para morir.
En fin... el balance veo que ha sido positivo. Me alegro.
Gracias por tu comentario, Tracy. Sí, la verdad es que todo fue muy bien a pesar de "la calor". Como decía un amigo: hasta cuarenta grados es "la calor"; por encima, ya son "las calores". Menos mal que no hemos llegado a eso
Supprimer¡Hola!
RépondreSupprimerPues ya somos dos a los que no nos ha importado ese calorcito, y yo que pensaba que era la única rareza del planeta.... Me gusta el calor, vale que cuarenta grados (que sí los ha hecho en Madrid y más en Andalucía, algún que otro día) es demasiado, pero aún así, no le hago ascos (solo por el lado del cambio climático es por lo que no me gusta y por las muertes que el calor excesivo ha causado). No me gusta el frío, ni el invierno, me inactiva y amodorra.
Veo que te lo has montado muy bien, como siempre. Es curioso eso de que veranees en Sabinillas, un lugar de turistas belgas y luego te vayas para Bélgica, jaja, me parece peculiar (al final, no te libras de estar rodeado de belgas en todas partes)
Pues nada, que me voy a comer, que me ha entrado un hambre de ver tus imágenes...
Besos
Hola Marian
SupprimerLa verdad es que yo no sé si voy a Sabinillas porque hay belgas, o son los belgas los que vienen a Sabinillas siguiéndome. Pero vamos, lo de que solo hay turistas belgas es una exageración. De hecho, los que están allí de toda la vida son los gibraltareños, aunque ahora hay menos, a causa del Brexit aunque van poco a poco, otra vez volviendo. También hay muchos madrileños y sevillanos. Se les nota enseguida. Son los que más tarde comen y cenan.
Besazos
Hola! Que curioso eso de los pescados voladores😅😅 jamás he visto eso.
RépondreSupprimerUna pregunta sacas tú las fotos.? Son perfectas.
Gracias por el magnífico paseo
Hola. Pues fíjate que los pescados voladores existen, pero yo solo los he visto volando por el Caribe, siguiendo a los barcos. En Sabinillas solo los he visto ya tendidos, como los de la foto. Además no sé cómo se comen. Ni en los restaurantes ni en las pescaderías hay.
SupprimerMuchas gracias por lo de las fotos. Sí, las saco yo mismito y por eso las firmo. Vamos, miento, en la que salgo yo comiendo arroz, no soy el autor, Y los vídeos me ha costado meterlos, los de Google no me dejaban.
Se aprecia una cierta lasitud vacacional en los jocosos textos a los que nos tiene acostumbrados el señor Sorokin
RépondreSupprimerpues sepa su excelencia, don Alfredo, que la lasitud como la llama su merced, es una característica esencial de las vacaciones. Ya lo dijo el Rey de Castilla al ver a uno de sus súbditos que volvían de vacaciones en la Vega de Pas: "Laso vienes de la Vega". Desde entonces, el nombre se transmitió de padres a hijos: "Lasso de la Vega". En Cantabria es muy popular
SupprimerPues mira, Sorokin, yo tampoco me quejo del calor, que ha sido mucho este verano. Porque no soporto el invierno, que me deja mustia cual florecilla sin luz, así que yo, con 40 grados y 70% de humedad, calladita. El sur... siempre el sur... La luz, el mar, las cervezas y los vinillos en las terrazas, las noches cálidas, los vestidos ligeros, los pies descalzos, esa gota de sudor que hace que te recorra un escalofrío, el olor a aceite de coco... El paraíso, vaya. Lo de secar los pescados es algo típico también aquí. Y las veces que he estado en islas griegas he visto (y degustado) el pulpo secado al sol. En realidad, en la costa lo secamos todo: los albaricoques, los higos, los tomates... Que no dan las mandíbulas para agotar las cosechas antes de que se pongan pochos. Lo de los arroces... Los mejores arroces (que no paellas) me los he comido aquí, en las islas, donde son un clásico, y en la zona de Alicante. los hacemos muy similares, sequitos, muy finos y con muchísimo sabor.
RépondreSupprimerMe alegro de que hayas disfrutado de las vacaciones antes de regresar a la lluviosa Bruselas
Cierto, que el sur siempre será el sur, pero no menos cierto es que, aunque ahora Bruselas me ha recibido con lluvia y tormentas, este verano, me dicen que esto ha sufrido una invasión de sur, con treintaytantos grados y bochorno. Por lo menos, yo me he encontrado mis plantas chuchurrías, pobrecicas.
SupprimerLo que no hay aquí es peces voladores secando al sol, pero sí he visto pulpos secando al sol en las islas griegas, aunque no me he atrevido con ellos.
De los arroces de las islas tengo un magnífico recuerdo, en Menorca, en un restaurante que se llamaba "Es cranc". Un arroz con marisco impresionante, mientras fuera caía violenta tormenta. De los arroces de Alicante, qué te voy a contar. Desde Elche a Tabarca los he disfrutado a tope. En fin, que estoy en Bruselas, aquí, son los mejillones, que este año están muy buenos,
Besazos. Una alegría verte por el blog
Yo siempre soy de quienes dicen que me gustan los 40 grados en verano, pero este año el que decida lo de los grados se ha pasado ;)) pero tres pueblos además :))
RépondreSupprimerSAludos. (Bonitas fotos)
Tienes razón. Alguien se ha pasado res pueblos mandando grados a diestro y siniestro este verano. Veremos cómo se da el invierno.
RépondreSupprimerSaludos y me alegro que te gusten las fotos