Tengo que haceros una confesión, queridos lectores. Nada mejor para confesarse, que unos días en los que los moratones... Oh, perdón, los cardenales, están encerrados para elegir un nuevo papa. Así es que, haciendo acto de contrición, os confieso que desde los tebeos del Capitán Trueno, Crispín, Goliath y, sobre todo, la bella Sigrid (que tiene una gran parte de la culpa de que yo me haya exilado de la tierra que me vio nacer, buscando vikingas como un poseso), digo, que desde que dejé a tan ilustres gentes, no me ha interesado el cómic en demasía. No quiere ello decir que no haya seguido los cómics de Robert Crumb, las hazañas de Astérix o del Capitán Haddock. Pero nunca me puse a profundizar en el tema. De todas formas, tengo a mi capitán y sus congéneres guardando un estante de mi librería. Tintín me cae bastante gordo, pero Haddock es como mi "alter ego", ¡por todos los truenos de Brest!.
Hace unos días, leyendo un post de Not Hemingway Spain sobre el cómic en Valencia y, en general el cómic español, me dije... pero.. leñes, Sorokin, si Bruselas pretende ser la capital mundial del cómic, infórmate un poco, hombre de Dios. Así es que os vais a tragar (si tenéis ganas, si no, apagais y os vais a tomar unas cañitas en el bar de abajo) el resultado de mis pesquisas.
Para empezar, hay que decir que en Bruselas hay un auténtico culto al cómic, la "BD" (bande dessinée) como se dice en francés. Cualquier librería tiene una zona dedicada nada más que a los cómics. Esta foto está hecha en una librería de barrio (del mío, sin ir más lejos). No es una librería especializada, y, ya veis los estantes que tiene:
Siempre podéis encontrar en el rincón del cómic a alguien, generalmente joven, sentado en en el suelo y leyendo algo de lo que está en exposición. Eso dice mucho de la tolerancia bruselense (si hace eso en cualquier librería alemana, lo expulsan en un plis plas, y no exagero, que lo he visto con estos ojitos).
En Bruselas, además, los cómics están en la calle. En los años 80 Bruselas estaba sufriendo un proceso de lo que aquí se llama "bruselización" y que yo llamaría "madrileñización", destruyendo barrios enteros para edificar cosas "modernas", llevados por la fiebre constructora. Muchas paredes medianeras quedaron al descubierto. Otras medianeras estaban ocupadas por feos anuncios. Y en esto, ¡zas! llegó un concejal joven y propuso pintar con escenas de cómic todas las medianeras. Dicho y hecho. Se prohibió la publicidad en el entorno de la Grand Place y se empezaron los trabajos de los frescos murales. El más famoso es el que he puesto en la foto de cobertura. Está en la Rue du marché au charbon. En esa misma calle, prácticamente enfrente, está este otro:
Mi admirado capitán Haddock y el chiquilicuatre de Tintín están bajando una escalera al ladito de la Grand Place:
Para empezar, hay que decir que en Bruselas hay un auténtico culto al cómic, la "BD" (bande dessinée) como se dice en francés. Cualquier librería tiene una zona dedicada nada más que a los cómics. Esta foto está hecha en una librería de barrio (del mío, sin ir más lejos). No es una librería especializada, y, ya veis los estantes que tiene:
Siempre podéis encontrar en el rincón del cómic a alguien, generalmente joven, sentado en en el suelo y leyendo algo de lo que está en exposición. Eso dice mucho de la tolerancia bruselense (si hace eso en cualquier librería alemana, lo expulsan en un plis plas, y no exagero, que lo he visto con estos ojitos).
En Bruselas, además, los cómics están en la calle. En los años 80 Bruselas estaba sufriendo un proceso de lo que aquí se llama "bruselización" y que yo llamaría "madrileñización", destruyendo barrios enteros para edificar cosas "modernas", llevados por la fiebre constructora. Muchas paredes medianeras quedaron al descubierto. Otras medianeras estaban ocupadas por feos anuncios. Y en esto, ¡zas! llegó un concejal joven y propuso pintar con escenas de cómic todas las medianeras. Dicho y hecho. Se prohibió la publicidad en el entorno de la Grand Place y se empezaron los trabajos de los frescos murales. El más famoso es el que he puesto en la foto de cobertura. Está en la Rue du marché au charbon. En esa misma calle, prácticamente enfrente, está este otro:
Mi admirado capitán Haddock y el chiquilicuatre de Tintín están bajando una escalera al ladito de la Grand Place:
Admitamos, oh gentes, por otro lado, que el cómic es más antiguo que la literatura escrita. Y si no, vais a Altamira a ver las pinturas de las cuevas y comprobáis que no hay nada escrito, pero sí hay muchas historietas dibujadas, que si bisontes, que si osos, que si tíos que les tiran flechas, etc. Saltándonos Egipto, Grecia y otras antigüedades, llegamos a la edad media. Como dije hace un par de posts, me fascina la edad media. Se costruían enormes catedrales, pero el pueblo no sabía leer. ¿Cómo explicarles las cosas si no leían libros? (ya sé, malignos, que me vais a decir que ahora la mayoría tampoco lee, pero en fin, al menos los belgas leen cómics)... naturalmente, haciendo bellos bajorrelieves en las iglesias. A mí me encanta éste, que está en un lateral de la catedral de Reims:
No me digáis que no es autoexplicativo. Muy adecuado para estos tiempos de cónclaves y esas cosas.
Para completar mi formación cómica (no sé si se dice así, pero ya me entedéis) fuí a visitar el Centro belga del cómic (Centre belge de la bande dessinée). Está en una casa magnífica que fue diseñada por Horta como almacén de venta por departamentos:
Para completar mi formación cómica (no sé si se dice así, pero ya me entedéis) fuí a visitar el Centro belga del cómic (Centre belge de la bande dessinée). Está en una casa magnífica que fue diseñada por Horta como almacén de venta por departamentos:
La entrada cuesta 8 euros, así es que si vais, no os arruinaréis. Aparte una introducción como la que yo os he contado sobre egipcios, griegos, edad media y demás, hace honor en especial a los monstruos más conocidos del cómic, los padres de la "BD" belga: Hergé, el creador de Haddock (y Tintin, ea):
Y André Peyo, el creador de los Pitufos (les "schtroumpfs", the "smurfs"). En esta vitrina han reproducido el laboratorio de Gargamel, el enemigo jurado de los pitufos:
Mis amigos españoles reconocerán, sin duda, el utensilio que utilizaba el malvado Gargamel para sus encantamientos. Lo que no se sabe es si lo rellenaba de Priorato o de Valdepeñas.
Los padres de la BD belga se dividieron en dos líneas: la línea "clara", la de Hergé y la línea que se ha dado en llamar de "Marcinelle". El más conocido de los de esta linea es Franquin, el papá de Marsupilami, y de Gaston Lagaffe, aunque tambien creó unos cómics un tanto más agresivos. Me encantó éste:
Mis amigos españoles reconocerán, sin duda, el utensilio que utilizaba el malvado Gargamel para sus encantamientos. Lo que no se sabe es si lo rellenaba de Priorato o de Valdepeñas.
Los padres de la BD belga se dividieron en dos líneas: la línea "clara", la de Hergé y la línea que se ha dado en llamar de "Marcinelle". El más conocido de los de esta linea es Franquin, el papá de Marsupilami, y de Gaston Lagaffe, aunque tambien creó unos cómics un tanto más agresivos. Me encantó éste:
Si no entendéis francés, el padre está abroncando al hijo porque tiene miedo de la oscuridad y no se atreve a salir. Le llama de todo y se va él al pozo, sin mirar lo que le espera fuera, en la oscuridad.
Hay otro tipos de cómic que no son adecuados para un blog que se supone que es apto para todos los públicos. No están en el centro de la BD, pero están muy de moda. No os cuento más, que luego todo se sabe. Por ejemplo, éste: "los melones de la ira":
Nada más por hoy, que ya estuvo suave, amiguetes. Si vais al centro de la BD, un consejillo. No vale la pena que crucéis la calle para ir al museo de Marc Steen. Es una casa interesante vista desde fuera:
Pero en el interior, no hay nada que valga la pena salvo, tal vez hacer la foto:
Si queréis algo de comer, la Brasserie Horta es parte del Centro, pero cierran la cocina muy pronto:
Y bueno, nada más por hoy, que ya os he dado bastante la brasa, oh amigos. No me resisto a poneros esta estampita para acabar. Ya sé que no es un cómic, pero da bastante que pensar, a ver quién manda aquí. Un besote
Hay otro tipos de cómic que no son adecuados para un blog que se supone que es apto para todos los públicos. No están en el centro de la BD, pero están muy de moda. No os cuento más, que luego todo se sabe. Por ejemplo, éste: "los melones de la ira":
Nada más por hoy, que ya estuvo suave, amiguetes. Si vais al centro de la BD, un consejillo. No vale la pena que crucéis la calle para ir al museo de Marc Steen. Es una casa interesante vista desde fuera:
Pero en el interior, no hay nada que valga la pena salvo, tal vez hacer la foto:
Si queréis algo de comer, la Brasserie Horta es parte del Centro, pero cierran la cocina muy pronto:
Y bueno, nada más por hoy, que ya os he dado bastante la brasa, oh amigos. No me resisto a poneros esta estampita para acabar. Ya sé que no es un cómic, pero da bastante que pensar, a ver quién manda aquí. Un besote
Muy interesante todo lo que cuentas y que desconocía.
RépondreSupprimerSaludos Sorokin
Gracias por tu visita y tu comentario, Norma2. Me alegro que te haya parecido interesante.
SupprimerSaludos
Hola Sorokin:
RépondreSupprimerNo tenía ni idea de lo importante que era el cómic en Bélgica. No cabe duda que siempre se aprende algo.
Pero lo que me ha gustado más es a forma en que han "ilustrado" los muros.
Realmente vives en una ciudad muy bella.
Saludos
RRS
Es cierto, Xerófilo, podría calificarse a Bruselas ciudad bella, aunque tiene muchos barrios deprimidos y no muy limpios. Pero, en fin, eso pasa en casi todas las ciudades del mundo. Lo que sí es terrible aquí es el clima. Todo el tiempo lloviendo o nevando (como estas últimas semanas). Se echa de menos el sol.
SupprimerSaludos
Eso de ser 'la capital mundial de' cualquier cosa, sobre todo algo como el comic, me hace reir un poco. (Y yo digo eso teniendo en cuenta que mi orgullosa ciudad Austin pretende ser la "Live Music Capital of the World"!) Pero tener un centro/museo dedicado a este arte humilde cuenta para algo. ¡Veo que Tintin ha dejado una profunda huella en Bélgica!
RépondreSupprimerGenial entrada. ¡Me ha gustado mucho!
Ja ja, Not Hemingway Spain, es cierto que esa pretensión de ser la capital del mundo de algo está muy extendida. Podríamos decir que Albacete es la capital mundial del gazpacho manchego, por ejemplo. Justamente, estuve hablando con el dueño de una librería especializada en cómics y me dijo que, en todo caso, Bruselas sería la capital mundial del cómic francófono, pero que incluso eso se estaba desplazando hacia París (claro que él es francés). En fin. Pero aquí, no se considera el cómic un arte humilde: le llaman "le 9ème art" (no sé cuáles son los ocho precedentes)
SupprimerSaludos
Isdro, si ya eras bueno antes, ahora te vas mejorando. Fernando
RépondreSupprimerGracias Fernando, ¡cómo se notan los amigos!. Recuérdame que te pague unas cervezotas
SupprimerMe encantan los cómics, pero de pequeña (y a pesar de que devoraba libros como una posesa) no hacían más que repetirme que los cómics eran para tontos, así que los leía a escondidas cuando los cogía de la biblioteca porque, claro está, no me los compraban. Ahora me estoy desquitando con ganas, pero sale caro y, además, en esta isla no está fácil lo del cómic, así que tengo mucha suerte de no estar en tu Bruselas llena de vikingas porque me arruinaría.
RépondreSupprimerBesos
Bueno, siempre podrías hacer lo de sentarte en un rincón de la librería y devorar kilos y kilos de cómic. Pero en serio, haciendo un poco de investigación para este post, me he dado cuenta que lo de los cómics es todo un universo, no ya un mundo. Sigue habiendo toda una línea para -digamos- todas las edades, niños de 5 a 80 años (los pitufos, gaston lagaffe, etc) pero hay toda una serie de cómics de tapa dura, de ciencia-ficción, fantásticos, de aventuras, de historia, eróticos, contraculturales, etc, etc, etc... fascinante...
SupprimerBesos
Veo que coincidimos bastante, y no sólo por lo del Capitán Trueno o los cómics de Robert Crumb. Astérix y su primo Tintín (o al revés) me han entretenido, pero nunca me han entusiasmado.
RépondreSupprimerPrefiero la Escuela de Marcinelle, mucho más creativa. O todos aquellos que participaban en Hermano Lobo o El Víbora. Algunos muy bestias, pero reconfortantes al fin y al cabo.
Hola Oteador. Yo devoraba los cómics de Astérix cuando era estudiante en París, porque ayudaban un montón a entender la idiosincrasia francesa. Me reía viendo los embotellamientos de carretas con placa LXXV y a Obélix comiendo jabalíes para desayunar. El artista realmente era Goscinny, el guionista, aunque los dibujos de Uderzo fueran buenos. De hecho, cuando murió Goscinny se acabó Astérix. Tintín nunca me entusiasmó, la verdad, aunque como ya he dicho, el capitán Haddock era un monumento.
SupprimerPor supuesto, la línea de Marcinelle es más creativa que la línea clara. Y, bueno, lo del Víbora y Hermano Lobo es toda otra historia... las historietas de Ivá, los chistes de Chummy y del Perich... eso era toda una época.
Sorokin mis comics preferidos son los de Astérix, ¡por tutatis!
RépondreSupprimerTintín le gustaba mucho a uno de mis hijos y por ello tiene una buena colección. Era lo único que le gustaba leer, bueno y el Mortadelo!
Genial entrada como siempre.
Un abrazo.
Muchas gracias, Ohma. Qué bueno que te guste Astérix. Como le he dicho al Oteador, sus cómics eran un buen alimento intelectual cuando era estudiante en París. No los he leído en castellano, pero dudo que tengan la fuerza que tienen sin traducir. Tintín, la verdad da lo mismo que lo traduzcan que no... bueno, miento, salvo los gloriosos insultos del capitán Haddock. Una maravilla. Y, Mortadelo, claro, entre los ibéricos, el mejor para todas las edades.
SupprimerUn abrazo
Me encanta este post pues yo soy una fan número uno de los cómics. Aprendí a leer con ellos, con Tintín, con Astérix y Obélix, y con los patrios Mortadelo y Filemón y la Rue del Percebe que mis tías me enviaban a Bélgica en paquetes. Me recuerdo tirada en la moqueta metiéndome literalmente en ellos :-)
RépondreSupprimerEl Centro Belga del Cómic me gusta mucho, ya se lo comenté por facebook, he ido un par de veces y es una visita que aconsejo mucho más que ver el Manneken Pis... que también tiene su aquel. Un país tan pequeñín y que tiene mucho más que buen chocolate que ofrecer, verdad? :-)... esas cervezas... :P
¡Ah, qué bueno, Madame, que mencione el 13 rue del Percebe! Creo que lo hemos comentado en algún post de hace ... no sé de hace cuánto, y no me acuerdo de a santo de qué, pero es cierto, era fabuloso. Era como "el edificio Yacubian" de Alaa al Aswany en cómic y en broma ácida. Inolvidables los tres niños llegando sucios de jugar en la calle y comentándole a su madre: "íbamos por la calle... y, de repente, empezó a brotar barro, a brotar barro, a brotar barro"; el casero, el sastre... el gato...
SupprimerY ya sé, Madame, que es una fan del Centro Belga del Cómic. La verdad es que vale la pena ir a verlo. Y Bélgica no es tan pequeñín, ¡truenos de Brest!, que yo he vivido en Luxemburgo y sé lo que es un país pequeño.
Un besazo, Madame (comedido y respetuoso, bien sur)
Jaja, qué buena estampa, y me parece realmente precioso ese bajo relieve de la catedral, una verdadera joya. Comparto contigo mi, no desamor, sino no gran filia por el comic, aunque confieso que hoy en día hay maravillas. Me has recordado un capítulo del Jorobado de NOtre Dame en el que Victor Hugo hace una reflexión sobre la piedra como soporte del discurso de los tiempos antiguos… quizá ese capítulo, una suerte de mini ensayo dentro de la novela, es lo que más recuerdo de ella.
RépondreSupprimerAbrazos
¡Ay Claudia!, tengo que hacer una vergonzosa confesión: no he leído el jorobado de Notre Dame de Victor Hugo, pero con lo que me acabas de decir, me voy a precipitar a la FNAC a comprarlo. Gracias por el soplo.
SupprimerY de los cómics, te diré que con las pesquisas que he hecho para esta entrada del blog, se me ha despertado el interés. Uno estaba pensando en una sucesión de viñetas con diálogos y eso... pero para nada. Los modernos han creado un lenguaje casi cinematográfico muy interesante. Lo que pasa es que no hay tiempo para todo, leer, ver cine, ver series de TV, cocinar ostras Rockefeller, probar cervezas belgas y ahora... leer cómicas. Demasiado p'al body.
Un abrazo
No entiendo nada de comic y eso que he leído muchos, pero muchos. Se diría que los conozco a nivel de usuaria jejeje, pero no a nivel de esta cultura que parece aglutinar.
RépondreSupprimerEn Alicante también he visto locales dedicados a los comic, nunca he entrado, pero cuando paso por la puerta, me los imagino como ese de los frikis que sale en la serie Big bang. Igual no tiene nada que ver, pero así es como yo lo imagino.
Yo leía a Mortadelo, a Zipi y Zape, al Capitán Trueno, en fin, a todos, pero sobre todo, me encantaba el de Isabelita, la Pantera negra, aquella selva era mi refugio preferido.
Bueno un poco salvaje me he quedado, la verdad.
Te he escrito un mail, supongo que lo habrás recibido.
Un abrazo.
Pues yo no conocía a Isabelita, Viena, vaya carencia. Como lo cuentas, me imagino a Isabelita en una pintura de Henri Rousseau, el "aduanero", asomando la cabeza entre una selva de vegetación fantástica.
SupprimerNo he recibido tu mail. Te lo diré tambien en tu blog.
Un abrazo
Querido Sorokin, vine a ver lo de Oaxaca pero este post me ha llamado la atención porque...amo los comics.
RépondreSupprimerAprendí a leer precozmente gracias a ellos. Todo el dinero que podía tener lo gastaba en ellos. Y antes aquí en México había para aventar para arriba una gran variedad de comics. Pero así como tu dice que tu alter ego es Haddock, para mí era doña Borola Tacuche de Burrón. Personaje del dibujante Gabriel Vargas, una señora bastante pendenciera, que se mete en líos o los inventa. Es una historieta con toda la vida de la gente de México, una delicia.
EL que es un artista para mí es Robert Crumb, que lo conocí bastante tarde y sin traducción. Otro marginal, por eso me gusta.
Es cierto, Carmen, se me había olvidado: existía otra serie de cómics mexicanos que llegaban por aquí (quiero decir, por España, no por Bélgica). Creo que se llamaba editorial Marvel y publicaban las historias de Superman y otros héroes gringos. En cambio, no conozco a doña Borola. Me voy a informar por Internet.
SupprimerA Robert Crumb lo descubrí en Nueva York, o sea que por supuesto sin traducción.
Pues no lo entiendo Sorokin, si no has recibido nada, quizás el correo que yo tengo esté mal. Puedes enviarme tu uno a mi? Así retomo la dirección, pero vamos he usado el que siempre he usado para escribirte.
RépondreSupprimerMira esta es la Pantera Negra, en realidad se llamaba así el comic, pero Isabelita era la susodicha pantera, preciosa y negra.
http://www.oconowocc.com/?p=8957
Era una especie de tarzán, como verás.
Un abrazo.
No hay problema, Viena, ya lo he recibido.
SupprimerUn abrazo
Fantástico el mundo de los cómics, y veo que he de añadir una parada obligada en este museo cuando visite Bruselas. Eso y hacer un tour callejero de esos espectaculares murales. Y ahora que dices lo de Haddock, si lo veo, sí. ;) Mi personaje favorito de Tintín. Hasta que apareció en las historietas Tintín era un aburrimiento.
RépondreSupprimerBruselas es una ciudad que no tiene el "sex appeal" de Paris, de Londres, de Roma o de Viena, pero es una ciudad magnífica y, sobre todo muy vivible porque todavía tiene una escala bastante humana. Para los españoles, además, tiene hondas resonancias históricas, unas buenas (Carlos V) y otras menos buenas (el duque de Alba), pero, vaya, aquí no somos muy extranjeros. No te la debes perder.
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