samedi 24 novembre 2012

Cocinando con Murakami: Edamame con vieiras



Para qué lo voy a negar, mis queridos lectores que me escucháis (porque leerme, a lo mejor ni se os ocurre), un servidor es un adicto a la lectura (y a otras cosas, pardiez, entre ellas a la buena mesa). En estos días me acabo de terminar los volúmenes 1 y 2 (que, mira tú por donde, resulta que se han publicado en todo el mundo como uno solo) del 1Q84 de Murakami:


Os voy a hacer una confesión: amo a Murakami desde hace casi diez años. Sí, es así. Todo empezó en una librería de Waterstone's en Londres. Andaba yo despistado, de estante en estante, mirando el apartado "fiction" (ya sabéis que los alglosajones dividen los libros en dos grandes grupos "fiction" y "non-fiction". Penosa clasificación, porque pretender que los tratados de economía -por ejemplo- no son ficción, clama al cielo). Bueno, pues caí sobre un libro que llevaba una etiqueta: "Waterstone's recommends": "Norwegian Wood" de un tal Murakami (en Español se ha editado como "Tokio Blues") y me gustó. Desde entonces me he leido toda la obra de don Haruki. Tiene altibajos, como todos los escritores, pero en general el tono de lo que podríamos llamar "realismo mágico japonés" es bueno y fácil de leer incluso para los tarugos como un servidor.

Y en éstas, llegó 1Q84 en edición paperback (me negué a leer la edición con tapas duras, porque es que los libros que pesan, no se pueden leer en la cama, pardiez). Y me engolfé en las aventuras sorprendentes de Tengo, Fuka-Eri y Aomame, casi sin poder levantar los ojuelos del libro. Al llegar al capítulo 4 del tomo 2, Tengo se cocina unas gambas con edamame. Claro, yo no sabía que rayos era el "edamame", así es que me puse a investigar, oh amiguetes y descubrí que son vainas de soja verde. Y me dije. Sorokin, ¿por qué tú, que eres un cocinilla no intentas hacerlo? Y pues, como dicen en México "ahí le voy, compadres": fuí al mejor supermercado chino de Bruselas para empezar:




Y ahí encontré el edamame. Eso sí, congelado:



Además, para completar la receta Murakamiesca, compré jengibre, sake y salsa de soya:



Un truño de jengibre 



Unas botellitas de salsa de soya y de sake.

Y me puse manos al asunto. Debo haceros otra confesión, ¡oh amigos del alma!: la receta que hace Tengo, consiste en gambas con edamame, pero vuestro bloguero, que sabe que las gambas en Bruselas son unas cosas congeladas que vienen de VietNam y que saben a rayos, papel cartón y algún producto químico que otro, decidió hacer la receta con vieiras. Por lo menos, tan simpáticos y santiagueros moluscos vienen del Mar del Norte en estado más o menos natural (además, me consta que en Japón se comen, porque un servidor se ha inflado a vieiras en Tokio) Pues ahí vamos:
Lo primero es descongelar el edamame:



A continuación hay que pelarlo, porque las vainas son duras y fibrosas. Trabajo durillo, pero que animé con una cervecita, faltaría más. Así el tiempo pasa más rápido:



 Una vez peladas las habas de soja, se rebozan bien en sal y se ponen a hervir. Las mías hirvieron durante unos cuarenta minutos:


Mientras, y al filo de la segunda cervezota, un servidor picó el jengibre con un artilugio chino (para no salir mentalmente de la zona, pero vamos, queridos lectores, lo podéis picar con lo que se os venga en gana)




Puse el jengibre en una sartén a fuego muy lento, y mientras, corté champiñones en láminas  y apio en finos pedacitos:




Y los añadí a la sartén donde ya está hecho el jengibre: Subí el fuego (es un decir, que mi cocina es eléctrica), añadí sal y pimienta y moví ligeramente hasta que estuvieron cocidos. Les añadí un vaso de Sake y un chorrito de salsa de Soya:



Ahora, oh queridos comensales, viene la mayor variante sobre el plato Murakamiesco: Tengo añade las gambas peladas en la sartén donde se ha cocido toda esta historia. Sorokin, en cambió, decidió hacer las vieiras aparte. Las vieiras son de la pescadería de la esquina, donde ya vienen sin el coral, en plan cuadradito:



Las  hice aparte en otra sartén hasta que estuvieron doradas. Eso sí, el jugo que soltaron lo añadí a la sartén de los vegetales. Para terminar, añadí cilantro picado a todo el conjunto. Coloqué todo en una bandeja amplia ("a large platter" dice Murakami) al lado del edamame cocido, como podéis ver en la foto de cobertura y quedó finísimo.Sabroso, sabroso, en serio.

A continuación me asomé a la  terraza para ver si había dos lunas, no fuera a ser que por haber practicado la cocina de Murakami hubiera ido a parar al mundo paralelo de 1Q84. Pero no, todo estaba en orden y no había ninguna crisálida de aire en mi sofá. Sin embargo, qué extraño, sonaba la Sinfonietta de Janaçek en mi radio:



Si os animáis, queridos amigotes, os deseo que os siente el plato tan bien como a mí. Yo me lo comí con una tercera cervezota, pero seguro que si le ponéis un blanco de Rueda frío también irá a las mil maravillas.

Y ya puestos y perdida la vergüenza, voy a presentar este platillo al III Concurso Gastronómico de Apicius, patrocinado por:

San Ignacio

El taller de las tradiciones

Oh menaje

La cocina de Plágaro

Artepan


 Un gran besote


22 commentaires:

  1. Buenos días Monsieur Sorokin:
    Su receta ha quedado registrada para el III Concurso Internacional de cocina.
    Como sabe puede concursar con dos recetas dulces, el cupo de lo salado lo tiene cubierto.
    Suerte con el jurado del cual no formo parte.
    Saludos

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  2. Sorokin, aquí disentimos. Lo mío con Murakami es una relación de amor odio. Le amé desesperadamente en 'Kafka en la orilla', le odié en 'Sauce ciego, mujer dormida' y me dejó algo fría en 'After dark'. Ahora nos hemos dado un tiempo, a ver si nos echamos de menos. En ello estamos. Me encanta verle entre fogones. Me apuntaré la receta, que tiene muy buena pinta y parece sanísima, pero yo la haré con las gambas originales, que aquí las tenemos fabulosas. Rojas, sabrosas y con una textura que te transporta directamente al cielo. Sólo una pregunta: ¿por qué venden las vieiras sin el coral? Para hacerlas a la brasa siempre las preparo con él...

    Besos

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    1. Mi querida Dorothy, no se vaya a creer su merced que disentimos tanto. Dije al principio que Don Haruki (Murakami-San sería lo correcto en japonés) tiene altibajos y, efectivamente, algunas de sus obras me han gustado menos que otras, pero me juego el dedo meñique de la mano izquierda, que 1Q84 te iba a gustar. Ciertamente, a ratitos se pone un poco plasta cuando se mete a hacer "profundas" reflexiones filosóficas totalmente superficiales, pero es un novelista no un pensador. La obra está muy bien construida y a mí me pegó unas cuantas sorpresas inesperadas en plan "thriller".
      Ayyyyy las gambas rojas del Mediterráneo, Dorothy, malvada, mencionarme eso; se me llenan los ojos de lágrimas pensando en ellas.

      Un beso

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  3. Hola Sorokin. Como supongo que ya sabes yo también soy muy fan del señor Murakami, así que me ha encantado el post. 1Q84 me lo leí el año pasado cuando se publicó en español (en tapa blanda!) y me enganchó por completo, aunque reconozco que a veces indaga en profundidades muy profundas que seguro que suenan mejor en japonés.
    Riquísimo te ha quedado el plato. Tú echas de menos las gambas mediterráneas y yo las vieiras de Nueva Inglaterra. Es que todo no puede ser, caramba. ;) Pero... ¿cómo es posible que no conocieras el edamame, habiendo estado en Tokyo y demás? En EE. UU. son más comunes que aquí, y como no he podido ir a Japón todavía, bien a gusto que me he comido mi edamame a distancia, jaja.
    Un beso

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    1. Hola Chic Soufflé. Me alegro que te gusten Murakami y mi edamame. Te diré la verdad, las dos veces que he estado en Tokio fue por motivos de trabajo, así es que me daban de comer en el hotel donde teníamos las reuniones. A la occidental, por supuesto. Luego, por lo privado, por las tardes, probé de todo (muchas cosas sin saber lo que era), pero ni edamame, ni gyozas: sushis, sashimis, témpuras y tal. Y en un lujoso restaurante de comida rápida al lado del hotel, un plato combinado con vieiras y verduras delicioso. Me he inspirado en él para éste que he hecho.
      Oh sí, las vieiras de la bahía, como les llaman en NY son buenísimas, como las Cherrystone clams en las que tambien sueño a veces... pero como la gamba roja del Mediterráneo... no hay nada igual.

      Un beso

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  4. Querido Sorokin, pero qué cosa tan rica ese plato, y me parece una estupenda idea haberlo preparado con vieras... ahora Murakami, soy anti-Murakami, la verdad siempre bromeo al respecto con un amigo muy querido que es una verdadero fan. Lo he leído, pero me aburre enormemente, la receta, se la compro.
    Muchos abrazos

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    1. Pues nada, Claudia, ya ganáis 2 a 1 las que no os gusta Murakami. Oye, cada uno tiene sus gustos, a mí no me gustan Isabel Allende ni Carlos Ruiz Zafón. Y no hablo de Mijail Sholojov, porque a lo mejor lo que no me gusta es su traductor (lo odio) ¿Te puede a tí pasar lo mismo con Murakami? Yo es que he leído la traducción inglesa, no la española...

      Un abrazo

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    2. Pués a mí tampoco me gusta la Allende ni Zafón… ambos los he tratado de leer y no los aguanto, y mira que soy disciplinada para la lectura. Sholojov… no lo conozco, pero gracias por el dato porque si lo metes en la lista seguro que tampoco me gustará.
      Abrazos

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    3. Podría añadir algunos más a la lista de "nomegustan", pero quisiera ser ecuánime. Podría añadir a Laura Esquivel y su insoportable "Malinche", pero reconozco que "Como agua para chocolate" no estaba mal, así es que no la añado. Y Sholojov fue un escritor muy bien acogido por el régimen soviético e incluso se sacó un premio Nóbel.

      Abrazos

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  5. Siempre que se pueda hay que leer la versión original porque los traductores hacen desastres. Pasando a otro tema las vainas de soja que has comprado ¿de dónde provienen? es muy probable que de Argentina, los agricultores están estropeando el suelo con tanto cultivo de soja, ya que no hacen la rotación que correspondería. En este momento creo que somos el primer exportador y como rinde económicamente las cosas no se hacen como se debiera, va allegar el momento que dejarán los terrenos infértiles, así se nos informó en la facultad de Agronomía.
    Saludos
    Ahh! me gustaría que me dijeras cuál es el lugar de los que has visitado que te ha impactado más geográficamente.

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    1. Hola Norma2. Totalmente de acuerdo que hay que leer si es posible la versión original, pero son cosas que yo sólo puedo hacer (y hago) en francés e inglés. En alemán, puedo leer textos sencillos y en ruso, los letreros del metro y los menús de los restaurantes. En japonés y chino, ni eso, por supuesto.
      Las vainas de soja venían de China, o por lo menos, eso decía el paquete, así es que no he contribuido a estropear el suelo de tu país :-)
      Es difícil decir cual es el sitio que me ha impactado más... cada uno tiene sus cosas. Quizá Pekín es uno de los sitios que mas me ha impresionando porque no me lo esperaba así, tan desarrollado, con tantas avenidas ultramodernas, tiendas de lujo, centros comerciales...
      Si no, en sitios donde he vivido varios años, el que me ha dejado una huella imborrable es México, por supuesto.

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    2. Leer y entender ruso creo que es toda una proeza. Con respecto a las vainas de soja espero que no ocurra como con las hojas de té que van a Inglaterra desde aquí y allí las venden en mononas cajitas y la gente dice:- Compré té inglés! -.Con respecto a los viajes espero visitar Pekin.
      Saludos y gracias

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    3. Bueno, a mí no me quedó más remedio porque tenía que viajar a Moscú con mucha frecuencia, pero ya se me está olvidando. Espero que las vainas sean chinas. De hecho, ahora en Europa, casi todo viene de china.
      Saludos

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  6. Buenos días tenga vuesa merced. Hace tiempo que no me engancho yo a un escritor de la manera que lo hacía antes, quiero decir que yo antes tenía etapas de un solo escritor, a lo bestia, y creo que el último que viví de esta manera fue Paul Auster que con 20 y pocos lo descubrí y prácticamente solo leía su literatura, aunque con Coetzee casi caigo de nuevo... Ya antes en la adolescencia Bukowski me había rebanado los sesos de tanto leerlo, aunque creo que fue normal mi inmersión en él, después de llevarme meses sin parar de leer el bucólico realismo mágico de García Márquez... benditos 17 años :-D.

    Dicho lo cual, y poniéndole en antecedentes, Murakami me ha pillado ya en plan "dosificación", es verdad que Tokio Blues fue un revulsivo y me encantó, pero luego hay libros de él que no me han gustado tanto, lo cual no me ha hecho engancharme tan de pleno.Aparte que últimamente leo muchísimo más ensayo que novela.

    Y ahora el edamame, tirón de pelos como dice Chic Soufflé, no le pega nada no haberlo catado antes al gran Sorokin. Es el plato que pido siempre de entrante en el chino misterioso para chinos del que hablé en mi blog, te ponen un platazo hasta arriba por tres euros, hechos al vapor con un poco de chili... Nada que ver con el irrisorio platito-tapa que te ponen en el japonés por 6€¡

    Un abrazo monsieur

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    1. Buenos dias, Madame. A mí tambien me gusta cambiar con frecuencia de lectura, pero con los tochos que escribe la gente por el momento, no me queda más opción que sumergirme. Tras el "Millenium" de Stieg Larsson me he metido con el 1Q84 y tengo a la espera las cincuenta sombras de Grey, o sea tres trilogías, tres, seguidas. De Murakami, ya no digo nada, porque veo una dura resistencia entre mis blogamigas, pero yo creo que le gustaría 1Q84.

      Bueno, lo del edamame es así. Daréme golpes de pecho por no haberlo probado antes, pero como decía aquel jinete con armadura que se iba a las cruzadas en pleno siglo XX: mas vale tarde que nunca.

      Un abrazo, Madame

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  7. Qué divertido ha de ser cocinar contigo, querido Sorokin. Beber y beber cervezas belgas, de lujo. A mí me encanta pedir en el restaurante japones que tengo de cabecera esas vainitas, se me olvida su nombre rapidísimo pero me las como con calma, las voy pelando pieza por pieza, lamiéndolas para chupar la sal de sus vainas y luego las como como si fueran cacahuates de tan ricas.
    Fíjate que por no sé qué cosa he postergado leer a Murakami, y no sé bien a cuál de sus libros entrarle, prometo leerlo pronto.
    Sobre tu platillo se ve buenísmo ¿esas vieras podrían ser como el callo de hacha del que venden aquí?
    saludos

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    1. Desde luego, Carmen, no iba a ser por falta de chelitas que nos íbamos a aburrir cocinando. Ah, qué bien que tambien hay vainas de esas en Cuernavaca. Me siento bastante tarugo por haber tardado tanto tiempo en descubrirlas. Murakami, no sé qué decirte, porque veo que hay una mayoría que no le gusta, pero yo acabo de terminar 1Q84 y me ha gustado mucho. En cambio, me he puesto a intentar leer las "Cincuenta sonmnbras de Grey" de una tal señora E.L. James, que está de moda en el mundo entero y se me ha caído de las manos.

      Bueno, el callo de hacha es más duro que las vieiras, me parece. Las vieiras ("scallops" las llaman en Gringolandia) son bien tiernitas.

      Un abrazo

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  8. Anduve un buen rato por tu blog y la verdad es que no me aburrí nada. Creo que a los dos nos gusta leer y la cocina.
    Intentaré hacer este plato sustituyendo las edamame por habas que creo que le irán muy bien.
    Ahhhhhh las sombras sin leerlas (no me gusta perder el tiempo)creo que son la última mierda que nos llega de USA.
    Saludos Sorokin.

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    1. Hola Ohma, bienvenida. Estoy seguro que las habas en vez del edamame le van a ir muy bien al plato. Total, si ya cambié las gambas por vieiras ¿por qué no cambiar el edamame por habas?

      Y las cicuenta sombras se están vendiendo como rosquillas por aquí. No sé si darles otra oportunidad. Al fin y al cabo ya me gasté la pasta en comprar toda la trilogía (hubiera debido empezar por comprar el primer libro y ver qué pasa, es cierto)

      Saludos

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  9. Yo me leí Tokio Blues y me gustó pero cuando acabé con Kafka en la orilla no me quedé con muy buena sensación y la verdad es que desde entonces no he vuelto a leer nada de Haruli Murakami. De esos dos libros no recuerdo ninguna receta... pero me parece una muy buena idea la de recrear una receta sacada de una novela! Lo haré con el próximo libro aunque sean las malditas sombras esas que se lee todo el mundo jajajaja

    El edamame lo probé por primera vez en Japón y aunque me gustaron no han entrado nunca ne mi cocina. Felicidades por ese platazo, chef Sorokin!

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    1. Muchas gracias por la felicitación, chefa Ruano. Bueno, si quieres hacer una receta de las malditas 50 sombras, va a ser bastante fácil, porque hasta el momento en el que ya no pude soportar las aventuras de la simplona Anastasia, sólo habian salido huevos revueltos, café y zumo de naranja y, eso sí, mucho tequila.

      Jolines, todos conocíais el edamame y yo ni idea, qué desastre.

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