Me vais a permitir, mis queridos amigotes que me desvíe un
poco de la línea habitual de éste, vuestro blog (oye, y si no lo sentís como
vuestro, pues ustedes veréis) para contaros cómo me quedé con el alma en un
vilo, ojiplático, pelihirsútico, gallinapiélico y boquiabiértico el lunes, en
el que, por fin, vi el último episodio de “Breaking Bad”, la serie que ha
traído de cabeza a todos los seriéfilos del mundo mundial. Vale, no voy a
contaros demasiados spoilers, que luego mis lectores se me soliviantan porque
que si van por la segunda temporada, que si les quedan tres episodios para
llegar al final, etcétera.
Pero no, no voy a hablar de lo mucho que me han tenido en
vilo los últimos seis episodios de la temporada cinco… porque ¿cómo es posible ir en ese crescendo
infernal, cuando uno ya cree que ha pasado todo lo posible, todavía la serie
rice el rizo y te sorprenda con algo todavía más fuerte? Menos mal, que un
servidor se lo tomó con calma y una Leffe:
Pero, de lo que quiero contaros unas cositas hoy es de las
maravillas técnicas que es capaz de hacer Walter White, sobre todo en el último
episodio (oigan, si no quieren seguir leyendo, no sigan, que algo de spoiler
tiene que haber. Venga, id a ver mi entrada anterior sobre las cinco villas yel prepirineo aragonés, que, además, tiene muy pocas visitas, con lo bonito que
es)
Ya hay danzando por ahí, en la web un artículo sobre química
de la serie y la fabricación de Metanfetamina. Podéis leerlo pinchando aquí. Y
yo me digo, Sorokincillo, si la gente habla de Química, ¿por qué no vas a
hablar tú de Mecánica, cuitadiño? Y dicho y hecho, me puse a analizar el
mecanismo que se monta Walter White en el último episodio para poder ametrallar
desde lejos mientras la ametralladora recorre todo un arco haciendo disparos.
(ojo, spoilers).
El mecanismo, no es otro, mis queridos cuates que una
biela-manivela, funcionando al revés. Una biela-manivela sirve, en general para
transformar un movimiento rectilíneo en otro circular:
La barra verde en el dibujo que os he puesto está guiada para seguir un movimiento horizontal y empuja a la biela B-A y a la manivela A-O a seguir un movimiento circular. A la barra verde la mueve un émbolo. Por ejemplo la caldera de una locomotora, mientras que la manivela mueve las ruedas del tren. Astuto ¿eh, currinchis?
Pues el hecho es que el mecanismo es bien conocido desde el
siglo VII o por ahí, pero tuvo que ser James Watt, en el siglo XVIII a quien se
le ocurrió utilizarlo en una máquina de vapor, que había inventado otro manús,
pero a la que no se le habían encontrado utilizaciones demasiado prácticas. Como veis, Watt, White… todo está relacionado,
como cuentan esos mails que circulan sobre las semejanzas entre Lincoln y
Kennedy, sin tener en cuenta todas las diferencias. Pero bueno, ahí le vamos.
Total, que Walter White utiliza la biela-manivela al revés:
hace girar la biela, se supone que con un motor eléctrico (se ve como la
conecta a la batería del coche) y la biela al girar hace que la barra
horizontal, sobre la que ha montado la ametralladora haga un movimiento de
vaivén, friendo a todo el que se le ponga por delante.
Bueno, no sigo, que mi objetivo es puramente técnico, no
quiero chafaros el final de la serie, porque me vais a odiar. Prometo que la
próxima vez os contaré como comprar champagne en Epernay, que seguro que es un
tema que os interesa mucho más.
Besotes