Hola, queridos amigos, lectores, parientes, familia, allegados (vosotros sabréis en qué categoría os colocáis, sobre todo, los allegados, de los que nuestros sabios dirigentes no saben gran cosa, lo que ha originado serias disputas entre ellos -los dirigentes, no los allegados-)
La idea original de esta entrada de este maravilloso blog, era felicitaros a todos efusivamente para celebrar que se ha acabado uno de los años más cabrones de los que mi pobre y esquemática mente se acuerda, cuando ¡Zas! chúpate esa mandarina, el recién estrenado 2021 se estrena con una borrasca monumental, que, por lo menos, tiene un nombre precioso, "Filomena", que nos ha dejado enterrados bajo varios metros de nieve. Pues sí, amigotes, servidor pasaba por Madrid, rumbo a Bruselas y aquí sigo desde hace varios días. Para que os hagáis una idea, así estaba ayer el portal de mi casa madrileña:
Naturalmente, el año empezó, como se debe, con un banquetazo (no saco las viandas, que vais a sufrir):
Pero, hete aquí que el malvado virus se nos iba colando en nuestra vida cotidiana, y poco a poco, empezaban a surgir confinamientos, cuarentenas, mascarillas y otros elementos necesarios para intentar controlarlo. Sin grandes resultados, por el momento, justo es decirlo.
En Bruselas todo era normal, la feria de Navidad, pomposamente llamada "plaisirs d'hiver" (los placeres del invierno), con uno de los mejores tiovivos que yo conozco, con su hombre volador, sus chiringuitos pringosos, etcétera.
Con una preciosa exposición de Paul Delvaux en el Museo del ferrocarril (a Delvaux le encantaban los trenes).
El doce de Marzo, vuestro amado bloguero, estaba paseando por Bruselas, y le hice una última foto a Jacques Brel. El trece, tomen nota, mis amigos, se decretaba el confinamiento.
Estatua de Jacques Brel. No es que se le parezca mucho, pero se le ve con bastante voz
En cuanto a viajes, ya os podéis suponer. Uno que tiene el espíritu viajero, ha tenido que conformarse con revivir viajes del pasado. Manda narices, servidor que saltaba el mismo día de Moscú a Kiev, de Rio de Janeiro a la Ciudad de México o de Helsinki a Vladivostok... Pero oye, hay que sobrevivir.
En todo caso, he hecho un par de viajes, no lo voy a negar. Este verano estuve en Manilva:
Una excursión de fin de semana a Ostende:
La catedral de Ostende
Y, de nuevo, un fin de año en Manilva. (Fin de año del que todavía no he vuelto, gracias a Filomena)
Casares visto desde Manilva
La playa de San Luis de Sabinillas en una noche de luna, medio oculta, tímida, entre unos jirones de nubes
Para compensar lo escueto que ha sido mi relato viajero, os voy a hablar (os aguantáis, si no, no haberos metido aquí, mezclándoos con los aburridos) de lo que he leído.
Para empezar, en la categoría "non-fiction", como dicen los anglos, un libro imprescindible si os interesa la Geopolítica:
Tras la segunda guerra mundial, los ingleses y los estadounidenses se enzarzan en una disputa enorme por el control de Oriente Medio. Inglaterra pretende recuperar su imperio, mientras que los americanos (que son los que realmente han ganado la guerra) les bajan los humos recordándoles que les deben un enorme cantidad por sus préstamos. El reparto está delineado: Los americanos controlan Arabia Saudí y tienen al lobby judío en Washington apoyándoles (o viceversa).. Los ingleses controlan Iraq y Siria. Leedlo, es fascinante.
Otro libro que me ha impresionado, ya hablando de literatura es Palinuro de México de Fernando del Paso
pero he leído muchos otros libros que me han gustado. He aquí un resumen fotográfico:
Cuando todo esto se acabe, os recomiendo el Vol-au-Vent de la Taverne du Passage en Bruselas.
He cocinado mucho, pero como ya os lo he contado en el blog, no voy a daros más la turra. Básteme, por lo chulas que quedan las fotos, el rodaballo con espárragos y almejas
Y vale, ya estuvo suave. buen rollo os he metido. Pero en fin, aquí andamos.
¡¡¡¡Feliz 2021!!!! mis amigos.
Grandes besotes.
Veo que has aprovechado bien las vacaciones e incluso el temporal que te dejó varado sin poder regresar a Bruselas. Me alego y e felicito.
RépondreSupprimerOye ¡qué bonito es Casares!
He seguido el consejo de Maquiavelo: "fare de la necessitá vertú', o sea, 'al mal tiempo, buena cara'. Y es cierto, Tracy, Casares es muy bonito.
SupprimerEl 2020 no ha sido un año perfecto, pero no me negarás que ha tenido "sus momentos", y sus lecturas, y sus viandas, y a Brel siempre se le ve con buena voz.
RépondreSupprimerPues sí, 2020 ha tenido sus momentos, pero ha sido un año difícil. Se acabó aquello de tomar aviones como si fueran el autobús. PCR's, documentos de control de pasajeros, restaurantes cerrados (en Bélgica, todos: se puede encargar comida, pero no comer dentro). Pero bueno, hubiera podido ser peor.
SupprimerEl 2020 no ha sido un año perfecto, pero no me negarás que ha tenido "sus momentos", y sus lecturas, y sus viandas, y a Brel siempre se le ve con buena voz.
RépondreSupprimer¡Hola Sorokin! Veo que al final no te ha salido mal del todo el año, que no te has aburrido demasiado... Has hecho hasta dos viajes y todo (fíjate que e mi en estas circunstancias pandémicas se me quitan completamente las ganas de viajes (será que tengo menos espíritu aventurero que tú) y has leído bastante también (veo que el récord se lo lleva Gómez Jurado)
RépondreSupprimerEn fin, espero que pronto puedas regresar al país donde vives
Besos
Hola Marian, tengo que admitir que, al final, no me ha salido tan mal el año, es cierto. Muchos libros, mucha comida y un par de viajes. Oye, y cruzo los dedos para que 2021 no sea peor.
SupprimerDe Gómez Jurado, es cierto, he leído en este año todo lo suyo. Algunos muy buenos y otros menos, pero siempre entretenidos.
Para volver a Bélgica, necesito un avión y un test de PCR, si no, no me dejan entrar. Estoy en ello.
Besos
Que delicia de entradas y que fotazas! Un placer pasar tiempo de calidad contigo, abrazosbuhos!!
RépondreSupprimerMe alegro muchísimo que te gusten mis entradas y que las fotos te parezcan buenas, Buha. Eso me anima mucho.
SupprimerAbrazos
Pues no ha sido un año malo, después de todo. Un buen balance, para como ha sido este 2020. Espero que puedas regresar pronto a tu casa. La que ha liado Filomena, la que ha liado...
RépondreSupprimerBesotes!!!
Es cierto, Margari, Filomena ha liado una que no olvidaremos en muchos años, por lo menos yo no me acuerdo de nada igual. Ni en Moscú. Claro, que allí están mucho mejor preparados porque nieva siempre. Aquí, todavía hay muchas calles intransitables.
SupprimerBesazos
Y es que no hay nada mejor en la vida que recordar buenos momentos,... por cierto me encantan los mejillones de los restaurantes de Ostende,... al lado del mar jajaja y también a mi me gustó mucho la lectura de El tango de la guardia vieja,... con el Buenos Aires más transgresor o el Sorrento más despreocupado.
RépondreSupprimerEspero que el "deshielo" te deje volar pronto.
Un abrazo!
Recordar es volver a vivir, es cierto, sobre todo cuando se recuerdan los buenos momentos y se olvidan los desastres. La verdad es que los mejillones de Ostende, para mí no son diferentes de los de Bruselas o los de Amberes, pero sí, al lado del mar se comen más a gusto, sobre todo en los restaurantes del puerto.
SupprimerTe diré que he leído El tango de la guardia vieja, porque tú lo recomendaste en un comentario que hiciste a una entrada sobre Nápoles y la Ferrante. Me gustó mucho.
Un abrazo
Sí señor, la literatura sirve para eso, para comunicar las experiencias sobre viajes, pandemias, desastres de nevadas (que le atrapan a uno en cualquier parte, por ejemplo en Madrid, donde nieva una vez cada 20 años y es dificilísimo que le pille a uno, pero ya ves) , libros, lecturas, comilonas del sur (al rico boquerón frito) y del norte (Vol-au-Vent) y ricos foie’s), junto a lugares exóticos y de geografía variada.
RépondreSupprimerY si además está aderezado con artísticas fotos, entonces ya ni te digo.
¡Ah! ¡Qué gran resumen de esos últimos tiempos que hemos vivido!
Abrazos.
Me alegro que te haya parecido interesante mi relato del último año. Además, con las fotos que respaldan la literatura, no tengo que confiar todo a mi birria de memoria, que está bastante baqueteada. Lo de Madrid y la nieve es de traca, vamos que este año he venido dos veces y ¡zas! me cae todo el círculo polar ártico encima, tras varias décadas de no ver un copo.
SupprimerUn abrazo
Hola Sorokin!
RépondreSupprimerMuy bueno tu resumen anual.
No parece que el 2020 haya sido un mal año para ti, o es que pretendías darnos envidia con viaje va, viaje viene????? Ja, ja…… A partir de ahora, hay que viajar como antaño: planificando. Nada de hacerlo al tuntún en plan capricho, que me voy a Moscú, que a Londres o a Manilva la romántica con sus nieblas…….. Si te apetece tomarte unos boquerones en La Escollera (menuda pinta los de tu foto!), tienes que empezar a salivar tres meses antes. Y cuando llegue el momento, los degustarás con delicia inaudita……..
Por otro lado, menudo espectáculo el de la Capital. Hay que ver cómo te recibió Filomena. Con todo los honores, manto blanco incluido. No llegarías con Filomeno, a mi pesar…….? No sé si con la experiencia te habrá dado por releerla o te dedicarás a otros menesteres. Lo que es seguro es que aprovecharás bien la estancia madrileña.
Lo que sí espero y deseo es que consigas pasaje y certificado del PCR para que vuelvas a Bruselas sin más contratiempos y te zampes un vol-au-vent de antología de la Taverne du Passage a nuestra salud.
Feliz Año 2021 y sigue contando, pls!!!!!!!!
Abrazos virtuales y con mascarilla,
Isabel
Hola Isabel.
SupprimerVale, lo admito, 2020 hubiera podido ser peor. Estoy contigo, lo que ha cambiado a partir de ahora es que se acabó la nonchalace de coger (tomar para los del otro lado del Atlántico) aviones ¡hala! como si fueran el bus 29 (el que va a de Brouckère, clarifico). Hay que planificarse y ponerse a rellenar papeles, QR's, PLF's y otros requisitos, y luego ya puede uno pensar en los boquerones de Estepona.
Lo de Filomena ha sido la repera. Fíjate que hoy hace una semana del gran nevadón y todavía hay montones de calles bloqueadas por el hielo. Hay caminitos por las aceras, que los esforzados vecinos han abierto, pero de vez en cuando hay un paso bloqueado porque amenazan bloques de hielo con caerse de los tejados.
Pero no queda más que armarse de paciencia y tener cervezas en el frigorífico.
Como ya he dicho: Feliz 2021 a vosotros también
Abrazos con mascarilla
Please read my post
RépondreSupprimerThank you for visiting my blog and for your positive comment, Rajani Rehana. I will have a look at yours.
SupprimerNo me hagas llorar, Sorokin... El año pasado sólo salí de la isla para ir a Mallorca en dos ocasiones, y las dos, como aquel que dice, por trabajo. Echo tanto de menos viajar... Aunque lo que de verdad echo de menos es bailar, sentarme en una barra atestada de gente y acabar hablando con los desconocidos de al lado. Que se acabe esto pronto, por favor, que los vinos no saben igual sola en casa.
RépondreSupprimerBesines.
No, si ya lo decía el Gabinete Caligari; "No hay calor como el amor en un bar", etc. Pero bueno, es peor lo de los viajes. Antes se cogían aviones como se sube al Metro, pero lo de ahora es la monda. Por fin he podido volver a Bruselas y ha sido una aventura. Primero en Barajas, que si QR, que si PCR, que si los no residentes en Bélgica necesitan un test o no entran, pero en llegando a Bruselas, si eres residente te tienes que poner en fila y tienes que hacerte el test, etc.
SupprimerEstoy contigo, que se acabe esto pronto.
Besazos