dimanche 4 septembre 2016
Québec (1): Las ballenas de Tadoussac y otras visitas interesantes al norte de la ciudad de Québec
Un servidor de todos ustedes/vosotros, vuestro bloguero favorito, o sea, yo mismo, se ha pegado un viaje al Canadá, en concreto a la región francófona de Québec, de exactamente diez días. Corto, me diréis. Cierto, responderé a sus mercedes, pero es todo el tiempo que tenía. Yo ya había estado en Canadá varias veces antes, por motivos de trabajo, pero nunca pude marcarme unas visitas turísticas como está mandado. Esta vez, me he aprovechado de unas cuantas millas que tenía en la tarjeta de Lufthansa para pegarme el viajecillo. Ya os contaré, ya os contaré los sobresaltos del viaje en avión (que los hubo) en otro post, pero por el momento, voy a alterar el orden del relato y hablaros de uno de los momentos más interesantes del viaje aunque fue casi al final, pero es que si no, se me olvida. De las visitas a Montréal y a la ciudad de Québec os hablaré en otro posts. Por ahora, os cuento mi aventura con las ballenas de Tadoussac.
Tadoussac, uno de los sitios privilegiados en el mundo para observar ballenas, está en la desembocadura del río Saguenay, a unos 250 Km de la ciudad de Québec. Un servidor (y compañía), teníamos un coche alquilado, pero yo me dije, Sorokin, te vas a chapar tres horas y pico de viaje para ir y otras tres para volver, así es que me fuí a la oficina de turismo de Québec y contraté un viaje organizado. Os lo recomiendo, amigos, son muy eficaces y, como todos los canadienses con los que me he relacionado, extremadamente amables.
El autobús estaba puntualmente en la puerta del hotel a las 8h15. Nos llevó hasta el centro de la ciudad, y ahí nos subimos a otro, que ya, a través de impactantes paisajes nos llevó hasta Sainte Catherine, que es donde se coge el barco.
Nos hizo un tiempo extraordinario, lo cual es de agradecer. Tadoussac en sí mismo es un sitio que, aparte los cruceros para observar ballenas, resulta muy agradable para veranear y hacer paseos por la naturaleza aledaña. Pero claro, un servidor no estaba para esas labores. Lo mío eran las ballenas.
Yo reservé unos billetes en el barco que hace el crucero, que dura unas tres horas:
La otra alternativa es ir en Zodiac, pero uno que es de Albacete, se dijo: ¡tate, tate! Sorokincillo ¿ y si la Zodiac se vuelca?. Seguro que el agua está fría.
Cierto es que desde una Zodiac estás más al nivel de la ballena, o sea, que si tenéis redaños, os aconsejaría montaros en uno de esos chismes flotantes. Tal vez la próxima vez lo haga yo mismo.
Y ahí que nos fuimos, con todo el mundo extremadamente excitado esperando a los cetáceos. Tanto que algunos se pusieron a fotografiar focas (que también las hay)
El barco se lanza al estuario del Saguenay, hacia el golfo de San Lorenzo. Se pasa el faro sin todavía ver más bichos que algunos cormoranes y algunas focas.
Pero, esto es lo que buscábamos: ballenas rorcuales:
Por fin, al cabo de una media hora empezaron a aparecer grupos de ballenas. Por el tamaño de las aletas y el cuerpo, yo supongo que este grupo eran unos ballenatos jóvenes:
Al cabo de un tiempo, aparecieron sus papás, creando una gran algarabía en el barco y un gran ruido de "clicks" de las cámaras. Por cierto, un consejo, amigos: todo va muy rápido. El animal aparece y desaparece sin que te des casi cuenta, así es que, bueno, las minicámaras digitales (teléfonos incluídos) no son muy adecuados. yo llevaba mi Reflex, sobre todo porque ves lo que pasa por el visor y no en una pantallita medio sosa:
Con todo y eso, hice más de veinte fotografías, muchas de las cuales solo muestran el remolino que hace el cetáceo al sumergirse. Pero en fin, algunas buenas hubo:
Si veis el dibujo del rorcual que he puesto al principio (válame dios, lo he sacado de Internet, espero que no tenga copyright), os daréis cuenta que la aleta dorsal está ya muy cerca de la cola, o sea, que en esta foto, el cuerpo del bicho debe estar ya varios metros por delante.
Y bien, pues eso fue todo. Pero os he prometido en el encabezamiento hablar de otras visitas al norte de Québec. Menos apasionantes, pero dignas de ver (de la ciudad en sí, que es magnífica ya os contaré en otro post). Si tenéis un coche, podéis ir a ver la Isla de Orléans y las cascadas de Montmorency:
La isla es un oasis de tranquilidad agrícola. Mirtilos, maíz, jarabe de arce. Y muchas casas que se venden (la gente se debe aburrir)
Comprar productos agrícolas, como los mirtilos y comer un bocata, lo podéis hacer en cualquier chiringuito. Curioso como llaman a los sitios donde pasa eso: "casse-croute". Ya os contaré en otro post las divertidas diferencias entre el francés de Québec y el de Europa:
Otra visita obligada son las cascadas de Montmorency. Los folletos turísticos dicen que son más altas que las del Niágara, pero, claro, el caudal de agua que cae no se parece en nada (un servidor estuvo en Niágara hace ya unos añitos):
Pero vale la pena verlas.
Bueno, queridos, me voy a cenar. Os he prometido que os contaré mis otras aventuras en Québec otro día.
Besotes
Inscription à :
Publier les commentaires (Atom)
Qué belleza, yo disfruté de las orcas en el estrecho cuando fui a Tarifa y lo recomiendo mucho, es verdad que salen tan rápido y se sumergen que es difícil captar buenas fotos, es una bonita experiencia. Esperamos más de las crónicas de vuesa merced.
RépondreSupprimerSaludos
¡Qué suerte, ver orcas en el estrecho! En Tadoussac no hay, hay que ir a la costa Oeste, a Vancouver, según nos dijeron. Yo en el estrecho, una vez que crucé en el ferry a Ceuta, vi un grupo de delfines que seguían al barco. Muy bonito tambien.
SupprimerSaluditos
Alaaaa, pero qué envidia me das! Y esto es solo el principio...
RépondreSupprimerBesotes!!!
No te creas, Margari, aunque sea solo el principio, me temo que va a ser lo más divertido del viaje. Pero, en fin, intentaré mantener el interés en los siguientes capítulos.
SupprimerBesotes
Cuando vuelvas por estas tierras,ademas de la visita a Baelo Claudia,podemos avistar desde Tarifa(como dice Claudia) ballenas u orcas,hay que elegir.
RépondreSupprimerCuando vuelvas por estas tierras,ademas de la visita a Baelo Claudia,podemos avistar desde Tarifa(como dice Claudia) ballenas u orcas,hay que elegir.
RépondreSupprimerTotalmente de acuerdo. Si se puede elegir, me apuntaré a las orcas.
SupprimerEl periodo de avistamiento es de 15 de julio a 15 de setiembre,así que habrá que esperar,el viaje dura 3 horas.
RépondreSupprimerHay otras opciones ,pero menos interesantes.
Pues sí, habrá que esperar al próximo verano. Y tres horas parece un estándar, porque es lo que dura el crucero en Tadoussac
SupprimerCon menos de esos días me hubiera conformado yo.
RépondreSupprimer¡qué chulo todo!
Me alegro que te parezca chulo, Tracy. Gracias por la visita y el comentario
SupprimerOoooh... ¡Ballenas! Con lo que me gustan a mí los bichos... Todos, que ni de las cucarachas huyo. ¡¿Cómo no te montaste en la zódiac?! ¡Sacrilegio! ¿Se podía bucear con ellas? ¡Qué envidia me das esta vez! Ver ballenas es un viaje que tengo aún pendiente.
RépondreSupprimerAbrazos
El hecho es que yo compré los billetes en Québec y no sabía ni cómo era el barco, ni la zodiac ni el golfo de San Lorenzo. Cuando llegué y vi el mar como un plato, me arrepentí. Pero imagínate que hubiera habido un fuerte oleaje, todos empapados (incluida la réflex).
SupprimerLa verdad es que no vi a nadie buceando, pero tampoco leí que estuviera prohibido.
¿Hay ballenas en Ibiza? Si no, como dicen Claudia y Vilohid, Tarifa te pilla bastante más cerca que Tadoussac.
Un besazo
¡Como mooola el viajecito, Sorokin! Canadá es un sitio que me gustaría visitar y lo de ver ballenas...., una pasada.
RépondreSupprimerY encima cuando te leo, me echo unas risas por la forma tan divertida que tienes de contar las cosas.
Espero ansiosa los otros post del viaje
Besos
Hola Marian. Pues sí, fue un viaje de esos para recordar a gusto. Es cierto, Canadá es un sitio para visitar. El país es precioso y la gente es muy amable. Eso sí, los inviernos son duros, pero bueno, están preparados para eso. Cuando debe ser magnífico es en Otoño, con todas las hojas de los arces gigantescos de color anaranjado/amarillo/rojo.
SupprimerMe alegro que te haya gustado el relato. Continuará (como decían en los TBOs del capitán Trueno)
Besazos
.Interesante experiencia. En Bostón fuimos a ver a las "jorobadas", y lo máximo que logré ver fue la cola cuando se sumergían. Íbamos como locos de popa a proa, y poca cosa... de fotos, por supuesto, ni una.
RépondreSupprimerLa verdad es que fue muy interesante, pero yo andaba totalmente concentrado esperando que alguna de las ballenas diera un salto espectacular o pegara un violento coletazo, para sacarles la foto, pero nada. Tan pacíficas, nadando al lado del barco.
SupprimerOtra vez será. ¿En Boston? Me lo apunto, lo tengo en mi lista de carencias.
Sería del grupo de los que hacen fotos a las focas, tienen una cara taaaaan simpática. Pero seguro que ver a un bicharraco como una ballena debe dejarte sobrecogido.
RépondreSupprimerLo que pasa es que focas hay por todos lados (y no me refiero a ciertas personas) y ballenas hay que buscarlas con ahínco. Y si no vas en una zodiac no impresionan. Vamos, te sobrecoge una excitación especial cuando la ves aparecer :)
Supprimer