Por supuesto, queridos amigos, que todos sabeis que Napoleón Bonaparte fue derrotado en la batalla de Waterloo. Supongo que sabéis (Dios me libre de dudar de vuestros conocimientos históricos, no se sus enfadís, como dirían en Albacete) que la tan renombrada batalla tuvo lugar en 1815. ¿Pero sabiaís que Waterloo está a 17 kilómetros al sur de Bruselas? Pues sí, así es:
El hecho es que, como todos ustedes vosotros sabéis, Napoleón, tras perder la batalla de Berezina en Rusia, dijo que ya estuvo suave, se rindió y los que mandaban en Europa (luego, luego hablaremos de eso) lo mandaron desterrado a la isla de Elba, muy cerquita de Córcega, que era su pueblo. Así es que, se escapó, montó la de San Dios, desembarcó en Francia, mientras todo el mundo lo aplaudía (me refiero a los franceses, claro), armó de nuevo un ejército del copón y se lanzó hacia el norte, hacia Bruselas, con el astuto fin de derrotar a las tropas de la coalición, inglesas, holandesas, austriacas y prusianas.
Hagamos, oh amigotes, un inciso de historia ficción. ¿Hubiera sido el futuro de Europa diferente si Napoleón hubiera ganado en Waterloo? Pues servidor, cree que no. A corto plazo, la victoria de las tropas aliadas supuso la victoria de la reacción. Los que hoy llamaríamos la extrema derecha, los monárquicos a ultranza, los terratenientes franceses, los que había machacado la revolución, tomaron un poder absoluto de nuevo y toda Europa se hundió en los agujeros del antiguo régimen (piensen, mis amigos, para qué sirvió el 2 de Mayo y la guerra de la independencia española: para traernos un déspota redomado, como Fernado VII y, de nuevo, la Inquisición, etc). Pero a la larga, los procesos históricos hubieran llevado a una situación parecida a la de hoy: el ascenso imparable de Prusia-Alemania, el nada afectado poder naval de Inglaterra, etc.
Vale, que me enrollo como las persianas. Me disculpen, colegas. El hecho es que en 2015, ha sido el segundo centenario de la batalla. Fíjense, y en 2014 lo fué de la primera guerra mundial (pinchen aquí, si quieren, vaya). Curioso, en dos años en que, de nuevo, los demonios familares de Europa vuelven a acosarnos a todos. Nacionalismos, egoísmos, falta de solidaridad: los poderosos (iba a decir
Pero bueno ¡Sorokin!, vamos a lo que vamos: la reproducción de la batalla. Pues sí, la reproducción tuvo lugar en el segundo centenario exacto, los días 18, 19 y 20 de Junio, en Waterloo, como no podía ser de otra manera. Un servidor de todos ustedes vosotros, agarró su coche, a pesar de que avisaron que el tráfico iba a ser espantoso, y se lanzó a la aventura. Bueno, la verdad es que había reservado un sitio de aparcamiento. En fin, un sitio: a dos kilómetros del campo de batalla y en un verde prado al pié de la colina del León:
La ventaja de estar a dos kilómetros del campo de batalla, es que te podías pasear por todos los campamentos de las diversas tropas, cuyos figurantes se lo estaban tomando muy en serio, como puede verse a estos oficales rusos poniéndose morados a champagne:
En el cuartel general de Napoleón, había trajes para todos los gustos:
Evidentemente, el personal que tenía que representar la batalla se lo estaba tomando muy en serio, como estos oficiales delante de la tienda de Napoleón:
Y ¡zas!, en ese momento se ponen a gritar. "¡l'Empereur, l'Empereur!" y oye, que nos empujaron para dejar paso libre al Emperador, que llegaba medio corriendo para discutir los planes de batalla (pobretico, todavía no sabía que iba a perder):
Pero bueno, tras discutir con sus edecanes (y con la tele, que lo estaba filmando, evidente salto en el espacio-tiempo), salió para que su pueblo le hiciéramos fotos:
En cambio, en los campamentos de los curritos que tenían que machacarse en la batalla, las cosas transcurrían más tranquilas, como este grupo de tropas aliadas:
Pero, vuestro seguro bloguero, que no puede ocultar su afrancesamiento, qué le vamos a hacer, se fue al campamento francés. Sorpresa mayúscula, había un montón de gente, que uno no hubiera pensado que combatían al lado de Napoleón, como este batallón de polacos:
O este otro batallón de rusos:
Había, hasta un regimiento español, que me dijeron que eran tropas que habían huído a Francia con Pepe Botella, tras la derrota de las tropas francesas en Vitoria. Les hice una foto, pero no os la pongo, ¡Oh amigotes!, porque aparece un ser del futuro junto a ellos, y no hay que mezclar épocas.
Lo que sí hice fué ir a fotografiar el rancho, que dígase lo que se diga, no tiene mala pinta:
Y en estas, se me hizo la hora de la batalla. Así es que, me fui corriendo a las gradas que habían montado para verlo. Como preparación al vídeo que se marcó mi amigo y compañero Lopezia, os pongo un mapa histórico del campo de batalla (naturalmente, sacado de Internet). Lo más fascinante fue ver, cómo franceses de 2015 (no figurantes, sino gente que había pagado su entrada) gritaban "¡Vive l'Empereur!" y agitaban banderas francesas. Ahhhhh, los nacionalismos.....
Para más detalles de la batalla, podéis pinchar aquí. Parece que el error básico de Napoleón fue no saber donde estaban las tropas prusianas, que fueron las que al final decidieron la batalla.
En fin, ahí va el video, un poco confuso, porque no era fácil seguir lo que estaba pasando:
Lo pasamos muy bien, esta es la verdad. Además, casi seguro que no se mató nadie de verdad en la reproducción de la batalla.
Controlando al personal, había policías a caballo, cantidad. Helos aquí, descansando despues del acontecimiento. Afortunadamente, en Bélgica no se aplica la ley mordaza, si no, ¡a saber! sacar fotos a polis bebiendo coca-cola y comiendo patatas fritas:
Y bueno, hasta los vencedores aparecían cansados, rumbo a su campamento:
Una recomendación final (faltaría más). Si vais a Waterloo, no dejéis de ir al Estaminet de Joséphine:
Y bebéos una buena Waterloo:
Besotes, mis amigos. me voy a cenar.
¿Soy la primera? ¡Oh, qué honor!
RépondreSupprimerQue me gustaría a mí formar parte de una recreación de éstas. Más que nada para ponerme un vestidito de época. Eso sí, en algo medianamente currado, que no hay cosa más deprimente que un mercado medieval con puestos hippies vendiendo artesanía.
Hola Esti ¡qué rapidez!, qué bien. Te diré que sí, que el personal disfrazado lucía deslumbrante, pero trambien te contaré que las tropas dormían, de verdad, en tiendas de campaña de época, sobre un suelo de paja. Afortunadamente, no llovió, pero hubiera sido la remonda en caso contrario.
SupprimerPero bueno, lo que no se privaron es de sus buenas dosis de cervezota, etc. En el campamento francés hablè con un ruso que decía: "my heart, french, cognac, champagne, bière, etc"
Siempre con su fina ironía hace con sus relatos que pase unos ratos muy agradables.
RépondreSupprimerGracias de verdad.
Que pase un buen domingo.
Saludos
Muchas gracias, Apicius, por su visita y su amable comentario. Me alegro que el relato le haya hecho pasar un buen rato.
SupprimerQue pase tambien un buen domingo (en Bruselas estamos a 30º)
Saludos
.
RépondreSupprimerHola,estupenda la narración y ya me habría gustado ver ese espectáculo.Yo el único Waterloo que frecuento es el del metro de Londres.
RépondreSupprimerEstoy reposando en medio del campo,y aprovecho este wifi mierderor que suelen dar por aquí.
Que pases un buen dia
Pues espero que en medio del campo no te estés asando de calor, porque aquí, faltando a todas las tradiciones veraniegas belgas, ya estamos a 32º.
SupprimerY en el metro de Londres, creo que tambien se están asando, pobreticos. Pero bueno, que me alegro que te haya gustado la narración.
Qué chulo Sorokin, me ha encantado, pero vamos, el vídeo está que te diré que te veo preparado para un corto, pero ya mismo eh? Perfectas las tomas, la composición, la música. Un diez monsieur, un diez.
RépondreSupprimerSe nota que está cuidado todo, los trajes, los "actores" y ese tomaárselo en serio que mencionas más de una vez. He disfrutado mucho leyéndote y viendo todo esto. No estarías tu guapo ni ná, con un trajecito de esos, vamos, te veo, te veo totalmente.
Un placer como siempre venir por aquí. Además, en zona libre de mordaza no? jejeje
Un beso.
Gracias, Viena. Estoy totalmente sonrojado con esas cosas que me dices. Del gusto que me dan, claro. Oye, me alimentas la moral cosa mala. Gracias, gracias.
SupprimerY de verdad, me alegro un montón que te haya gustado, ya sabes que valoro mucho tu opinión.
Un besazo
Ah, qué buenas tus crónicas históricas, la verdad es que si hubieses sido mi profe de historia ya me hubiera enterado mejor de estas cosas que sucedieron en Europa. Lo de los figurantes de oficiales rusos tomándoselos en serio con le champán, pues eso más que un trabajo, para mí, un sueño.
RépondreSupprimerSaludos
Me alegro que te parezcan buenas mis crónicas históricas, Claudia. La verdad es que la historia es un tema que me apasiona: me he centrado más en Europa y en América Latina por vecindad histórica y sentimental, pero algún día tengo que profundizar más en la historia de Asia, que también es fascinante.
SupprimerLo del champán estuvo muy bien, es cierto. Vendían botellas con el lema de "Waterloo 2015", pero la idea de cargar con un par de botellas (¡qué menos!) durante toda la tarde batallera y luego dos kilómetros hasta el coche, de vuelta, me hizo flaquear. Así que, el próximo centenario será.
Saludos
No creo nadie se aburra aqui en tu blog, Sorokin, por lo menos esta entrada histórica sobre Waterloo, me ha resultado muy amena.
RépondreSupprimerUn beso.
Muchas gracias, María, me alegro que te haya gustado toda la movida de Waterloo.
SupprimerUn beso