Pues sí, queridos amigos, tengo que admitirlo. Me he ido a pasar cinco días en Madrid. Ha sido todo tan rápido, que ni siquiera he tenido tiempo de ver a mis amigotes del alma. No sé si se enfadarán cuando lean esto, pero, bueno, la verdad es que no creo ni que se molesten en leer las sinsorgadas de un servidor en este simulacro de blog. Me hubiera gustado quedarme más tiempo, pero tenía que volverme a la capital de Europa, aunque solo fuera para votar por correo en las elecciones del 24 de Mayo. Porque los así llamados "residentes ausentes" votamos por correo, pero recibimos las papeletas en Bruselas, toma ya. Y sin papeletas, ya me diréis
Me hubiera gustado quedarme más tiempo, sobre todo para ver en directo si ese trio de brujas de Macbeth que han andado mangoneando por Madrid, la bruja Ana Garrafa, la bruja Desesperanza y la bruja Cimanantiales reciben una merecida jubilación. Pero, en fin, lo veré desde aquí.
Pero bueno, aparte de las cosas urgentes que tenía que hacer en Madrid (y que no hacen al caso, voto a bríos), paseábame yo por la calle Montesa y, mis curiosos ojillos fueron a mirar un escaparate de vinos (ya sabéis que no me gusta el vino, pero ver las botellas me fascina):
Y, hete aquí, que en el escaparate, en la tienda tenían una botella de un vino de la Ribera del Duero que probé en el restaurante José María de Segovia en Noviembre. Os lo conté aquí (pinchad si os interesa, oh amigos). Llamábase "Pago de Carraovejas", y en Segovia, el mismísimo José María me dijo que era de cosecha suya. Pues ¡tate!, en el escaparate brillaba con luz propia:
Total, que al día siguiente lo primero que hice fué ir a la bodega y preguntar por el vino. Pues bien, el dueño de la bodega, aparte de ser un tipo muy simpático, es un gran conocedor del tema. Me contó que José María, el dueño del restaurante es, efectivamente, el propietario de las bodegas del Pago de Carraovejas y que ha retirado los vinos del año de la venta para servirlos solo en el Mesón. Por eso, dice, él, solo tiene crianzas. Tambien me dijo que el enólogo que creó el vino, que se llama Tomás Postigo se ha ido de la bodega de José María para crear su propio vino. Me lo recomendó con efusión:
Efectivamente, lo probé, y mucho me gustó (y para que a mí, que soy abstemio, me guste un vino, ya podéis imaginar lo bueno que tiene que ser):
Se dice que Postigo es el primer enólogo que, en 1986, creó el Pago de Carraovejas con uva tinta española, mezclada con Cabernet Sauvigon. El resultado, es espectacular. Es el mismo procedimiento que utiliza en su vino.
Bueno, si queréis probarlo, podéis ir a las Bodegas Do Ribeiro. Aquí, en el plano, os digo donde es:
Claro, que tambien me compré una botella del Carraovejas. Me la he traido a Bruselas, como puede verse. Estoy esperando el resultado de las elecciones del 24 para abrirla:
Poco más dio de sí el viaje. Un par de restaurantes que tengo el pacer y el gusto de recomendaros:
El Santoña, cerca del Retiro. Yo conocía el que tienen en Arroyomolinos, pero no el de Madrid. Pues oye, está muy bien. Tienen las mejores anchoas de Madrid. Las salan ellos.
Una magníficas lubinas a la parrilla:
Y unos tomates verdes rebozados que, de verdad, son algo especial. Probadlos si tenéis ocasión:
El otro restaurante que os recomiendo, tiene su guasa. Había intentado ir en otras dos ocasiones, pero estaba lleno, y, a pesar de que yo voy a Madrid de uvas a pascuas, la dueña se acordaba de las calabazas que me dió por dos veces el año pasado. Con una sonrisa, me dijo: ¡sí, esta vez hay sitio!
Es el Tandoori Station, en la calle Lista (antes Ortega y Gasset, o... ¿era al revés?):
Podéis empezar con una cerveza india, que no tiene nada de especial, pero te tiras el rollete:
Sigues con unos badjis y unas samosas:
Y compartes unos platillos diversos. Un servidor es que es muy de las magníficas espinacas con queso. Y del arroz basmati, por supuesto.
Todo buenísimo. El medio restaurante que he citado en el título, no lo he podido visitar. Es el Fonty. Leí una entrada del blog de Esti, "Bichos raros", donde cuenta las broncas que monta el propietario en Trip Advisor con los que le hacen críticas negativas. Lamentablemente, me faltó tiempo. Prometo ir la próxima vez.
Ni siquiera pude ir a la Casa del Libro a comprar libros nuevos, así es que os contaré que estoy fascinado con los libros policiacos de Pierre Lemaitre. Os hablé de su primer libro no policiaco, "Nos vemos allá arriba" en mi blog (Pinchad aquí, venga, rayos, pinchad). Después me he enterado en la librería de mi barrio ("À livre ouvert", en Woluwé) que lo suyo era la serie negra. ¡Y qué negra, pardiez!. Si tenéis agallas y leéis francés, no os perdás la trilogía del comisario Verhoeven. Negra, negra, incluso sádica, brutal, pero no hay quien despegue los ojillos del libro:
Venga, besotes, que ya os he contado demasiado, y no conviene saber demasiado. Puede ser peligroso
La verdad es que has aprovechado el tiempo.
RépondreSupprimerHola Tracy.
RépondreSupprimerPues todavía me he dejado un par de cosas en el tintero, como lo de ir a comer un pincho de bacalao a Casa Labra, pero en fin, como ya estuve en otro viaje y lo conté, no merecía la pena insistir. :)
Gracias por la visita y el comentario.
Un beso
Qué pena !hace unos meses anduve por allí y me hubiera deleitado con esas cosas ricas.
RépondreSupprimerSaludos
Hola Norma2. Pues la próxima vez que vayas, avisa y te hago una lista todavía más larga. Gracias por la visita y el comentario.
SupprimerSaludos
Tomo buena nota de todas las recomendaciones... aunque la lista madrileña cada vez es más larga y todavía tengo pendientes algunas cosas como Casa Labra, que no hay manera de ir aunque últimamente me acerco bastante por los madriles. ¿Tendré que pedirme una vida de repuesto?
RépondreSupprimerPues en eso estamos todos, Oteador, a ver si alguien nos alquila alguna vida suplementaria, porque con la de cosas que quedan por hacer, ver, leer, comer, beber, etc (el etc lo rellena cada uno como quiera), una sola vida no nos da tiempo.
SupprimerPero vamos, lo de Casa Labra, me atrevería a decir que es imprescindible. Esas tajaditas de bacalao rebozado, tierno, jugoso no puedes dejarlas pasar
Esperemos que descorches esa botella para brindar por tiempos mejores para el 98% de la población, Sorokin!!
RépondreSupprimerTremendo con lo de Ana Garrafa and Company, jajajaja
Me encanta tu sentido de humor.
Un gran abrazo, mozuelo.
Hola Ohma. Sí, cuento con abrir la botella el 24. Si es para celebrar, magnífico y si no, para consolarse, que las penas con Ribera del Duero son más llevaderas.
SupprimerComo siempre, gracias por tu comentario
Un abrazo
Cinco días muy bien aprovechados. Pero sí, son poquitos si se quiere quedar con la gente... Me pasó algo parecido hace un par de años, que subí a Madrid y no dije a nadie que iba, porque me iban a faltar horas para estar con todo el mundo y no me iba a dar tiempo de hacer lo que tenía que hacer...
RépondreSupprimerCon Pierre Lemaitre veo que tengo que estrenarme.
Besotes!!!
La verdad, Margari, es que cinco días no dan para mucho, pero en fin, hice lo que pude.
SupprimerSi quieres empezar con Pierre Lemaitre, yo lo haría con "Nos vemos allá arriba" y luego iría a por las policiacas, "Vestido de novia", por ejemplo que ha dejado con los ojos haciendo chirivitas a todo el mundo mundial.
Besazos
¡Como te pusistes por los madriles!!! Es que como en España no se come en ningún lado... Me gusta el vino tinto, pero los buenos, como el Carraovejas (no he tenido el gusto de catarlo, pero me fío de ti). Espero que el resultado de las elecciones te permitan disfrutarlo a tope. Veo que te mueves mucho por el barrio de Salamanca (mi barrio paterno y materno). Por cierto antes era Lista (hace la tira de tiempo), ahora es José Ortega y Gasset, jaja.
RépondreSupprimerRespecto a Lemaitre... ¿qué te puedo decir? Sabes que me encantó "Vestido de novia", su forma de escribir, en fin todo. Pero no sabía que era de novela tan tan negra,brutal, sádica. Me atrae, me atrae mucho esto que dices. Últimamente me ha dado también por este género. Acabo uno y empiezo otro (algunas veces hago algún lapsus). Ahora estoy con un libro de Thilliez (Paranoia) que me está encantando.
Besos madrileños
Ja ja ja, Marian. Lo de Ortega y Gasset era una licencia poética. Pero convendrás conmigo que todo el mundo la llama "Lista". Para empezar, hasta el metro se llama así. Lo que es curioso es que nadie se acuerda que la calle Conde de Peñalver antes se llamaba "Torrijos" aunque hay un mercado con ese nombre.
SupprimerSi quieres leer la trilogía de Verhoeven (que son cuatro libros, como los tres mosqueteros), yo empezaría por el primero, que ya está traducido. Le han llamado "Irene" en español. Y digo que empieces por el primero, porque, cosas de las editoriales, tradujeron antes "Alex". Yo acabo de terminar el tercero, "Sacrifices". Es que no puedo con la adicción.
Besos
Pues debo decir que yo no soy abstemia, me encanta el vino, prefiero el Ribera al Rioja, pero donde esté un buen Priorat, intenso y suave, que se quiten todos los demás vinos del muno. Vaya, que me anoto esos dos vinillos que usted recomienda sin dudar, a ver si mi enólogo de confianza los tiene por aquí. ¿Cerveza india? Vaya, vaya... Cuando estuve allí no podías mentar el alcohol. Corrías el riesgo de que te imaginaran ardiendo en una pira o pisoteada por una vaca sagrada. Y de Lemaitre, qué te voy a decir que no te haya dicho ya.
RépondreSupprimerBesines
Bueno, la verdad es que yo soy abstemio desde las dos de la madrugada hasta las ocho de la tarde del día siguiente. Luego, me desabstemizo, porque si no, las soirées se hacen largas y aburridas. A ver ¿tú te imaginas en el "Santoña", con una lubina así y bebiendo gaseosa "la Revoltosa"? Pues no, no mola.
SupprimerLa verdad es que a pesar de que he probado varias veces, no consigo entender los vinos del Priorat. Debe ser porque no he dado con los buenos: todos me saben un poco a hollejos. En cambio, los del Somontano los encuentro muy buenos. Y con los cavas del Penedés les he dado algunos buenos chascos a la gente de por aquí, que se creían que bebían Champagne cuando les había puesto algún buen cava (a mitad de precio).
La India es mi mayor agujero en el mundo mundial. Nunca estuve. Tendré que solucionar eso algún día.
Besotes
A mí me encanta el Vall Llach, desde que lo probé ando enamorada de ese vino, aunque sólo lo bebo en ocasiones especiales, que no es barato. Te lo recomiendo.
Supprimerbesos
Vale. Unos viñedos que ha fundado Lluis Llach merecen todita, todita mi atención. Conozco los de Jean Louis Trintignant en Aviñón y he probado el vino de Pierre Richard y el de ¡Gerard Dépardieu! (no están mal, pero mejor deben seguir haciendo cine y tal). Esto de hacer vino es como muy de artistas... franceses. Pero, en fin, aunque podría ser mi vocación, para empezar hace falta un pastón para comprar un viñedo. Pero vale, que me enrollo, que sí que, en cuanto pueda probaré el vino de Lluis. Además, las garnachas (un poco menos las cariñenas), son mis uvas favoritas.
SupprimerBesotes
En principio: ¡¡Gracias por tu visita!! se que he tardado mucho pero es que he tenido muy abandonado este mundo virtual así que lo siento
RépondreSupprimery segundo ¡Ñam, ñam! a estas horas viendo tus fotos me ha rentado un hambreeeeee!!!
Un beso
Hola 40añera. Me alegro que te haya entrado hambre al ver las fotos, porque eso, sin duda, quiere decir que ya te has librado de aquel virus que te corroía cual Margarita Gautier. Gracias por venir.
SupprimerBesos
Uy, el tandoori station, qué ganas le tengo a ese sitio. Y esas samosas de la foto me han hablado y me han dicho: ven... Los tomates verdes fritos también me han hablado. Igual tengo que ir al psiquiatra y volver a la medicación.
RépondreSupprimerYo creo que la mejor medicación, en un caso así, consiste en armarse de valor, olvidarse de la opinión del mundo el demonio y la carne (pero no el pescado ni el jamón) y plantarse en la puerta del Tandoori Station decidida a no aceptar una negativa para, acto seguido, empezar a consumir samosas. Suele funcionar.
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