jeudi 4 juin 2009
Donde comer pescado y marisco en Berkeley
Bueno, queridos amigos, hoy os voy a dar una información que seguro que os será de suma utilidad si estáis en Berkeley y os apetece comer buen pescado. Tal vez porque estéis en San Francisco y hasta el gorro del Fisherman Wharf y su pestazo a cangrejo recién cocido, o tal vez estéis hartos de los chinos de Chinatown. O incluso, puede ser que andéis por el mismo Berkeley haciendo un curso de biología evolutiva en la universidad, o simplemente visitando la casa de Lillian Stern tal como la cuenta Paul Auster en Leviathan. Pues ya está, os vais a Spenger's y pelillos a la mar.
Lo que es harina de otro costal es llegar hasta allí; nosotros nos perdimos varias veces. Estábamos por cosas del curro en algún lugar de fuera de San Francisco y teníamos un coche de alquiler con todo y su GPS, pero ni modo. En el coche, que conducía mi colega López, el de la foto con el bacalao (el bacalao es el de arriba), íbamos cuatro: dos españoles, un italiano y un francés, así que democráticamente decidimos que el GPS iba a hablar en español. El caso es que, ya cerca de San Francisco, la autopista se divide en dos ramas absolutamente iguales, formando una Y griega, y la voz femenina del GPS canta: -"continúe por la ruta prinsipal". Como decía Carlo: "cosa dice la signora messicana?". Lógicamente, López tomó por la que no era, y ahí se armó el carajal. "Recalculando" decía "la signora messicana", pero no había salidas en varias millas (que son como kilómetros pero más largas).
Total, bueno, que mal que bien y tras perdernos otra vez cuando ya estábamos en Berkeley, llegamos al Spenger's (os hago notar que el coche que se ve en la foto no es el nuestro). Fuimos bien recibidos, porque al pedir una mesa a la recepcionista y oir los nombres españoles, esbozó amplia sonrisa y nos trató a cuerpo de rey (Naturalmente, Carlo y Jean-Claude fueron igualmente bien tratados a pesar de no ser hispanófonos).
Y, la cena, pues bien. Excelente pescado estilo americano, grandes raciones y buena guarnición. Yo comí unas rodajas de lubina del pacífico al horno, cosa no muy original, pero es que no me atreví a probar el Mahi-Mahi, que era el bicho exótico. Los otros se dedicaron a parrilladas variadas que alabaron convenientemente.
Lo duro fué volver al hotel después, pero eso es otra historia. El caso es que llegamos. Si no, no estaría aquí dándoos la brasa.
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Me llevará algún día el azar o el destino a ese rinconcito del mundo?? por si las moscas me grabo a fuego el dato. Mientras tanto me tendré que conformar con el pescadito de estas tierras, que no es poco... como este fin de semana en la costa gaditana, más concretamente en El Palmar(que coquinas, que navajas, que atún fresco y que pedazo de calamar asado en las brasas me zampé :-) "casi na"
RépondreSupprimerPues te voy a decir la verdad. Está muy bien comer Mahi-Mahi en San Francisco, esturión en Rusia, lenguado del Mar del Norte en Ostende y todo eso, pero, en serio, hablando de la costa gaditana, me has hecho pensar en el Romerijo del Puerto de Santamaría y casi se me desborda la boca de tanta agua como he producido. Y otro restaurante cuyo nombre se me ha borrado (¿Avante todo?) en Sanlúcar de Barrameda y un plato de coquinas...inolvidables.
RépondreSupprimerAvante Claro, creo que dices. Y luego está el famoso Casa Bigote que quita también el "sentio"
RépondreSupprimerSí, eso es, Avante Claro. La próxima vez probaré el Bigote.
RépondreSupprimerCompañero no paras, si se me ocurre aparecer por Frasco, que lo veo dificil seguire tus consejos culinarios
RépondreSupprimerHola, colega, ¡cuánto tiempo sin aparecer por el Blog! Te recuerdo que San Francisco lo descubrimos su merced y menda hace ya unos añitos, cuando casi acabamos las existencias de irish coffees en el Buenavista. Para tu información, si vuelves por allí, te diré que el helicóptero que sobrevuela Alcatraz ya no existe, pero que el Fisherman Wharf sigue apestando al agua de cocer los bueyes de mar. Puajjjj.
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