dimanche 15 août 2010

De peces, pescados, pescaderías y pescateros



Queridos amigos que me leéis (no sé si habrá alguno en este mes de Agosto hirviente o empapado -según donde se mire-). He pensado, cosa que a veces sucede aunque luego me duelen las dendritas por falta de costumbre, que los peces y sus subgéneros comestibles eran un tema adecuado para una cálida tarde de estío (queridas gentes del hemisferio sud, ya sé que ustedes estáis congelándoos, pero haced como si no, pensad en el próximo enero y disfrutad). Sirva el espléndido esturión de la foto, al que tienen en una pecera en los almacenes Gum de Moscú, como cobertura.

A mí, para qué voy a mentir, más que los peces me gustan los pescados, bien preparaditos, a la plancha, fritos, al horno, en espetones... pero ello no quiere decir que los ejemplares vivos no me plazcan, De hecho, hace años (bastantes, rediez), una novia me regaló una pecera con unos peces rojos que fueron inmediantemente bautizados como Zinoviev y Kamenev (cosas de la corta edad y el "Zeitgeist" de la época). Los pobres se acabaron suicidando una noche al saltar de la pecera mientras su confiado dueño (menda) dormía a pierna suelta. Desde entonces, sólo me intereso por los pescados que ya están preparados para ser consumidos, como dije antes.

Sobre el tema, os voy a mencionar dos libros que me han cambiado la vida. El primero es un incunable que no creo que se pueda encontrar fácilmente hoy en día. Lo compré en Veracruz y me enseñó muchas cosas, por ejemplo los diferentes nombres de los peces en cada sitio, amén de muchas interesantes recetas, como el Huachinango a la veracruzana y otras más:




El segundo lo compré en Londres, en "Borders" (por una vez no fué en Waterstone's). Este tal vez lo podáis encontrar. Es interesantísimo, analiza la historia de la pesca del bacalao desde un punto de vista histórico y sociológico. Cuenta, por ejemplo, que los "arrantzales" vascos llegaron a Terranova persiguiendo bacalaos mucho antes que Colón, pero que se callaron como muertos para que nadie les pisara la pesca:



Un tema que siempre me ha interesado y que no dejo de visitar si tengo tiempo cuando viajo, son las pescaderías. En otras entradas del blog ya os he puesto fotos de pescateras en Helsinki y en Cabo Verde. No las voy a repetir, que ya se está poniendo esta entrada pesadota y quedan como diez fotos. Por ejemplo:



Una pescadería en el mercado de Almaty (Kazakstán). Todavía sueño con la pescatera en algunas cálidas noches. Tan sonriente, tan inmortalizada, tan manifiestamente simpática, y eso que no le compré nada.



Una pescadería en Trouville (Normandía). Allá, tienen de todo, pensado sobre todo para los que vienen de París de fin de semana (Deauville-Trouville es un sitio tradicional para las vacaciones de los parisinos) y te lo preparan en una caja de frigolite, con hielo. Yo no iba de París, sino de Bruselas, pero a pesar de todo me vendieron un buen rodaballo y unas cigalas bien embaladas.



Vendiendo ostras de Colchester en la torre de Londres, al lado del Támesis. Deliciosas, válame Dios.




Un supernercado en Tokio. Como se ve, el contacto humano no es su fuerte. No se le puede decir al pescatero: "Ehhhh, Manué, no me pongah ese bisho, que tié el ojo podrío"




La pescadería de "Harrods", en Londres. Aunque no vayáis a comprar nada, una vez que hayais visto la horterada del monumento dedicado a Diana y a Dodo el Fayed, no dejéis de pasaros por los "food hall". Son espectaculares.





La boutique del bacalao, en Madrid. Nunca he entrado, pero siempre me ha gustado su aspecto exterior.




Y para terminar, he aquí la foto de una pescadería en Bruselas. Debéis imaginar qué nacionalidad tiene el propietario. Hay que decir que tomé la foto a los pocos días de la copa del mundo, no se pasa todo el año así.


Y nada más, creo que por hoy, ya está bien. Que paséis un buen fin de semana.




Fisherman Blues. The Waterboys

27 commentaires:

  1. Interesante vuelta al mundo gráfica a través de pescaderías y pescados Monsieur Sorokin, o tal vez tendría que llamarle Sr. Don Gato? ;-).

    En serio, que no hay nada mejor que visitar los mercados y tiendas de comestibles de otros lugares. A mi me reporta muchísimo placer, ver los colores, las distintas formas de llamar a los alimentos, nuevos y desconocidos manjares... De los que ha puesto me quedo con las ostras Colchester, mira que están rebuenas. Precisamente con una amiga, hace años, nos tiramos la pijada de tomarnos unas bien fresquitas con una copa de champan en Harrods. Nos pegaron la clavada claro está. Luego en sucesivas visitas a la pérfida Albión he descubierto otros sitios más baratejos para tomarlas.

    Disfrute lo que queda de finde, aquí tenemos un día extra de más por ser festivo mañana. Saludos

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  2. Pues sí, Madame Delikat, he de confesar que Garfield es mi personaje favorito de ficción y que me siento muy unido con él.

    Y totalmente de acuerdo, las ostras Colchester son un gran descubrimiento que, en general, no cruza el canal. Lo de comerlas en Harrods.. chapeau!, vaya estilazo. En el tenderete de la foto no eran caras a pesar de estar en plena Torre de Londres. Eso sí, para beber no había más que un Chardonnay, creo recordar que australiano. En cualquier caso, lo más bizarro que he bebido para acompañar ostras ha sido una cerveza Guiness en un pub de Clifden, en Irlanda, claro. Bufff, no sé qué decir al respecto.

    Buen fin de semana largo. Saludazos.

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  3. Yo estaba pensando más en ese "Sr. Don Gato que sentadito en su tejado MARRAMA-MIAU, MIAU, MIAU...al olor de las sardinas el gato ha resucitado MARRAMA-MIAU, MIAU, MIAU..."

    Pero vamos, que no cuesta tampoco nada imaginarse a Garfield en estas "pescaventuras":-)

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  4. Ahhh, Madame Delikat que soplo de aire fresco me ha entrado al revivir la historia del señor don gato. Vamos, que me he puesto a buscar en Google y he encontrado algunas cosas interesantes como esta traducción al inglés:

    http://mamalisa.com/?t=es&p=2222&c=23

    Aunque queda en el aire, tras compulsar las diferentes versiones si la gatita es blanca o es parda y si don gato se rompe "el espinazo y el rabo" o "la puntita del rabo". Yo casi voto por el espinazo, porque, vaya, con sólo la puntita del rabo no se muere nadie. Ummm. :-0

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  5. Me quedo con la interesante pescadería de Bruselas toda decorada de banderas españolas!!! Decirte (para darte envidia ;-)) que para septiembre voy a estar en Tokio y eso significa que voy a visitar la lonja y comer pescadito fresco frescoooooo. Ya te explicaré qué tal la experiencia.

    Me ha gustado mucho tu entrada.

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  6. ¡Qué suerte, Arantxi! A mí me gustó muchísimo Japón. Aunque iba por cosas de trabajo, me tomé unos días libres para ver Tokio y dar una vuelta por Kamakura y Hakone. Me perdí la lonja del pescado de Tokio porque hay que levantarse a las cinco de la mañana y... ¡ay! fallé.

    No te pierdas ir a cenar en uno de esos barquitos que te pasean por la bahía de Tokio mientras te dan témpuras, sushis, makis, sopas, etc. Sobre todo, el témpura de anguila es algo delicioso. (Por cierto, si se enteran que un restaurante japonés pone vinagre de Módena en sus platos lo podrían excomulgar a perpetuidad)

    Que lo pases muy bien

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  7. Hola Sorokin:
    Me gustó mucho el tema, lo escrito y las fotografías.
    La razón es simple. Trabajo con peces (aspectos de desarrollo) y me gusta el pescado.
    Por otro lado, tanto mi madre como mi padre fueron biólogos, y como tales son considerados entre los fundadores del Instituto Nacional de la Pesca en México.
    Ese instituto, amén de hacer investigación sobre los recursos, tiene su propia obra editorial, entre la que se encuentra el libro que presentas al inicio.
    Es un gusto doble que lo tengas en tanta consideración.
    Las fotos de las pescaderías me gustan y me llenan de dudas, como ¿qué pescados estaría vendiendo la muchacha de Kazakstán? (me queda la duda de si son de agua dulce o del Mar Caspio y, cualquiera que sea el caso ¿qué peces eran?).
    Por otro lado, comparar la venta de pescado a pie de playa en Cabo Verde con la asepsia japonesa está como alucinante, por no decir de la extravagancia de ver pescaderías que parecen sastrerías o joyerías.
    En fin, se agradece que compartas la diversidad de lo que conoces y que para algunos nos es tan distante. curiosamente quizás más en los aspectos cotidianos que no suelen aparecer en los documentales.
    Saludos
    RRS

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  8. Hola, Xerófilo, qué bueno que te haya interesado el tema: Siempre es un honor que unas cosas escritas por un mero aficionado le interesen a un profesional. Por otra parte, felicitaciones por el libro de los pescados y mariscos de las aguas mexicanas, de verdad lo encuentro muy bien estructurado y con un montón de información; primero el catálogo de especies y luego en la segunda parte el libro de recetas, con referencias cruzadas entre ambos. Muy bueno, en serio. No sé si sería posible encontrarlo todavía, tal vez le interesara a algún lector del blog.

    La bella pescatera de Kazakstán (me sigue fascinando su sonrisa de Gioconda) vendía mayormente esturión seco del Caspio y caviar. Tambien tenía rodajas secas de algo que podría ser salmón y latas de "queta" (caviar de salmón de Khamchatka). En todo caso, el rey de los pescados por allá es el esturión del mar Caspio, pero aunque yo lo comí fresco en Aktau (fabuloso), en la orilla del Caspio, en el mercado de Almaty sólo lo vi seco.

    Lo que es impresionante es la vista que tuve del ex-mar de Aral desde el avión: está prácticamente sin agua. Triste ejemplo de lo que puede hacer la técnica mal empleada y sin control.

    Saludos

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  9. Eso me gusta , me encanta visitar mercados , pescaderías y todo lo relacionado con las costumbres gastronómicas de otros países en vivo y en directo, el tema de las pescaderías me parece interesantísimo , creo yo, y es mi humilde opinión, que al ser el pescado un producto que perece rápidamente, el estado de las pescaderías y el del pescado mismo dice mucho de los que lo comen .
    Ese incunable me ha dado una envidiaaaaaa , esa es otra de mis costumbres comprar libros de cocina alla donde voy , pero de Bruselas no pude llevarme ninguno , cosas de la prisa , tiene que haber alguno que se llame algo así como "mil formas de comer mejillones"
    En cuanto a las pescaderías, aunque la de Almaty me parece muy interesante , me quedo con la de Normandia .
    Y por supuesgto y muy a mi pesar porquè Japón es el destino de mi vida, entre una de Tokio y otra de Cabo Verde...... pues creo yo que hasta tu me acompañarías delante de una langosta y la musica de fondo de "a diva dos pés descalços".

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  10. Hola Mai, qué gusto verte por aquí otra vez.

    Tengo que volver por México en Octubre, así que intentaré enterarme si hay alguna manera de conseguir el "incunable". Tal vez existan nuevas ediciones. No sé, me enteraré.

    De las "mil maneras" de cocinar mejillones, estoy seguro que tiene que haber algo, pero a mí, entre nosotros y que no se enteren mis amigos belgas, los que más me gustan son los "tigres" al estilo de Bilbao: con una salsita de tomate y pimiento.

    Sobre Japón y Cabo Verde, es cierto lo que dices: me apunto sin dudar a una buena langosta en un restaurante al lado de la playa en Mindelo mientras suena "sodade, sodade" de Cesaria Evora.

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  11. Hola otra vez:
    Me puse a buscar sobre el libro mexicano.
    Me temo que no ha habido otra edición o reedición.
    Trataré de averiguar algo más, pero lo más seguro es que sólo se pueda conseguir en las librerías de viejo de la Ciudad de México.
    La verdad es que incluso dudo que se encuentre en la biblioteca de mis padres.
    En fin, si vas al DF quizás puedas tratar de conseguirlo. Las librerías de segunda se encuentran en la calle de Donceles, una cuadra atrás de la Catedral.
    Saludos. Si averiguo algo te lo haré saber.
    RRS

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  12. Gracias por tus indicaciones, Xerófilo. Intentaré pasar por las librerías de viejo en mi próximo viaje. De hecho, ese es otro tema que también me gusta: visitar las librerías de antiguo; a veces se encuentran cosas muy interesantes (La joya de mi biblioteca es una edición del Quijote de 1700, pero no siempre se encuentran cosas así)

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  13. A pesar de los estragos de la resaca, luego de una estupenda cena con doradas al horno, como siempre, estimado Sorokin, disfruto como dicen acá: mogollón, de tus entradas. Es un paseo precioso por los puestos de pescado de algunas partes del mundo... esperaremos las segundas, terceras y demás partes.
    Vengo de pasar unos día en Gijón y la verdad en pocos lugares se pueden comer pescados tan ricos, frescos y bien preparados, un lujo.
    Los libros que mencionas, me encanta el primero en su gran utilidad, y el segundo en esa maravilla de poder ver algo de historia detrás de esos alimentos que consumimos.
    Saludos gatunos.

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  14. Miauuu...chas gracias por tu comentario, Claudia. Miauuuu...legro que te haya gustado la entrada sobre el pescado.

    Bueno, en serio, me alegro que te haya gustado la entrada. Lo que dices de Gijón es cierto, pero no sólo para Asturias, sino para toda la costa cantábrica. En Luarca me comí una vez un Sargo, simplemente a la plancha, que hubiera podido hacer saltar lágrimas al mismísimo Genghis Kan (y mira que esa gente sólo comían filetes tártaros). En la Cantabria de mi niñez, ponían unas ruedas de bonito, finas, tostaditas por fuera y tiernas por dentro que hacían aplaudir hasta a los guardias urbanos y, en Bilbao, todavía me acuerdo de un besugo a la espalda cuyas lascas se separaban simplemente con el tenedor y se deshacían en la boca...

    O sea, que sí, que se come buen pescado en el Cantábrico. No digo que en otras partes no sea bueno, pero salvo en Portugal y en Grecia, tienen tendencia a pasarlo demasiado. En el Vieux Port de Marsella una vez me enseñaron una lubina viva antes de hacérmela a la brasa con no sé qué leña de no se qué árbol y luego, al comérmela, estaba fibrosa; la habían cocido demasiado. En fin...

    Saludotes

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  15. Venga un abrazo, mis lugares de culto, además de las librerías son las pescaderías y las tiendas de gadgets de cocina.
    Me encanta tu trabajo (viajar) pero esa vena gourmet que te caracteriza y te hace sensible para compartir estas cosas es buenísima.

    Cuando el Xerófilo averigue yo me apunto para comprar el libro.

    Un gusto leerte Sorokin.

    Ensenada en mi boca, así tutilé una entrada en mi blog, puedes ver ahi los pescados de Ensenada B.C.N.

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  16. Ce commentaire a été supprimé par l'auteur.

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  17. Gracias, Carmen. Es un gusto recibir tus comentarios. ¿Sabes? aparte de las pescaderías y las librerías, tambien me gusta visitar las fruterías, cosa que veo que tambien tú haces leyendo las entradas en tu blog. Otro día pondré algunas fotos de fruterías. Ya sé que no tienen el mismo encanto que las pescaderías, pero tienen la ventaja sobre éstas, que cuando vas de viaje y estás en un hotel puedes comprar fruta y comerla en tu habitación, o paseando por la calle. En cambio, con el pescado es más difícil hacer eso ;-)

    Voy a leer tu entrada sobre Ensenada. La verdad es que me apetece mucho conocer Baja California.

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  18. He suprimido el comentario anteúltimo porque no hay manera de corregir un error de mencanogafía (o, por lo menos, yo no sé como hacerlo), salvo borrarlo y hacerlo otra vez sin el error.

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  19. Uahhhhh, y ahora he puesto "mencanogafía". Es obvio que quiero decir "mecanografía"

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  20. Hola Sorokin: De regreso vengo impregnada de fachadas de lugares culinarios y mercados peculiares del mismo tema. Veo que somos unos cuantos que compartimos este gusto y bueno, yo traje algunas fotografías interesantes. Por ejemplo, pude fotografiar en París la fachada de Ladurée, todo un mito, por los macarons que hacen y me encantó verla en persona. La última vez que había estado en París, ni sabía de su existencia.
    En Freiburg coincidí con un precioso mercado callejero con frutas y pastelitos de paraíso y en Estrarburgo pude apreciar algunos locales sumamente cuidados que exhibían delicatessen divinas.
    También comparto la debilidad por los libros de gastronomía, por eso me encantan los que vienen en la entrada. Al hilo puedes echar una ojeada por este interesante blog, al menos a mi me parece que tiene hallazgos muy interesantes. El enlace es: http://librosdecocinaygastronomia.blogspot.com/
    En fin, me alegro de volver y encontraros por aquí, en tan agradable diálogo, como es habitual, junto a Delikat, Claudia y los demás.
    En mi blog, contestando vuestros comentarios os conté algo más de mis vacaciones, por lo que no me repetiré, pero me sirvieron los consejos que me dejásteis.
    Un beso.
    Ah, me encanta el bacalao en todas sus formas, por lo que me voy a quedar con esa fachada madrileña, que por lo demás, también me parece llenísima de encanto.
    Otro beso.

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  21. Fe de erratas:

    ¿Es contagioso?
    Donde dice Estrarburgo, por supuesto quiere decir Estrasburgo. Sorry. Esta vez me di cuenta porque repasé, pero... Sorry por todas las veces ¿vale?

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  22. Pues sí, no es lo mismo las futas que los pescados, pero si te contara que me traje unos pescaditos de Bahía, Brasil. Y aun así los anduve paseando en Sao Paolo en la casa de una amiga y luego llegaron aquí bien lindos, jaja, pero estaban secos.

    Aquí está la entrada que te recomiendo de Ensenada. Un abrazo fraterno.
    http://saboreartentusiasma.blogspot.com/search?q=ensenada+en+mi+boca

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  23. Hola Viena,

    Me alegro mucho que te lo hayas pasado bien en vacaciones y que hayas disfrutado de la Selva Negra, de Freiburg, de París y demás sitios. Si has ido en coche, espero que hayan arreglado la autopista Estrasburgo-París, porque hace unos años era una catástrofe, eso sí, carísima.

    Los macarons de Ladurée son ciertamente buenísimos, aunque aquí en Bruselas, los hacen también muy buenos, pero, vaya, no quiero comparar. ¿Fuiste a la confitería de la rue Bonaparte en St Germain-des-Près? En mi próximo viaje a París tengo que hacerle unas fotos. Es que yo acabo siempre en "Les Deux Magots", de ahí al "Arcbuci" o al "Procope"y se me olvida lo demás.

    Voy a echarle una mirada al enlace que pones sobre los libros culinarios. Mi madre tenía uno de la Marquesa de Paravere que era un monumento. No sé dónde habrá ido a parar.

    Por cierto, tu avatar ya sale correctamente. Un abrazo

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  24. Hola Carmen, me he quedado con los ojos abiertos como platos soperos leyendo tu entrada de Ensenada. ¡Qué maravilla de pescados! ¡qué variedad! Ya comprendo que no te quisieras volver a la ciudad de México.

    Sabía que, por otra parte, había grandes viñas en Baja California. Creo recordar que casi todo el vino que yo bebía en mis tiempos mexicanos venía de allá. ¿Domecq y Eschenauer tienen viñedos allí?

    Y lo de los pescados secos es trampa, así también los traslado yo de un sitio a otro :-). Me haces pensar en los charales del lago Pátzcuaro, aunque la verdad no me entusiasmaron demasiado, debo decirlo.

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  25. Menudo nivel Sorokin: ¡Deux Magots! ¡Procope! por favor, olor a revolución y madera intelectual de la buena. Lugares míticos que no, no he tenido el gusto de visitar. La verdad es que el viaje a París fue simplemente un paseo, algo que improvisamos de vuelta y no dio para mucho más que lo que hicimos. La chiquilla se quedó boquiabierta con la torre Eiffel, el volumen sigue siendo lo más impresionante a los 11 años, imagino. Bueno yo también me quedo impresionada, no nos hagamos ahora los duros. Y las anteriores veces que estuve en París, estaba totalmente en otra historia ¡yo era hippie! jajaja.
    Bueno, no puedo ver mi avatar, ahora ya no sé si es cosa de mi equipo o es que no se ve, pero yo sigo viendo la crucecita roja en lugar de mi avatar (en seguidores).
    Las autopistas estaban muy bien, pero eran, no caras, sino lo siguiente, un buen palazo.
    Nos seguimos viendo.
    Un abrazo.

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  26. Ja ja, Viena. Lo que pasa es que cuando era estudiante en París (pasé allí un año), el Barrio Latino era mi casa. Dinero no había mucho para juergas, pero cervezotas en "Les Deux Magots" y en el "Café de Flore" han caído unas cuantas. Lo del Procope, Arcbuci o la Brasserie Lipps son sitios que he visitado ya en mi vida de post-cronopio que diría Cortázar.

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