Tenía esperando en mi estantería desde hace ya unas cuantas eras geológicas (por lo menos) "The Earthsea Quartet" de Ursula K. Le Guin, así que, aprovechando las circunstancias un tanto estáticas en las que se ha desarrollado en los últimos meses la vida de éste, vuestro bloguero, decidí que ya era hora de meterle el diente. Vamos, el ojo, porque morder el libro me pareció un tanto insalubre, sobre todo porque las hojas estaban ya amarilleando y, a saber si no tenían algún gusano o virus comelibros pegado. Pues eso, que me puse a leerlo sin más dilación.
Ya había leído antes un par de libros de Ursula (es que uno acaba cogiendo confianza con sus autores favoritos). La Le Guin tenía muy buena reputación en ciertos medios por sus escritos de ciencia ficción con toques de antropología social. En su día, me marcó mucho "The Dispossessed", una historia que pasa en un planeta donde se ha establecido una sociedad anarquista perfecta, en la que nadie, en principio, es superior a nadie. Sin embargo, a lo largo del tiempo se van creando de forma natural discrepancias entre las personas, que dan origen a nuevas relaciones de poder. Creo que hay versión castellana, así que si no domináis la lengua de Faulkner, podéis leerlo en español:
El estilo de "El cuarteto de Terramar", como se ha llamado en castellano, es diferente. Se trata de cuatro historias de "ficción fantástica". Más en la onda de Tolkien o de la que luego fue su aprendiz - aunque no le llegue a la suela del zapato- J.K. Rowling. Magos, dragones, guardianes de tumbas secretas, poderes tenebrosos del fondo de la tierra, conviven en las islas de Terramar, que aquí os presento:
Pero es eso y mucho más. Su lenguaje es muy poético, y te engancha hasta no poder dejar el libro. No sé como será en las traducciones que se hayan hecho (o perpetrado, vaya usted a saber) de su obra, así es que si la leéis en otro idioma y os parece una chanflaina, no me echéis la culpa, coleguis. Además, subyacen en las historias del libro sus reflexiones sobre el poder, sobre la fuerza de la imaginación, la creencia y la descreencia...
En el libro segundo, "las tumbas de Atuan", -para mi gusto el mejor- Tenar, una sacerdotisa sagrada del templo, huye con Ged, un mago de otra isla -el protagonista principal-, abandonando la seguridad en la que ha vivido sus quince años y llora desolada (traduzco): "...lo que había empezado a aprender era el peso de la libertad. La libertad es un fardo pesado, una carga grande y extraña para el espíritu. No es fácil. No es un regalo espontáneo, sino una elección y esa elección puede ser muy dura. El camino hacia la luz va siempre cuesta arriba, y el viajero cargado puede no llegar nunca al final..."
Valga como ejemplo, ea. Pero el libro está lleno de amenazas, de poderes tenebrosos que habitan en los rincones más oscuros de la tierra y que nos amenzan de forma continua. Tanto, que tras leer el libro, empezaron a aparecer señales un tanto inquietantes en mi calle:
E incluso en el interior de mi casa:
Así es que, vuestro bloguero, para relajarse y olvidar el poder de lo innombrable, se puso a hacer un clafoutis de plátano,
El clafoutis más genuino debe hacerse con cerezas, pero, en fin, no estamos en temporada de cerezas, así que me decidí a hacerlo de plátano porque es lo que tenía en casa. Hace falta harina, azúcar, sal, huevos, mantequilla y leche. Véase (falta la leche, pero es que no cabía en la foto):
Preparé una fuente de Pirex, porque no tengo moldes de clafoutis (ni de nada, las cosas como son):
La primera acción es reblandecer la mantequilla (yo lo hice en el microondas, apenas diez segundos en el punto más bajo) y untar bien el molde con un pincelito:
Añadir azúcar sobre la mantequilla:
Quitar lo que no se haya pegado, volcando ligeramente el molde:
Mientras, os podéis tomar una cerveza, y preparar cuatro huevos en un cuenco. Como se ve, mis huevos eran de dos gallinas diferentes. Eso pasa por no pedir el ADN de los pobres volátiles cuando compras los huevos:
Los huevos se baten con el azúcar y después se añade la mantequilla, la harina, la leche y una puntita de sal:
Como ya os habréis terminado la cerveza, podéis cortar dos plátanos en rodajas y las ponéis en el molde:
Se añade lo que habéis batido en el cuenco y se mete al horno precalentado a unos 200º. Treinta y cinco minutos de horno y ¡Oh amigotes! lo que sale es esto:
Bueno, pues ya tenéis un postre o un desayuno, según os plazca. Os prometo que, en cuanto haya cerezas, haré otro clafoutis canónico con las cerezas.
Oh, perdón, se me olvidaban las cantidades:
Azúcar, 135 gr
Harina: 80 gr
leche: 1/4 de litro
sal: un pellizco
Venga, besotes
Suena bien... aunque he de reconocer que El Tolkien siempre me ha abrumado, y si la Ursula (me imagino que nada que ver con la Andress) va por ahí..., pues... Aunque me imagino que con un clafoutis al lado y una copichuela de algún licor, la cosa debe ser mucho menor. Yo continuo con el Nido de Víboras, cada 15 días, 2 capítulos. No hay que exagerar.
RépondreSupprimerPues yo creo, Oteador, que "los desposeídos" tal vez te gustaría, porque ese sí que no va por el rollo de Tolkien. Cuando, dentro de varios meses, acabes con el Nido de Víboras y, si no te metes con "Teresa Desqueyroux" acto seguido para completar a Mauriac, podrías probar a la Ursula. En fin, tú verás.
SupprimerSorokin, querido amigo, siempre me alegras la vida con tu forma tan simpática de contar las cosas.
RépondreSupprimerQué tal andas hombre?
El libro apetece leerlo después de tu presentación. Si lo leeré o no el tiempo lo dirá. Lo que ya es más fácil es hacer la tarta que nos traes. Desde luego las cerezas me gustan más. Y ahora es tiempo de fresas, igual también le van bien no?
Anoto la receta.
Bicos, corazón.
Hola Ohma. Gracias por interesarte por cómo ando. Voy recuperándome de mis historietas salutarias. Poco a poco, pero con paso firme.
SupprimerLo de las fresas es una idea, por supuesto, muy bien visto. Además, por aquí nos están inundando con fresas de Huelva. Prácticamente, te regalan un kilo por casi nada (sobre todo, a la hora del cierre de los mercados de barrio, a los que soy superadicto) Lo malo es que, si no te comes el kilo en un día, empiezan a echar moho, así que lo de hacer una tarta es una buena idea.
Besazos
Me apunto la recomendación, que me gusta la ciencia ficción (uy, un pareado). Aunque el tema fantástico rollo Tolkien me aburre terriblemente. Lo único que me ha gustado es "Crónicas de Dragonlance", cuando tenía 13 años, y ya.
RépondreSupprimerEs que Tolkien es un tío muy plano, con un lenguaje muy facilón (vamos, sus libros son óptimos para aprender inglés). Nada que ver con la Le Guin, que es mucho más profunda. Pero bueno, te digo como al Oteador, prueba "los desposeídos", o "la mano izquierda de la oscuridad" (the left Hand of Darkness) que llevan otro tipo de rollo.
SupprimerSorokin, la verdad no soy una lectora de ciencia ficción, ese género me aburre aunque sé que existen joyas, aunque tal como los describes apetece asomarse a estas novelas. Mi meta es leerme todo lo que leía Borges, y cuando termine, empezaré con otras cosas. Jaja. Luego, de lo que sí soy una fanática es de los postres, así que me quedo con tu receta, que son muy propias de la cultura francófona, ya lo estoy aprendiendo, muy ligeras, simples y deliciosas.
RépondreSupprimerClaudia, es que hay muchas clases de ciencia ficción, no todo son aventuras galácticas de naves interplanetarias, etc, como "Star Trek" o la guerra de las galaxias. E incluso de este tipo, que podríamos llamar "canónico", hasta los clásicos escribieron libros, como H.G. Wells, Julio Verne, etc... Pero, vamos, mencionando a Borges, algunos de sus cuentos, como "La Biblioteca" o "El Aleph" son de algo muy parecido a la ciencia ficción. Me alegro que te gustara la receta del clafoutis. Ya me contarás cómo te sale si la haces. Si la haces con cerezas, que es lo más típico, el dilema es si poner las cerezas deshuesadas o sin hueso: Francia está dividida en dos mitades sobre ese tema :)
Supprimer¡Buenos días! Adoro tu blog y cómo escribes, y por ello he decidido darte el premio Liebster. Espero que te haga tanta ilusión como a mí, te espero aquí: http://besuntanned.blogspot.com.es/2014/04/liebster-award-discover-new-blogs.html
RépondreSupprimer¡Muchos besitos!
Hola Queen B, muchas gracias por el premio. Intentaré responder a las preguntas que planteas en tu blog.
SupprimerBesos
Buenas y aventurosas reseñas. Me confieso al igual que Claudia, que mi elenco de literatura de ciencia ficción se quedó estancado en la adolescencia con Tolkien y M. Ende... Pero lo que explica vuesa merced es verdad, lo mismo pasa con las pelis o series llamadas de ciencia ficción, que todas no son rayos láser y maquinas futuristas, y esas sí que me las veo sin chistar... Así que habrá que ponerle remedio a lo literario.
RépondreSupprimerEl postre muy sencillote y resultón. El año pasado me empeñé en hacer un clafoutis y se me pasó la temporada, a ver si este año no me pasa lo mismo.
Saludos monsieur
Ah, Madame, se me olvidaba Michael Ende y su nada que avanza comiéndoselo todo. Y de películas, no me diga su merced que no ha visto "Blade Runner" de Riddley Scott, incluído el monólogo final del replicante que, por una vez y sin que sirva de precedente -odio las pelis dobladas- dobló como los ángeles Constantino Romero. Tendré que hablar de eso en algún momento, porque he leído el libro que le sirvió de guía (¿"sueñan los androides con ovejas mecánicas"?). Pero bueno, que hay muchas cosas muy interesantes en ese género.
Supprimer¿Se le pasó la temporada del clafoutis? eso es que lo quería hacer de cerezas, supongo. Pues ánimo, que la temporada se acerca.
Una respetuosa morisqueta, Madame
¡Excelente como siempre! :)
RépondreSupprimerMuchas gracias, Angela
SupprimerTIENE QUE ESTAR RIQUISIMO!!
RépondreSupprimerME GUSTA POR LO FACIL.
CHAUCITO
Hola Alicia. Gracias por tu visita y tu comentario. Pues sí, es muy facilito. Estoy seguro que te gustará si lo haces.
SupprimerSaludos