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"La Tierra, planeta azul, en el que astrónomos entusiastas captan la luz de estrellas en los confines del espacio.
La Tierra, planeta azul, en el que un cosmonauta, desde la ventana de su nave, enumera los continentes de las geografías de su niñez.
La Tierra, planeta azul, en el que un dictador celebra la Navidad en familia, mientras que millares de cuerpos arden en los hornos crematorios.
La Tierra, planeta azul, en el que, descolgándose con estruendo del casquete polar, un iceberg azulado comienza su largo periplo oceánico.
La Tierra, planeta azul, en el que dieciséis familias han acumulado más riquezas que cuarentayocho paises pobres.
...."
Hubert Reeves: "La Tierra, planeta azul", introducción a su libro "Chroniques du ciel et de la vie". La traducción es mía, así como la selección de los versículos (hay más). Echadme la culpa si no os gusta.
Bueno, queridos lectores, no sé si conocéis a Hubert Reeves. Reeves es un divulgador científico, pero al mismo tiempo es un ecologista convencido. Podéis estar de acuerdo o no con lo que dice, pero al menos es interesante conocerlo porque los temas que trata están a la orden del día, sobre todo después del fiasco de Copenhague. Desde luego, para leerlo no es necesario comulgar con todos sus postulados (por ejemplo, a mí lo del vegetarianismo no me acaba de calar. Oyesss, un buen jamoncito de Jabugo es algo que te eleva a una categoría anímica superior). Pero, insisto, vale la pena leerlo. Además, es ameno, conciso y fácil de leer. Yo acabo de terminar "Chroniques du ciel et de la vie", Editions du Seuil. Antes había leído "Crónicas de los átomos y de las galaxias", en español, en el libro de bolsillo de Alianza Editorial.
Si no os gusta podéis criticarme, cosa que presta un montón, como dicen en Asturias.
El diaporama que os pongo a continuación está un poco traido por los pelánganos, pero en fin, ahí va. Las fotos son sorokinescas. No os digo de quién es la música, así podéis adivinarlo. Eso sí el autor no pertenece a la SGAE, tranquilo, Ramoncín.