Este fin de semana, queridos amigotes, han coincidido varias circunstancias que han dejado una indeleble huella en el espíritu (y el cuerpo, pardiez) de vuestro bloguero que os quiere con un intenso amor fraternal. En primer lugar, dejadme deciros que el 11.11.11 ha pasado sin mayor pena ni gloria. Ningún cometa, asteroide, godzilla, diablo alado, 666, u otro agente del averno ha perturbado la marcha regular del planeta (por el momento, que ya veremos, ya veremos). Además, aquí, era festivo el día 11, porque los belgas siguen celebrando el armisticio... ¡de 1918!. Anda que... con la de mierda que trajo después...pero, vale. En tercer lugar, ha hecho un tiempo increíble: 18ºC y sol en Bruselas en pleno mes de Noviembre y, para acabar, el dia antes, mi simpático dentista me dejó la encía hecha unos zorros. Eso sí, para que no tuviera que articular palabra mientras me cercenaba media encía, me avisó que la música que había puesto era "Julio Cesar" de Jorge Federico Händel. Así no tenía que preocuparme nada más que de gritar. Muy amable mi dentista.
A la vista de todo eso, ayer, me lancé por tercera vez en la historia a tratar de descubrir el famoso jardín Jean-Félix Hap, el rincón público más privado que existir pueda. Siempre supe que estaba en la Chaussée de Wavre 508, pero, lo que no pude encontrar antes de esta vez es eso, el 508. Y ¿cómo? me diréis... basta seguir la numeración, Sorokin, ¿o no sabes contar?. Pardiez, no. La tal Chaussée de Wavre es un laberinto como sólo se le puede ocurrir a un belga:
Desde la place Jourdan, parte en dos direcciones diferentes, pero los tramos correspondientes se llaman otra cosa en sus inicios, o sea que te despistan a mas no poder. Hay una parte peatonal, que he llamado "1" en la foto de Google. Otra parte "2", a la izquierda de la foto a la que se llega por otra calle que no se llama así y, por fin, la parte "3", a la derecha, que es donde está el número 508. Pues vale, ya lo sabéis.
El jardín está medio oculto por una puerta con un aspecto totalmente normal, que no desvela lo que hay dentro:
Y dentro, el rincón mágico, la calma, el reposo, a pocos cientos de metros de las instituciones europeas. Nadie lo creería. Y por eso sigue siendo un sitio secreto. Público, pero secreto, disfrutado solo por los persistentes cabezotas que no nos hemos dejado despistar por el truco de la Chaussée de Wavre:
El jardín ha pertenecido a la familia Hap desde el siglo XIX. Gentes con dinero, políticos, alcaldes y demás. Naturalmente, el jardín no estaba solo, no, vaya tontuna. Era el jardín del palacio de estas buenas gentes. Palacio que ha pasado por distintas vicisitudes, hasta que al final de siglo (el XIX, claro) se edificó la casa que -rota, decrépita e inhabitada- todavía existe:
En 1954, Jean-Félix Hap, cedió el jardín a la comuna de Eterbeek (a ver, taruguillos, que ya os he explicado en otras ocasiones que Bruselas es un conjunto de 19 comunas, a ver si nos leemos lo que os cuento, que si no, para qué me esfuerzo como un maldito. Eterbeek es la comuna de toda esta zona). Al principio, sólo podían ir ancianitos y gente así, pero en 1988, el último Hap cedió el jardín sin más condiciones. Vamos, tanto, que hasta los de Albacete pueden ir sin que nadie les diga ná.
El jardín, ya lo veis por las fotos, es precioso y tranquilo. Hay árboles centenarios, pajarillos, flores y bichejos de todo tipo. No sé si sabíais que en Bruselas hay unas bandadas de periquitos salvajes que van buscando los árboles más frondosos durante el día. A la caída de la tarde es un espectáculo ver todas las bandadas volando en medio de gritos agudos, "shreeeiik, shreeeiik" buscando sus árboles nocturnos. Parece que su origen fueron algunos periquitos domésticos que se escaparon de sus jaulas hace años. Tal vez, pero el hecho es que sorprende ver estos pájaros tropicales adaptados al clima de por aquí.
No tenía a mano más que la Canon 90, no la reflex, así que la foto no es muy brillante, pero como testimonio, vale (y no os atreváis a decir que no, que no pongo más)
Para terminar la tarde encontré cerca de Place Jourdan una tienda de vino donde tienen "Finca Sobreño" de Toro:
Me compré dos botellas, pero lamentablemente, tengo que deciros, amigotes, que este no es mi Sobreño, el Sobreño que me arrullaba, me endulzaba, me camelaba, el que tenía 9 puntos en la guía Parker. Pues no, este, de 2007, está a varias millas por debajo de sus ancestros de 2003 y 2005. Es lamentable que se te caigan los mitos así, carallo.
Tras eso, sólo me queda mostraros la cola que había para comprar "frites" en Antoine, un poco más allá, en la Place Jourdan:
Un servidor pasó, porque me dan mucha acidez, aunque Antoine sea la "friterie" más famosa de Bruselas. Debe ser la grasa de buey con la que las frien. En fin, yo es que donde esté mi aceitico de oliva...
Un besote, amiguetes. Nos vemos otro día
Entonces acerté de pleno al decirle la localización de ese maravilloso parque eh? :-) Pues nada, yo he debido de pasar tropecientas veces por allí, de camino a la Place Jourdan, no solo a por las frites de Antoine para tomarlas con una cerveza en las cervecerías de los lados, sino también a por una pizza al taglio de patata y trufa que sirven por allí... la mejor combinación de ingredientes que he probado jamás... Así que la próxima vez juro y perjuro que si mis estancias en Bruxelles llenas de encuentros con amigos, me dejan un ratito libre, entro a admirar esa maravilla.
RépondreSupprimerUn abrazo Monsieur
me voy corriendo a descubrir el jardin de Hap, gracias. No puedo estar mas de acuerdo en lo del aceite de oliva.
RépondreSupprimerFernando
Qué preciosisimo sitio! Tengo que volver a Bruselas ya.
RépondreSupprimerSólo decirle, que yo también me quedé chafadísima el 11-11-11. Espera por lo menos un pequeño eclipse solar,una lluvioa de estrellas... que sé yo... un apagón de las Blackberrys...Nada!!! Vaya porquería de cambio de conciencia colectiva.
Siento su visita al dentista.
Atenta quedo a su próximo post.
P.D: Lo apoyo en los parecidos razonables. Al 100%!!!!
Este teclado está un poco loco...
RépondreSupprimerQuise decir...que "esperaba" una "lluvia" de estrellas...
Capasssaoooo??????
Amigo Sorokin,
RépondreSupprimerSi querías descubrir el jardín, no tenías más que preguntarle a Gorky, que vive justo al lado.
Bonita descripción de este secreto jardín público monsieur Serokin, el lugar se ve tranquilo, como para pasar una tarde leyendo o escuchando música.
RépondreSupprimerQue pena que la fuente que se ve en la fotografía este tan deteriorada, esas fuentes de embolo, aspirante/impelente, apenas se ven.
Los periquitos, me imagino que serán los que han sido abandonados o se han escapado de sus "cómodas" jaulas, en Barcelona pasa lo mismo, en la Diagonal, inclusive hay colonia de loros.
Que pase buen día.
Saludos
Ah, Madame Delikat, pues si su merced tiene a bien decirme en cuál de las pizzerías de Place Jourdan hacen esa cosa con patata y trufa, le estaré eternamente agradecido. Yo no soy muy pizzero, la verdad, pero sí soy trufero, soy trufeeeeroooo (música de Antonio Molina, please).
RépondreSupprimerComo siempre, quedo a sus pies y le envío un respetuoso saludo, Madame.
Pues te gustará, Fernando, además está a unos cientos de metros del Parlamento. Por cierto, he tenido una visita en el bloggg desde Tanzania ¿quién será?
RépondreSupprimerBuenas tardes, divinidad. ¿Y su merced no hubiera podido desde lo alto de todo su poder mandarnos algo (bueno, por supuesto) el 1111111?. Una aurora boreal a medio día, por ejemplo, o que llueva café en el campo, con aguaceros de yuca y miel. Nada, nada, ver si afina sus poderes para el 22 del 2 del 2022.
RépondreSupprimerReciba una respetuosa reverencia estilo japonés, o sea, doblándose por la cintura, no inclinando los hombros, que eso queda muy paleto.
Tienes toda la razón del mundo Gorky, se me había ido el santo al cine. El asunto es que nunca imaginé que el 508 de la Chaussée de Wavre estaba al laíto de la Place Jourdan. Para mí, la Chaussée empezaba en la calle peatonal. Un día la seguí hasta Matongé, sin hallar trazas del jardín. Eso sí, descubrí una pescadería con muy buena pinta.
RépondreSupprimerBuenas tardes, Apicius. No sabía que también había periquitos y loros en Barcelona. Pensaba que era un caso especial en Bruselas.
RépondreSupprimerY sí, esa fuente de émbolo debió haber sido usada por última vez cuando el rey Leopoldo conquistó el Congo. De todas formas, le da un aire muy romántico al jardín, como la casa abandonada.
Un saludo
La pizzería se llama Mamma Roma Monsieur Sorokin, me la descubrió mi amiga de la Comisión que va mucho por allí, y habló con el dueño y resulta que hasta el horno se trajeron de Italia. Como le digo, la pizza es sublime, con patata, trufa y crema de queso, creo recordar que llevaba también rúcola por encima. Vaya temprano que es la que primero se agota. En el post que hice sobre mi curso de pizzas hablé de esta pizza tan sabrosa e intenté emularla con su fotito incluida, lo que pasa que no encontré trufa blanca y empleé un brie trufado... no estaba mal pero no como la original. Ya me dice si la prueba Monsieur.
RépondreSupprimerMerci Madame.
RépondreSupprimerLa he buscado en Resto.be y he visto que está justo en la esquina con... ¡la Chaussée de Wavre! yes. La añado a mis sitios de la Place Jourdan (fundamentalmente el mejor cous-cous de Bruselas: "chez Fatma" y la bresserie "Esprit du sel")
Cordiales morisquetas
Entiendo que un lugar como ese lo pongan difícil de encontrar. Es lógico. Ya hubiera hecho lo mismo. Es más, habría puesto la puerta de entrada más pequeña.
RépondreSupprimerLo de los vinos siempre es una sorpresa. Apicius recomendaba uno nuevo de Torres que todavía no he logrado encontrar...
La semana pasada me encontré en el super un Enterizo (Utiel-Requena) del 2010 que me llamó la atención por su precio 1,65 euros. Un vino joven que, por ese precio, si está malo, no tienes remordimientos de echarlo por el lavadero. Pero no era así, todo lo contrario, muy digno para ser un vino joven.
Dos días después, vaciaba las estanterías del super… no sé que pensaría la cajera.
Tienes razón, Oteador, las joyitas hay que protegerlas. Sobre todo en esta zona de Bruselas, que cuando hace un poquito de sol, el personal de las instituciones, lobbystas, representaciones permanentes, etc, se compran un sandwitch y van a sentarse a cualquier césped que encuentran en varias millas a la redonda a la hora de comer. No veo yo el jardín de Hap lleno de gente con bocatas en las delicadas y románticas pelouses. Sería un atentado.
RépondreSupprimer¿Y la guía Parker todavía no había lanzado sus bengalas sobre el vino ese de Utiel-Requena? Por que eso es la monda, te encumbran un vino en un plis-plas. El otro día, en Barajas, había una pareja australiana buscando como posesos vinos de las Rias Baixas en la duty free. Y hace un par de años nadie fuera de España sabía lo que era un Albariño.
Me ha encantado entrar en tu blog y ver aire otoñal por todos lados, desde tu cabecera hasta tu post.. Me quedo con lo del parque aunque si alguna vez se me ocurre visitar Bruselas, ¿me dejaría usté avisarle no? Ya no sólo porque esa puerta de entrada es demasiado pequeña para tanto parque, sino porque teniendo un buen guía como que se visita mejor la ciudad ;-)
RépondreSupprimerPor cierto esos pajaritos que dices se parecen mucho al que tiene mi madre en casa, el tío da la tabarra y no calla pero bonito es..
saludines Sorokin!
¡Por supuesto, Arantxi! si caes por Bruselas no dejes de avisar. Es una ciudad llena de oferta cultural, gastronómica y con un montón de sitios animados. La verdad, yo me siento a gusto aquí. No es Paris ni Londres ni Buenos Aires, pero es una ciudad muy "vivible".
RépondreSupprimerSaluditos
Por fin parece que tengo un ratito para escribir a los amigos, o amigotes, o como usted quiera ser nombrado Monsieur Sorokin.
RépondreSupprimerA mi este relato sobre el jardín precioso me ha recordado al Huerto del Cura en Elche, no tan escondido, pero que igual que aquí, no se imagina nadie lo que encierra tras sus muros en plena ciudad.
Respecto a los pájaros, en Torrevieja ha pasado algo así, bueno, me contaron una historia super cruel con los pobres loros. A la gente le dio por tener loros domésticos pero sueltos por la calle, entonces para que siempre volvieran, les cortaban la lengua. Los loros así no pueden comer sino a mano de su dueño y esto hace que regresen los animalitos a sus casas aunque estén todo el día fuera. Pues bien, aunque sin lengua, los loros se reprodujeron y ahora hay una comunidad de loros en Torrevieja que es alucinante, armando escándalo como dices y sorprendiendo a todo el mundo.
Gracias por invitarnos a tus paseos, sobre todo a estos tan bonitos.
Un abrazo
Hola Viena. El huerto del cura es bastante más grande que esta cosita, que, realmente es un jardín. no un parque ni ¡válame san Tadeo! un huerto. Su encanto es su intimidad. Pero, en fin, el huerto del cura es fantástico, una verdadera joya.
RépondreSupprimerLa gente es muy cabrona -válgaseme la palabrota- hay que tener mala sangre para hacerle eso a un loro. Pobres bichos. Pero en fin, en un pais donde se cuelga a los galgos hasta que mueren, se quema a los toros, se abandona a las mascotas (y a los abuelitos, de hecho) para ir de vacaciones a Cullera, no me extraña.
Un beso
Pero qué parque tan chulo, pero para llegar lo tengo chungo, chungo. El año que viene tengo ganas de visitar a una amiga por esos lados, pero ella tiene muy poco viviendo allí para estar al tanto de tan variados y valiosos secretos... lo de la decepción del toro por añada, parece una tontería, pero es así.
RépondreSupprimerLo de los periquitos, me has dejado alucinada, qué belleza.
Un saludos
Muy bueno y las fotos preciosas.
RépondreSupprimerUn saludo
Claudia, pues si vas a visitar Bruselas, dímelo y te hago una lista de sitios interesantes donde ir.
RépondreSupprimerYo pensaba que lo de que vuelen periquitos libres era una exclusiva de Bruselas, pero leyendo los comentarios de Apicius y de Viena, parece que es bastante común. Mejor. Así se enriquece la fauna. :-)
Saludos
Gracias Trini ppor pasarte por aquí y dejar un comentario.
RépondreSupprimerUn saludo