Iba a empezar diciendo que ya se han pasado las nieves, que ahora sólo llueve y el tiempo está gris, que era hora de hacer volar nuestras fatigadas molleras hacia climas más clementes, latitudes más brillantes llenas de sol y de mar, alegría jolgorio y tal, cuando me he enterado que en el aeropuerto de Domodedovo en Moscú, un suicida se ha cargado a treinta y tantas gentes. Lo siento. He aterrizado y despegado decenas de veces de ese aeropuerto y, por eso, el tema me afecta. Publiqué hace tiempo en este blog un artículo en clave jocosa sobre Domodiedovo. Podéis verlo pinchando aquí. La broma se ha esfumado y solo queda la angustia y el dolor de las víctimas. No puede haber razón alguna sobre la tierra que justifique la matanza de gentes inocentes.
Pero en fin, ese no era el tema. Iba a hablar de mis vacaciones en Punta del Este, en Uruguay. Ya casi se me han olvidado, con tanta nieve y tanto frio como hemos pasado después, pero venga, Sorokin, un esfuerzo y vamos a ello. Bueno, pues par centraros el tema os diré que Punta del Este es una punta y que está al este. Fácil ¿eh? además, está en Uruguay aunque esté lleno de argentinos, a los que les queda mayormente cerca.
Yo estuve en un hotel al ladito mismo de la playa, como se ve en la foto de cabecera. Hotel tranquilo y agradable, pero a varios kilómetros del centro. La cosa es que para ir al centro hay autobuses, pero si te dan las tantas de la noche de bronca y jarana, te quedas bastante colgado. Hay una parada de taxis al lado del Casino, pero la noche en la que queríamos volver al hotel no había ni uno. Bien es cierto que había una cabina con un teléfono y un letrero que decía "Taxis". Un servidor, se metió en la cabina, descolgué el teléfono... y en eso aparecieron una docena de personas reclamándome un taxi con vehemencia. Debo tener cara de telefonista. Bueno, al final volvimos al hotel. Ni me acuerdo cómo.
Punta del Este tiene un montón de buenos restaurantes y, os voy a dar un consejo, amiguetes. Si no sois uruguayos, pagad con la tarjeta de crédito. En volviendo a Bruselas, me he encontrado con la agradable sorpresa que me han devuelto el IVA en todas las facturas de restaurantes. Es obvio que si pagas al contado no te van a devolver ni mocos.
Mi favorito entre todos ellos es La Cantina del Club de Pesca. No hagáis caso de lo de club, etc, etc, está abierto a todo el mundo, es agradable, se come bien, las vistas son magníficas y no es muy caro:
Teníamos ganas de comer pescado, porque tras pasar por Buenos Aires y atiborrarnos de bifes de chorizo y otras carnazas, nos lo estaba pidiendo el organismo. El pescado más común en la zona es la brótola. No sé cómo se llama en mi pueblo ni en ningún otro lado, pero tiene una pinta como esta:
Y cocinada con salsita tomatera, camarones y mejillones, en el Club de Pesca queda más o menos así:
Recomendable, muy recomendable. Otro descubrimeinto importante en Uruguay fue el vino tinto. Eso sí, a no beber con pescado, sino con los buenos filetes de lomo que también se comen por aquí. El Tannat roble es un vino recio y con carácter, pero con una buena carne a la parrilla es excelente. Tomen nota, mis cuates:
La Isla de Lobos
Pero, sin duda, lo mejor de Punta del Este es ir a darse una vuelta por la Isla de Lobos. La isla es la segunda reserva mundial de focas, lobos marinos, otarios, etc. La lenguas del lugar dicen que hay 200.000. No sé quien las habrá contado, pero oye, no soy yo quien vaya a discutir mil más o mil menos. Para ir a la isla hay que coger (agarrar, vaya, que estamos en América) un barquito que sale del puerto y tras una travesía de una media hora saltando sobre las olas, te lleva a la costa de la isla. No se puede desembarcar porque los animalicos están protegidos. De hecho, el faro de la isla es el más alto de América para que su luz no les moleste. El guía dice que todo eso es gracias a Brigitte Bardot. Pues será, tampoco lo voy a discutir.
Parece que se agrupan en familias, como los humanos, pero lo que si se nota es que es una delicia verlas tomando el sol o extendidas sobre una roca. De verdad. Si vais a Punta del Este no os perdàis lo de las focas.
Aquí os dejo con toda la bolilla foquil. Hasta la próxima, amigotes