MUSEO COUDENBERG-MUSEO DE IXELLES-MUSEO DE CIENCIAS NATURALES- UN "BRUNCH" AL SOL PARA REPONERSE Y UN BUSTO DE JULIO CORTÁZAR
Hace ya bastantes lunas, queridos lectores (y si no sois queridos, lo siento) que no os contaba yo nada de esta ciudad, cosmopolita, multinacional, vivible y para nada aburrida que es Bruselas. Así es que, ¡ya era hora! y aprovechando que hoy es viernes y que vuestro servidor se ha quedado en casita en vez de irse de juerga y degustaciones cerveceras, os contaré que el fin de semana pasado, la ciudad organizó lo que se dio en llamar "Museum Night Fever", o sea, la noche loca de los museos (porque lo de fiebre no me mola nada, que a poco que me descuide, me salta un estreptococo y no me deja respirar a gusto):
La cosa consiste en que durante seis horas, de las siete de la tarde a la una de la madrugada, los museos están abiertos, lo que para Bruselas es la remonda. Fijáos, Oh amigos, que en tiempo normal los museos cierran a las 5 de la tarde. Naturalmente, a vuestro amado bloguero solo le dio tiempo a visitar tres museos, porque lo contrario sería mas bien un maratón que una visita. Pero en fin, ahí vamos.
El centro de toda la operación es la plaza real (vamos, no es que no sea imaginaria, es que se llama Place Royale). De ahí salen tres líneas de autobús gratis que hacen un recorrido por los diferentes museos. Y ahí mismo empieza el recorrido con la visita al Museo Coudenberg:
El Museo Coudenberg está justamente sobre lo que fue el palacio Coudenberg, el palacio más antiguo de Bruselas. Construido hacia el siglo XII, tras varios incendios y movidas, fue derruido para construir la actual plaza real:
Como debe ser en un sitio así, hay una maqueta donde puede verse que su estilo es de un gótico flamenco muy de la zona:
Lo que yo me digo siempre es ¡rayos! y cómo es que lo que en su día fueron calles y plazas hoy estén varios metros bajo tierra:
La puesta en escena incluye una niebla artificial para que te sientas como en casa (como en casa en los dias de invierno bruselense, claro):
En fin, muy interesante. A continuación, vuestro bloguero y compañía se pillaron uno de de los autobuses gratuitos:
Y se fueron al Museo de Ixelles (Ixelles es una de las diecinueve comunas de Bruselas, ya os lo he contado más de diez veces), donde tenía lugar una exposición temporal de Gao Xingjian:
Gao Xingjian fue premio Nobel de literatura en el año 2000, pero además, pinta. Nacido en China, tuvo periodos buenos y malos en su propio pais, incluyendo siete años en una granja trabajando como agricultor durante la revolución cultural. La exposición es interesantísima, y estaba a rebosar:
Sus cuadros están llenos de misterio y son inquietantes y evocadores. Solo usa tinta china (faltaría más, no iba a usar tinta de Albacete -es broma-) Sus claroscuros, sus sombras, sus formas, que a ratos son abstractas y a ratos recuerdan algún sueño extraño, son magníficos:
Ya me gustaría a mí pintar así. Pero en fin, puede que haya que ser chino para eso. En el Museo había una tropa ejecutando algunas músicas que, puede ser que sean auténticas. Un servidor que ha estado en Pekín no recuerda haber vistos cosas así:
Muy bueno. Tambien lo disfruté un mazo. No comprendo como he pasado veinte años en Bruselas y no lo había visitado, con lo que le gustan a vuestro servidor los dinosauros y bichos afines:
Me pareció muy bueno, muy didáctico y muy bien cuidado. No os voy a decir que es mejor que el de Washington, que es el mejor, pero sí, que el de Madrid es un desecho al lado de éste.
Triceratopos en tecnicolor cuidando de sus crías:
Y exploradores tratando de descubrir nuevas especies:
Con eso, ya se había hecho la hora de cerrar, así que a la cama (había una fiesta colectiva después, pero un servidor estaba hecho añicos)
Para terminar el fin de semana, especial, soleado, os recomiendo ir a por un "brunch" en una de las terrazas más agradables de Bruselas. Le "Gaudron", en Ixelles:
La verdad, es que la clientela es un poco... ¿cómo diría yo? ¿pija? o -como se dice aquí BCBG (Beau Cul Bons Gens)- y que los coches de moda aparcados en segunda fila eran cantidad, pero el desayuno es la repera.
Vale que un servidor se metió entre pecho y espalda unas torrijas con sirope de arce:
Pero mi pareja se empapuzó un desayuno inglés que manda narices. Los huevos con beicon no parecen demasiado:
Pero el acompañamiento es como para no comer en una semana:
Bien, os lo recomiendo. Cerrad los ojos para no ver (y los oidos para no oir sus conversaciones) de los BCBG, y compartid un plato, que es más que suficiente.
Para terminar, os diré que en esa plaza, hay el único busto de Julio Cortázar que yo conozco. ¡Qué diría el gran cronopio al ver tanto fama rodeándolo!
Un besote, mis amigos, que hoy me he pasado mil pueblos contándoos cosas