Mis queridos amigos, amiguetes, amigotes, amiguitos y otra fauna: voy a poner fin a esta serie sobre Costa Rica, porque ya empiezo a ser cansino, me doy cuenta, y no quiero que me guardéis rencor por pesado. Además, diablos, es que ya os he contado casi todo y, aunque me machaque el seserío, no se me va a ocurrir nada más. Más bien, las nieblas y la llovizna bruselense me empiezan a borrar los fastuosos recuerdos de la tierra de los Ticos.
La verdad es que tengo un morro más largo que los Platters cantando el "Only You", porque titular el post de hoy "las playas del Pacífico" es una licencia poética, ya que de hecho solo conozco dos, que helas aquí: Las playas del coco y la playa de Matapalo:
Pero, en fin, en castellano, como todos sabéis, dos, es plural. Así es que, venga, "las playas". Tras las vibrantes excursiones por la selva y por los volcanes, decidimos que unos dias de descanso en la playa no nos iban a ir mal y elegimos el hotel RIU Guanacaste, que está en la playa de Matapalo:
En la foto de Google Earth se le ve solitario en la pequeña bahía de Matapalo, pero el hecho es que ya han construido otro hotel al lado de éste al que han bautizado como "RIU Palace", como se ve en esta foto promocional de RIU:
No estuve en el nuevo "Palace" (que es el de la derecha), pero el "Guanacaste" ya es bastante palaciego:
El hotel, por supuesto, es buenísimo. Además, en nuestra reserva iba "todo incluído", desde el desayuno hasta la cena, mas todas las cervezotas y otras bebidorras que te quisieras tomar a lo largo del día. Aunque, con un cáveat: si no has cenado a las nueve y media de la noche en cualquiera de los cinco restaurantes que tiene, te quedas a dos velas. Nos pasó una noche y nos quedamos bastante furiosos. La solución: llenarse los bolsillos con las bananas del desayuno (la única fruta que no está pelada en los bufetes) y con croissants, etc.
El problema de un hotel como éste, es que es magnífico, cómodo, magníficas habitaciones, piscinas, pero realmente no te sientes en el país en el que estás: te sientes en un RIU. Ya conozco varios, en Cabo Verde, República Dominicana, etc y todos se parecen (por no decir que son iguales). Pero bueno, eso es quejarse de vicio. El hotel está al ladito de la playa, una playa bastante virgen:
Basta darse una vuelta por la playa, andar un par de cientos de metros (os ha gustado eso ¿eh?, podía haber dicho "doscientos", pero hubiera quedado menos guay), asomarse a la vegetación que la bordea para encontrar un letrero como éste y darse cuenta que uno no está en Mallorca:
Naturalmente, vuestro bloguero puso pies en polvorosa, que ya había visto cocodrilos en Tortuguero.
La playa delante del hotel, con todo y tumbonas, tambien es un nido de tortugas. Hay zonas marcadas y protegidas con vallas. Hay que decir que en Costa Rica esas cosas se toman en serio.
De hecho, una camada de tortuguitas rompió los huevos mientras estábamos en el hotel:
Los guardas de seguridad recogieron a las tortugas en bidones y las guardaron bajo llave en un edificio preparado con ese fin, para soltarlas en el mar al anochecer y evitar así a los diversos depredadores que hubieran estado encantados de comérselas.
La mayoría de la gente que trabaja en el hotel son inmigrantes "nicas" (nicaragüenses). Si veis el mapa, más arriba, veréis que Nicaragua está justo al ladito. En general, por lo que yo he visto, los nicas no son discriminados ni encuentran un ambiente hostil en Costa Rica. En la playa hay varios vendedores de artesanía "nica". Son gente simpática y agradable. Os presento a Yermina:
Los collares y pulseras que vende son auténticos de jade, de coral, de ámbar, y no son caros. Si vais por Matapalo, no dejéis ¡oh amiguetes! de comprar a Yermina. No es que los otros no sean buenos, es que Yermina es nuestra amiga. Detrás de esa mirada triste, se esconde una persona encantadora, que gana con sus collares para alimentar a sus hijos y hacernos felices a los compradores.
Otra cosa que me pasó en el hotel, lleno de supuestos "animadores" que empujan a la gente a hacer juegos ridículos, bailar cosas exóticas, etc, es que las chicas me miraban con una sonrisa, diríase que procaz mirando mi camiseta. Y es que comprendí que mi camiseta, que compré en Bangkok, podía ser interpretada de una manera bastante diferente en esta latitudes. "Singha" es una marca de birra tailandesa, pero en latinoamérica suena a otra cosa (mis amigos latinoamericanos saben a qué me refiero):
Hablemos de comida, que si no, me van a decir que si he estado ayunando durante dos semanas. Pues bien, me he puesto morado de fruta, esa es la verdad. Un desayuno con papaya, buenísima papaya,, granadilla tropical, banana y un café de Costa Rica, creo que es el nirvana desayunil:
Por supuesto, es conveniente acompañarlo de un "gallo pinto" que, quiérase o no se quiera, es el plato nacional de Costa Rica. Arroz, con frijoles negros:
Acompañado de una tortilla (que aquí tambien se llama "omelette", como en México), puede quedar así:
Fuera de eso, casi todo lo que comido ha sido comida casi europea. Bistecs, pescado, etc. Sólo un día, en Monteverde intenté pedir un "casado", un platillo con arroz, verduras, pollo, etc. No me dejó una impresión imborrable, la verdad:
Volviendo al "gallo pinto", nuestro mejor guía, Carlos, el de Tortuguero, me explicó que aunque se confunde con el famoso "rice and beans" (sí, sí, en inglés), no es lo mismo. Este último es un platillo caribeño, traído por la gente de Puerto Limón y, además del arroz y frijoles debe llevar coco. En Puerto Limón, en la costa del Caribe, habitan todos los ex-esclavos que inmigraron de Jamaica hace más de un siglo. Lamento no haber ido, no tenía tiempo, pero soy consciente de que me falta una parte importante de Costa Rica. Escuchad este Calipso de Puerto Limón, donde se explica como se come el "rice and beans". Hasta el final, colegas porque es ahí donde dice la clave definitiva:
Y, nada más recordar que el café es fascinante en Costa Rica. Hasta los capuchinos tienen una cara especial:
Besotes, mis amigos. Dejo de daros la vara