Hoy os voy a hablar de un libro fascinante. La historia del Ducado de Borgoña, contada por Bart Van Loo. He buscado por todo Internet para ver si estaba traducido al castellano, pero no. No lo he encontrado. Claro, que el libro ha sido publicado en 2021 y encima es bastante gordo, aunque lo que sí he encontrado es una traducción al inglés: The Burgundians, así es que mientras llega la versión española, cosa que no debería tardar, podéis, o bien leerlo en la lengua de Molière o en la de Shakespeare. Pero vamos, el libro es apasionante.
Y para completar esta fascinante entrada del blog de los aburridos, os voy a contar como vuestro amado bloguero hizo un Buey a la borgoñona, incluyendo jugosa receta, que mis esfuerzos me costó, pero cuyo resultado fascinante fue.
Mientras tanto, os hablo de historia, que vale la pena. Y si queréis, podéis saltar a la receta y pasar de críticas de libros, gurriatillos. Vosotros ustedes veréis.
Van Loo es belga flamenco, o sea que conoce el tema. (de hecho el original del libro está escrito en flamenco) Está escrito con naturalidad y soltura, como quien te cuenta algo en una charla de sobremesa, con un buen vino de Borgoña ¿cuál, si no? Como muestra, valga la frase sobre la derrota de los franceses en Crécy: "le hicieron morder el polvo a los caballeros franceses" ("mordre la poussière". No conocía la frase en francés).
El relato se extiende a lo largo de mil años, desde que los Burgundios se establecieron, empujados por los Hunos en los límites del imperio romano, hasta que en el siglo XVI, el último Duque de Borgoña pierde el corazón del Ducado a manos del Rey de Francia.
Cuando digo "el corazón del Ducado". me refiero a lo que es la Borgoña actual. Una región que sacudió Europa, pero que ahora se ha quedado en productor de buenos vinos. Dijon y Beaune.
Una bodega en Beaune
Los Hospicios de Beaune
lamentablemente, siempre hay un turista metiéndose en medio de las fotos, como éste. Os hablé de Beaune en este blog, hace unos añitos. Si no os acordáis, podéis pinchar
aquí.
Pero la clave de la historia es que los duques de Borgoña, estaban más preocupados por sus posesiones del norte, que es donde había riqueza: Flandes, lo que llama Van Loo , "los países llanos" para diferenciarlos de los Países Bajos actuales. Gante, en el Siglo XV era la ciudad más grande de Europa Occidental. Los artesanos, los burgueses, hicieron de la región, la más rica y la más rebelde de Europa.
Gante, la Catedral de San Bavón
Brujas. La Torre de Brujas
Brujas, un rincón al lado de un canal
Borgoña era tributaria dl Rey de Francia, pero de hecho, durante cien años fue más poderosa y más rica que Francia. Desde Crécy, y el desembarco de los ingleses en el continente, Francia estaba desmembrada. Toda Aquitania y toda Normandía eran inglesas. Si bien en un principio Borgoña combatió junto con el rey francés para machacar las rebeliones de Lieja o de Gante, el hecho es que durante la guerra de lo cien años, Borgoña se alió con Inglaterra.
Un hecho destacado es que Durante el sitio de Orléans, Juana de Arco, que había conducido a las tropas francesas contra los ingleses fue entregada por el Duque de Borgoña a los ingleses, que ya se sabe lo que hicieron con ella, evidentemente, la Iglesia, que se dedicaba a quemar herejes, la quemó (es que oía voces, y eso, ya se sabe, es malo).
Bueno, no voy a hablar más de la afición de la Iglesia a quemar gente. Que se lo digan a Giordano Bruno y otros. Menos mal que Galileo abjuró de su error de que la tierra giraba alrededor del sol. ¡A quién se le ocurre! ¿la tierra gira? si todo el mundo sabe que es plana.
De los Duques de Borgoña, el que más tierras consiguió fue Carlos el Temerario, hijo de Felipe el Bueno. Lo que no conquistaba, lo compraba aunque parece ser que todo se los gastaban en fastos y francachelas. De hecho compró Luxemburgo, que, como podéis ver en el mapa que os he puesto arriba, era el nexo de unión entra el norte y el sur del ducado. Y como nota jocosa, aniquiló Dinant, matando a todos sus habitantes y tirándolos al río. Un cachondo
Dinant, la colegiata, a orillas del Mosa
Luxemburgo
El Temerario debía ser un poco loco. Cierto que expandió el Ducado a su máxima expresión, entre compras y alianzas matrimoniales, pero le salió mal la jugada con el Emperador de Alemania. No consiguió el título que buscaba. Luego se enzarzó en una guerra contra los suizos, que a pesar de que Borgoña tenía el ejército más impresionante de Europa, se lo machacaron en Nancy
Nancy, la plaza San Estanislao
Pero bueno, que me temo que os estoy aburriendo. Si podéis, leed el libro de Van Loo, de veras que es apasionante. Aparte de eso, todo se termina con ¿quién?, Carlos V, bisnieto de Carlos el Temerario. Aunque tras la catástrofe de Nancy, el Rey de Francia, conquistó casi sin un tiro la Borgoña del Sur. el norte siguió siendo "Borgoña"
.
Y¡ya llegó el momento! el buey a la borgoñona de Sorokin
He aquí los ingredientes:
Buey en trocitos
Cebollas pequeñas
Un ajo
Una zanahoria en rodajas
Champiñones cortados
lardons (trozos de jamón sin curar)
harina
aceite de oliva
vino de Borgoña (pinot noir)
una cocotte, absolutamente imprescindible.
Con tres cucharadas de aceite, calentar la cocotte. Añadir la carne sin remover. Una vez que esté tostada, volver los trozos del revés.
Añadir las cebollitas peladas, el ajo y la zanahoria
Ahora sí, remover, mezclar, añadir sal y dejar cocer uno cinco minutos.
Añadir el vino. Un Pinot noir de Borgoña, si es posible
Tapar la cocotte y dejar cocer a fuego medio unas dos horas o dos horas y media, removiendo de cuando en vez. Vosotros veréis, cuando la carne está que se deshace, ya está el guisote
Mientras se está guisando, freír los trozos de lardons y los champiñones
Añadir a la olla:
Como digo, al cabo de do horas y media o tres, verificar si la carne está deshecha:
Sacar y comer con el mismo vino.
Grandes besotes. Que lo disfrutéis
Voy del asombro al hambre!!!!
RépondreSupprimerQue bellos paseos con literatura y cocina.
Excelente😊👏👏👏
Gracias por compartirlo.Abrazobuho.
Hola, querida buha. Cómo me alegro que hayas disfrutado con el paseo literario y gastronómico. Gracias
SupprimerUn abrazo sorokinesco
Muy bien oye reservame una camiseta como la que luces con tanto garbo que yo tambien soy de october
RépondreSupprimerAmable desconocido, verás, vamos a tener un problema con la camiseta, porque solo tengo una (y lo que es peor, no sé donde está) y tendríamos que ponernos de acuerdo sobre una estrategia para compartirla.
SupprimerAys, qué pinta tiene esa receta! Voy a tener que apuntármela. Y el libro, esperaré a que salga en español, que mi ritmo de lectura en inglés es penoso.
RépondreSupprimerBesotes!!!
Hola Margari. Pues la receta no es muy complicada, eso sí, la cocotte es fundamental, pero no sé, tal ve en olla express se pueda hacer también. En cuanto al libro, no te lo pierdas cuando esté traducido. Es ameno y se lee muy fácil a pesar del tocho de páginas.
SupprimerBesazos
Exquisita entrada de principio a fin monsieur. Su erudición histórica es impresionante y su exposición muy amena, una gran cualidad tratándose de historia, que más de una habría aprobado en el insti con un profe como usted.
RépondreSupprimerEn cuanto a la receta, madre mía jamás me resisto a un buen buey bourgignon.
Creo que es uno de los guisos más sabrosos que se pueden hacer.
En mi blog hay una receta, muy parecida, pero hecha al horno y en olla de barro, que es la buena opción después de la cocotte.
Esas dos horitas de cocción en horno en vez de fuego, para mí mejoran sustancialmente la textura y el sabor. Pruébalo la próxima vez, consume mucho menos líquido y concentra sabores de forma extraordinaria.
Un abrazo grande, señor cocinero, que ya tienes el título eh?
Me ha encantado todo, estar por aquí un rato es siempre un placer.
Un beso
Muy buenas noches, Viena, gracias por tu comentario, como siempre de lo más jugoso. Lo de la erudición, no es mérito mío, es del autor, Bart Van Loo. El libro es una maravilla de información, desgranando un periodo tremendamente rico en acontecimientos históricos. Lo que ha sido difícil es tratar de sintetizar algo y tener que dejar mil cosas en el limbo, porque si no, hubiera sido pesado.
SupprimerHe recuperado tu blog de 2015, con tu receta dela ternera a la bourguignona. Magnífica, por cierto. Lo de la perola de barro es genial. Tendré que comprarme una, ver si la encuentro por aquí (lo veo difícil, pero, ea, veremos). Y ya comentamos por aquel entonces sobre las dificultades y precio del buey en España. ¿Sigue el asunto así?. Pero bueno, con ternera tiene que estar magnífico. Lo voy a intentar en mi cocotte (que tengo que amortizarla)
Besos
unir literatura con gastronomia de la buena ,escelente arte Sorokin...esperaré para que lo traduzcan poder comprarlo ,y aprovecho felicitarte estas fechas navideñas y desearte venturoso año , mis saludos . jr.
RépondreSupprimerGracias, José Ramón, me complace mucho que te haya gustado. Yo también te deseo una feliz Navidad y un año 2022, que esperemos que no nos traiga muchos problemas más de los que ya tenemos.
SupprimerUn saludo
¡Hola Sorokin!
RépondreSupprimerTras leer y empaparme esta lección de historia que nos brindas y quedarme con los dientes largos por tu fabulosa receta, aprovecho para desearte ¡Feliz año 2022!
Te deseo que este año te traiga mucha salud, buena compañía, y buenas lecturas
Besos enormes!
Hola Marian.
SupprimerYo también te deseo que el año que comienza te traiga mucha salud, muy buenas lecturas, buenas compañías y unos magníficos paseos en bicicleta
¡Feliz 2022!
Besazo
Oye que maravilla de plato y a mi Brujas me enamoró
RépondreSupprimerHola, Más que ropa. Me alegro mucho que te haya gustado el plato ¡incluso sin probarlo! y no me extraña que te gustara Brujas. Y Bruselas ¿conoces Bruselas?
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