lundi 21 décembre 2009
El nevadón del siglo en Bruselas
Place de Broukère
El Parking de Roodebeek
la terraza de Sorokin
Queridos amigotes y otras gentes de diversas extracciones y procedencias que tenéis el extraordinario buen gusto de leer mis crónicas. Interrumpo por un momento el apasionante relato de los sucesos que me acontecieron en Brasil la semana pasada (prometo retomar el hilo en la próxima entrada, no os creáis que os voy a dejar así, a dos velas) para poneros unas fotos de la gran nevada que ha casi-casi colapsado Bruselas, cancelado no sé cuantos vuelos y metido a los Eurostar en el garaje. Como dirían los British: ¡El Eurostar no funciona: el continente está aislado!
Y como ya imagino algunos maliciosos diciendo eso de que "¿no decían que el calentamiento global amenazaba el planeta, etc?", os recuerdo que uno de los efectos del calentamiento global, puede ser que Europa se congele. Si el Artico se calienta, la corriente del Golfo -que es la que nos tiene calentitos- se puede parar, y, hale, a pasar frio.
En fin, en la próxima entrada volveré al calor de Brasil. Entre tanto, FELICES FIESTAS a todos
mercredi 16 décembre 2009
Garotas, taxistas y otra gente de Rio
Queridos amigos que me leéis (vaya paciencia la vuestra) desde los seis continentes del planeta (Ya, ya sé que antes eran cinco, ya os explicaré otro día por qué ahora son seis). Acabo de volver de Rio de Janeiro y debo decir que me ha gustado un chingo, como dirían mis cuates mexicanos. Y eso, a pesar de que me ha llovido durante casi toda la semana. Me ha encantado cómo se toman la vida los cariocas, la belleza de Rio, y otros lugares comunes (no por comunes menos ciertos) como lo macizas que están las garotas, etc. Véanse, por ejemplo, las tres garotas que os he puesto en el encabezamiento, que se han quedado casi petrificadas mirando la fascinante playa de Copacabana (la foto me costó diez reales, porque el artista me sorprendió cámara en mano y preferí no discutir)
En cuanto al carácter de los cariocas, os contaré lo que nos pasó una mañana al salir del hotel. Llovía y queríamos coger un taxi. En la puerta del hotel generalmente había taxis sin ningún signo exterior que los identifique, pero ese día no había ninguno, así que nos paramos en la puerta esperando que apareciera uno. Llegó uno, se paró delante y, en menos de lo que cuesta contarlo, nos zambullimos dentro. Mis coleguis, un francés y un belga habían decidido desde el principio que quien hablaba era Sorokin, así que le dije en mi penoso portuñol al conductor dónde queríamos ir. Pero, ¡maldición! el tipo me contestó y yo no comprendí ni taba. Como me lo decía sonriendo, pensé que era algún comentario simpático, pero nada, que el hombre no arrancaba. Por fin, vino el portero del hotel e iluminó nuestros tarugos cerebros: era un coche privado, no un taxi. Ya me diréis, si a vosotros se os suben tres extranjeros de repente en el coche, ibáis a reaccionar tan relajados. Y eso que mi colega Frank puede pesar dos o trescientos kilos:
Aquí aparece entregado a su deporte favorito. Le he borrado la cara, no vaya a ser que lo vea su santa esposa y descubra que no ha respetado la dieta durante el viaje. El restaurante de la foto se llama "Carretâo", está en Copacabana y según te sientas empiezan a desfilar camareros con espetones llenos de diversas carnes, hasta que sales rodando de la mesa. Ya os contaré más otro día.
mercredi 2 décembre 2009
La ferme de Rochehaut
La ferme de Rochehaut, para qué os voy a decir otra cosa, está en Rochehaut. Ya sé, ya sé que me vais a decir que para ese viaje no hacen falta alforjas, os oigo murmurando que si su nombre reza "de Rochehaut" es porque estará en tal lugar. Pues no, caramba. ¿"La Almunia de Doña Godina", por ejemplo, está en "Doña Godina"?, ¡No!, que está en Zaragoza... luego la partícula "de", no siempre es un indicio locativo. Cierto, que es fácil deducir por el contexto si "de" es locativo o es genitivo... pero, ahí va una más bien complicada: "Puebla de Zaragoza" ¿Está en Zaragoza? ¿Eh?. Pues os habéis colado, porque es la capital del estado de Puebla, en México. Lo de "Zaragoza" hace referencia el general Ignacio Zaragoza, que le dió una buena soba al ejército francés un cinco de Mayo hace... no sé, un chingo de años.
Bueno, que se me va el santo al cielo, que me voy por los cerros de Úbeda (¿hay cerros en Úbeda?). Decía que "la Ferme de Rochehaut" está en Rochehaut. Un pueblito de las Ardenas, muy cerca de la frontera francesa. Cuatro casas, la iglesia, y la "Ferme", que tiene hotel, restaurante de siete u ocho mil estrellas y tenedores, Brasserie, granja con animalicos diversos, y otros entretenimientos. Aquí os pongo el plano, en el que no se ve nada, pero, oye, queda muy cuco ponerlo:
Os recomiendo ir a pasar un fin de semana y disfrutar del menú gastronómico. Nosotros, fuimos una pandilla de siete personas, llegamos a eso de las siete y media de la noche (era invierno) y estuvimos cenando hasta más allá de la una de la madrugada. Estos festines en Bélgica funcionan así. Ahí van unas fotos de algunos de los sabrosos platillos:
Entrada: Filetitos de "Saint Pierre" (gallo, entre nosotros)
Plato: Pintada con verduras caramelizadas
Por supuesto, en medio, antes, después, "mises en bouche", sorbetes entre platos (los famosos "trous normands"), tabla de quesos, postres, y la repera.
La bodega, para qué os lo voy a contar. Vamos, no os lo voy a contar porque no me acuerdo. Me acuerdo de una botella de Morgon, que vino tras varias botellas de Côtes du Rhône y luego... la negrura total. Ya sé, ya sé, que no es nada ejemplar lo que estoy contando. Eso sí, me acuerdo del desayuno del día siguiente y una vuelta por la granja a visitar los animalicos. Y que alguien condujo de vuelta a Bruselas.
O sea, que si os animáis a ir, que vale la pena, o lleváis un "bob", como se llama por aquí a los que no beben, o pasáis la noche "sur place". La hostería es confortable. No voy a decir que es barata, pero está muy bien.
lundi 23 novembre 2009
El pais de las mil birras
Birras, cervezotas, chelas, bières, ПИВИ, como queráis. Tal vez no sean mil, pero hay un mogollón de diferentes tipos de cervezas en Bélgica. El dicho es que hay una diferente para cada día del año, como dicen los franceses con sus quesos. Las hay de todas clases, colores, sabores, grado alcohólico... algunas se han hecho famosas en todo el mundo mundial; otras son artesanales, pero todas tienen un toque especial.
Bueno, exagero, porque las rubias de siempre que por aquí llaman "pils", como la Maes y la Jupiler a mí no me dicen gran cosa. Además, cuando los belgas pronuncian "pils", suena como "pis". A mí, al principio me causaba una impresión extraña cuando alguien me decía que si quería beber una "pis". Pero bueno, como casi nunca tomo "pils", ya no me afecta.
En el otro extremo del arco cervezario está la Bush (sí, sí, se llama así) de Tournai, que tiene doce grados alcohólicos. Te puede dar más disgustos si no tienes cuidado, que los que su homónimo ha dado al mundo.
Pero en fin, el corazón de todo el grupo de cervezotas belgas son las cervezas trapistas, las de abadía y las artesanales. Un servidor, como mucha gente, confundía al principio las trapistas y las de abadía, pero aunque su origen viene a ser el mismo, ahora no lo son. Deben su existencia a la gran labor que hicieron los monasterios en la alta Edad Media. Mientras los señores feudales se dedicaban a hacer la guerra y ejercer el derecho de pernada, los monjes hacían cerveza. Nunca les estaremos suficientemente agradecidos.
Pues decía que las trapistas son cervezas que todavía están hechas por monjes. Según mi libro (a ver si os creéis que hablo de memoria, ¡sapristi!) sólo hay cinco en Bélgica y una en Holanda. Las más conocidas son la Chimay y la Orval. La holandesa la hacen en un monasterio cerca de Tilburg y es de la única que tengo una foto a mano:
Las cervezas de abadía son las más famosas por ahí, por el mundo exterior. Estas cervezas, aunque se hacen en abadías, ya no las hacen los monjes, sino sociedades diversas, como el grupo Interbrew que fabrica la famosa Leffe. Otras son la Maredsous, la Grimbergen, etc. Por cierto, es importante beber la cerveza en una copa adecuada. Una vez en un bar de esos modernetes que han abierto en Londres últimamente, vi que tenian un grifo de Leffe. Le pedí una al camarero y me respondió directamente en francés excusándose porque tenían que servirla en un vaso de cerveza inglesa. Cabezota, insistí que bueno, que vale, que quería la Leffe. Nunca debí hacerlo. La Leffe no sabe a Leffe en un vaso inglés. De verdad.
Las artesanales se hacen en braserías más o menos grandes y hay montones. Esta es mi preferida. La hacen en Rochehaut, cerca de la frontera francesa, en una granja-restaurante-hotel que os recomiendo, amigotes.
Bueno, y ya me estoy poniendo plasta, así que voy a cortar aquí. Faltaría mencionar las cervezas de trigo (blancas), las kriek (de frutas), las gueuzes, faros y demás. Para estas últimas, os refiero a un post de Pablo el Flamenco, que de esto debe saber:
Y nada más, sino buenas noches y hasta la próxima. ¡Ah, no! Perdón, no he mencionado el libro de donde he sacado toda esa cantidad de erudición cervecera:
"Le Goût de la Bière Belge" por Christian Deglas, de Editions J.-M. Collet.
samedi 14 novembre 2009
La Movida Madrileña
"Dicen que ¡Madrí, Madrí!,
Y yo digo ¡Arnuero, Arnuero!
que en Madrí cagué en los pantalones,
y en Arnuero, donde quiero"
(Jota tradicional montañesa)
Vaya por delante, queridos amigos, mi declaración de profundo amor por Madrid, Madrí, Madrit. Amor, absolutamente independiente de las circunstancias políticas, de quien esté al mando de la Villa, de quien abra agujeros por todos los rincones o de quien decida que los pulmones de los madrileños y visitantes deben estar encantados de soportar el humazo del tabaco en todos los lugares públicos, etc.
Lo que pasa, es que cuando una va por la Villa y Corte de naranjas a ciruelas (lo de higos a brevas ya está muy sobao), uno puede comparar con un antes y un después; o darse cuenta de que lo que antes le parecía normal, tras venir de tierras lejanas, le puede parecer algo chocante. Pero, todo va "zin acritú".
Lo del humo, pues está muy bien, ¡qué diablos!. Oye, la gente se va a broncear a la playa sabiendo que corre riesgos por la exposición al sol... Pues esto es lo mismo, se trata de broncearse los pulmones, que cuando están blancorros están feísimos. ¿Qué hay un riesgo? bueno, y qué. Además, los que no fumamos, así podemos comparar los diferentes aromas (o pestazos) de los cigarros de la gente que nos rodea en la barra del Bar, Pub, Restaurante, Chigre, Cafetería, etc que sea. Con eso ampliamos nuestra cultura, a la par que ennegrecemos un poco nuestros descoloridos pulmones.
Hablando de las obras que están despanzurrando medio Madrid, viene a cuento lo que dijo una moza que venía del pueblo hace años cuando le preguntaron si le gustaba Madrid: "pos no sé, cuando la acaben, a lo mejor está bonica".
Ya sé, ya sé, listillos, que Keynes decía que hay que hacer obras públicas en tiempos de crisis, pero, vaya, se supone que deben ser obras públicas útiles. No sé si cambiar la estatua de Colón de sitio es útil o no, pero en fin, nuestros ediles sabrán, que son muy espabilados.
En fin, bueno, que si os interesa profundizar más en los temas madrileños, en plan serio y fuera de estas pequeñas chanzas, os recomiendo un opúsculo del Observatorio Metropolitano: "Manifiesto por Madrid", publicado por la librería Traficantes de Sueños,en la Calle Embajadores, 35, Madrid.
Y ya, os dejo con una pequeña impresión de la movida tal cual es hoy en día:
mercredi 28 octobre 2009
Vladimir Fedorovski
Queridos todos (fórmula de saludo que siempre me ha dejado un poco perplejo, porque ¿quienes son -somos- todos? ¿todo el mundo? ¿incluyendo a Carlos Ruiz Zafón y a Tom Cruise, por ejemplo?), pero en fin, la voy a utilizar por una vez ya que todas las demás las tengo un poco gastadas.
Pues decía, que "queridos todos": como últimamente todos mis posts se terminaban con alguna mención a alimentos, bebidas o similares, he decidido hablar de otra cosa: de libros. Porque, no os creáis, aparte de comer y beber tambien leo (en general, no al mismo tiempo, porque te puedes liar y llevarte un trozo de pescado a la nariz en vez de a la boca, etc.)
Bien, sigo. Curioseando por una librería, me topé de manos a boca con unos libros que me llamaron la atención. Aunque eran de la colección "le Livre de poche" tenían unas bonitas portadas con fotos de temas rusos, y a mi eso, me motiva, así es que, tras hojearlos un poco, me compré dos: los que os he fotocopiado en el encabezamiento. Bueno, queridos todos, pues no he podido despegarme de mis libros desde que empecé el primero, el de San Petersburgo. Hoy acabo de terminar el segundo, el del Kremlin, y mañana me voy a precipitar a la primera librería que encuentre a comprar mas de Fedorovski (cosa que no será difícil, porque leo en la Wiki que ha escrito un montón)
Fedorovski es un testigo directo de la "perestroika": trabajó para Gorbatchov, habiendo sido antes traductor y diplomático. Escribe directamente en francés, o sea que no temáis a los desmanes habituales de los traductores. Vive en París y le han dado algún premio que no recuerdo. Su francés es impecable y sus libros se leen sin sentir (no tengo ni idea de si hay traducciones al castellano). Si bien no despliega una gran profundidad de análisis, ni se mete en elucubraciones sociológicas, sus libros están bien documentados y no da puntada sin hilo.
El de San Petersburgo roza mas la crónica mundana y literaria. Sus personajes, aparte de los zares y sus adláteres, son todos los escritores rusos del XIX. Historias, algunas trágicas, otras divertidas; de Pushkin (murió en un duelo), Dostoievski (se salvó en el último minuto de que lo ejecutaran por conspirador), Mayakovski (se enamoró de una nena de dieciséis años), etc... ¿Sabiais, queridos todos, que Potemkin, aparte de ser un acorazado donde la carne tenía gusanos según Einsenstein, fué el verdadero jefe de Rusia durante el reinado de Catalina la grande y, claro, su amante?, ¿que Alejandro I, el zar que derrotó a Napoleón, había sido testigo mudo -sin protestar- del asesinato de su padre, Pablo I? Y así, un montón de historias.
El del Kremlin es mas político, y llega hasta nuestros días. Fedorovski dice que la tradición rusa de asesinar a diestro y siniestro cuando se está en el poder, fue culpa de los tártaros de la Horda de Oro, que ocuparon Rusia en el S XIII, quienes enseñaron cómo liquidar a todos los que se les oponían. En fin, quién sabe.
Hablando de Stalin dedica varios capítulos al espionaje soviético. Fascinante la historia de los cinco de Cambridge ¿Sabiáis que Stalin era un paranoico que no se creyó todos los informes que le pasaron diciendo que Hitler iba a invadir la URSS? Stalin pensó que era una intoxicación de los británicos.
En fin, que me han interesado un monnnntón. Y para no terminar sin hablar de lo que a todos nos interesa, Fedorovski cuenta que Stalin era un tío frugal, que casi ni comía, pero que, eso sí, bebía un tinto de Georgia que era la monda. No sé si será el mismo, pero en la Duty free de Sheremetievo exhiben unas botellas a 200 euros que pretenden que es el vino de Stalin. Huelga decir que nunca lo he probado.
mercredi 21 octobre 2009
Donde comer Fondue Bourgignone en el centro de Bruselas
Una fondue es algo muy, digamos, "comunitario". Se junta un grupo de amigotes, se sientan alrededor de una mesa (si es redonda mejor), te traen unos cuencos de aceite hirviendo, unos pedazos de carne, unas salsitas y unos pinchos de colores, y hale, a meter cada uno su pincho en el cuenco, mientras van cayendo botella tras botella de vino tinto y el volumen de las conversaciones y carcajadas va aumentando en función del tiempo. En términos matemáticos, L(litros de vino) + V (volumen de las carcajadas)=f(t) (función monótona creciente).
El único engorro suele ser que toda la ropa que llevas puesta para la ocasión tiene que ir derechita a la lavadora al llegar a casa, porque el pestazo que levantas a humazo, aceitorro, etc.. hace que te sigan los perros por la calle pensando que eres una salchicha semoviente. En fin, toda no, no hagáis como yo que una vez metí una parka de tela encerada que me había costado 250 pounds en Londres ("Barbour", que uno no se pone cualquier cosa) en la lavadora, y lo que salió de allí fue un trapo flácido, por supuesto sin huella de la cera que antes lo cubría. Gajes del oficio.
Bueno, pues a lo que iba, que he decubierto un sitio perfecto para empujarse una fondue en plan grupo de amiguetes en pleno centro de Bruselas, a unos doscientos metros del Rond Point Schuman. "Met Jeannine" se llama, está en la Avenue d'Auderghem y funciona hasta tarde por las noches. De hecho, nosotros nos fuimos a la una de la mañana, lo que si para Madrid sería una nadería, para Bruselas es bastante tarde. Tiene una mesa redonda en un altillo ("mezzanine") donde se pueden acomodar diez personas sin problemas, pero conviene reservarla con tiempo. La única pega es que tiene un aire acondicionado que sopla directamente sobre la mesa en cuestión, pero el camarero, muy amable como todo el personal de la casa, lo apagó y encendió a petición nuestra como cinco o seis veces. Cuando llegas a la mesa, tienes frío: apagas el aire; cuando lleva el aceite hirviendo media hora, tienes calor: enciendes el aire. A la media hora, vuelves a tener frío, vuelves a apagar el aire, y así todo el rato. Tiene su gracia, no os creais.
Mientras papeas, ponen en el estéreo una música bastante chula. En un momento de bajada del nivel de la conversación, me di cuenta que estaba sonando una pieza buenísima. Me precipité escalera abajo y le pregunté a la patrona que qué era eso. Así me enteré de la existencia de "Chocolate" Armenteros, del que para mi bochorno y vergüenza, no tenía noticia. Mucho Buena Vista Social Club, mucho Cachao, mucho Bebo Valdés y Tito Puente, pero del Chocolate, ni idea. Es buenísimo, y si no os lo creeis, ahí va este vídeo que me he agenciado mientras tanto:
En resumen, que fue una velada muy agradable.
lundi 5 octobre 2009
"Philadelphia Story" de George Cukor
Es un hecho demostrado hasta el aburrimiento que existe una conspiración universal entre todas las cadenas de televisión para impedirnos dormir. Tooodas se empeñan en poner las mejores películas a unas horas inversosímiles. Ayer, por ejemplo, en TCM Bélgica pusieron "Philadelphia Story" de George Cukor a partir de la una de la madrugada. Yo, pánfilo e inocente pichón, la vi empezar y me dije: bueno, la dejo grabando y me voy a dormir. Je, je, pobre infeliz: desde el primer minuto, me quedé como pegado al sofá, con los ojos y las orejillas fijos en la pantalla. Y sin parpadear ni moverme salvo para soltar alguna estridente carcajada de vez en cuando. Me reí, disfruté, se me olvidó la hora, me enamoré de Katherine Hepburn (que ya tiene bemoles la cosa), me partí de risa con James Stewart... Encima, cuando se acabó, a las dos y media y me fui al catre, no podía pegar ojo reviviendo los momentos más geniales del film (casi todos).
En todos los manuales y libros de cine, consta que Cukor es un magnífico director de actrices, pero aquí, con Katherine Hepburn el resultado es sensacional. Pero no sólo eso, todo el reparto está genial. A Jimmy Stewart le dieron un óscar por su actuación. He estado dando vueltas por la web y he leído que hay gente que pensó en su día que no se lo merecía. Echad un ojo a esta escena en la que llega borracho a casa de Cary Grant y ya me diréis:
No importa que los que no entendáis inglés no os cuesquéis (aunque los diálogos están llenos de miga). Fijaos en sus gestos, en su cara y en su forma de hablar. Dice la leyenda que los hipos de Jimmy no estaban en el guión, que fue una morcilla que metió por propia iniciativa, que Cary Grant tuvo que hacer enormes esfuerzos para no partirse de risa y que por eso mueve las manos de forma compulsiva por debajo de la mesa.
En cuanto a la Katherine, está impresionante. Es casi increíble que una mujer que es como una escoba lista a impartir estricta disciplina inglesa (con enormes ojos, eso sí), resulte tierna, atractiva y ¡sexy! y si no, ahí va una de las mejores escenas de la peli para demostrarlo:
El Jimmy no debe ser tan tirillas como parece porque la lleva en brazos con total soltura. Oye, que ya sabemos que eso no es tan fácil: una vez (si hay niños que se vayan a dormir), tras una tórrida escena en un sofá intenté tomar en brazos a la maciza en cuestión, fuí dando traspiés por el pasillo y casi doy con sus huesos (y carnes) en el suelo.
Fijaos en como va moviendo la pierna al ritmo de "Someday over the rainbow" y la cara que pone cuando ve a su ex-marido y a su novio. Genial. Y ¿cómo mueve las manos para decir "good night"?
En fin, que lo pasé genial, que no me di cuenta de la hora, que estoy dispuesto a verla todas las veces que sean necesarias hasta que me la aprenda de memoria. Si podéis, no os la perdáis. De verdad
vendredi 25 septembre 2009
Dia europeo de las lenguas extranjeras
Hoy es el día europeo de las lenguas extranjeras. Le he añadido lo de "extranjeras" al anuncio oficial, porque lo de "día europeo de las lenguas", me suena un tanto, ¿qué queréis que os diga?, a día de los lametones o chupeteos... Y entiendo por "extranjeras", las que no son la lengua materna. No le busquéis connotaciones políticas.
Es un tema apasionante, sobre todo para los que vivimos fuera de las fronteras de lo que llaman los catalanes "la pell de brau". Y aquél de vosotros que no haya tenido tropiezos con el tema, que tire el primer diccionario.
¿Cuántas risitas no habreis provocado al decir "je suis constipé", pensando que decíais que estábais acatarrados cuando quiere decir "estreñido"? O aquel otro amigo que pisó sin querer a una señora y le dijo "pardon, madame, je vous ai pisé" , ante el espanto de la buena mujer que movió espasmódicamente los zapatos tratando de sacudirse un imaginario pis. Pues eso.
En fin, para celebrar el día en cuestión, ahí va un vídeo sobre la necesidad en un mundo cada vez más pequeño de hablar y comprender lenguas extranjeras:
Considero ofensivo para sus mercedes explicarles el tema. Por eso, los que lo hayáis entendido, cortad aquí.
Para los zopencos ;-) que no lo habéis comprendido:
Es, sin duda, un novato del servicio de guardacostas alemán. Por el amigable golpe en el hombro que le da su jefe, se deduce que es su primer servicio. En eso, suena la radio, que dice:
"Mayday, mayday, we are SINKING" (nos hundimos)
El novato, confunde sinking con thinking (pensando), y con una angelical sonrisa les pregunta: "What are you THINKING about?"
Bueno, mis disculpas por la explicación. Lo de "zopencos" era una broma, kanieshna.
jeudi 17 septembre 2009
Los deportes de playa
Bueno, pues ya se está terminando el verano (me refiero en el hemisferio norte, queridos amigos del otro hemisferio, ya sé que ustedes recién están entrando en la primavera, así que les propongo que no lean este post hasta el próximo mes de Marzo si son capaces de retenerse). Bien, continúo. Como digo, se termina el verano. La playa es un vago recuerdo en el tiempo y en el espacio, así que he pensado que así, en frío, es el momento de analizar el apasionante asunto de los deportes de playa.
Para empezar, seamos racionales y dividamos la playa en tres partes diversas y diferentes:
Las dos partes fundamentales son, por este orden, el agua y la arena (o playa, propiamente dicha, aunque pueden ser tambien guijarrillos o incluso guijarros no tan "illos"). Si falta alguna de esas dos partes, queridos amigos, convencéos: lo que estáis viendo no es una playa. Puede ser el puerto de Estambul o el Sahara, u otra cosa así, pero que no os engañen, que no os cuenten milongas: eso no son playas. El cielo tambien tiene su importancia, porque si no se le ve podríamos estar, por ejemplo, en una caverna subterránea. Apasionante, pero no es una playa.
El agua es fundamental. Y yendo más allá, podríamos diferenciar dos partes en el agua: la superficie y las profundidades marinas. Como dijo un manchego socarrón, cuando alguien a la vista de un brillante mar, manifestó extasiado que el mar era maravilloso: "¡Y eso que sólo vemos la parte de arriba!". Tal reflexión me lleva a los deportes: los deportes de agua, pueden ser, en la superficie, o en los fondos marinos. En el primer caso, se retoza entre las olas y en el segundo, se pone uno unas gafas, un tubo, unas aletas y (nunca mejor dicho) ¡pelillos a la mar!
A mi me encanta lo de bucear, pero, la verdad es que todavía no he encontrado unas gafas en las que cada cinco minutos no tengas que vaciarles el agua que se acumula y no te deja ver. Debo ser un ceporro. Y lo de morder el tubo tambien tiene su gracia, acaban por dolerte todos los dientes. Pero en fin, es una forma magnífica de pasar el tiempo en la playa.
Los deportes de cielo, ni los voy a mencionar, porque eso de volar con un paracaídas arrastrado por una lancha que anda esquivando piernas de bañistas para no rebanárselas con la hélice, me produce más bien una cierta aversión.
Y llegamos a los deportes de playa, propiamente dichos. ¡Qué partidos de fútbol jugábamos en las playas del Sardinero durante la marea baja! Porque en marea alta no es posible. No se trata de atascarse en la arena, sino de tener una arena lisa y dura y blanda (no es un oxímoron, es la verdad, se entiende que tiene que ser consistente, no tierra). Con balones de plástico, los pies descalzos, las patadas no hacían heridos graves, si te caías no pasaba nada... Además, en el Cantábrico había que sudar un poco antes de entrar en el agua, tan fría, pero tan agradable cuando entrabas tras el ejercicio.
Y eso explica también la forma de jugar a las palas en el norte, tan diferente del Mediterráneo. Las palas eran la opción más lógica en marea alta para entrar en calor antes del baño. En fin, queridos lectores, os dejo juzgar por vosotros mismos. Así se juega en el Sardinero:
Y así en el Mediterráneo;
Oye, yo no digo que sea mejor el uno que el otro. Simplemente son diferentes. Hale, Hasta la próxima.
samedi 5 septembre 2009
La luna llena de ayer
Anoche estaba yo en la terraza de mi mansión, mirando la luna llena que aparecía entre bandadas de nubes llevadas por un viento del carajo. En los jirones de cielo que dejaban las nubes, a veces se podía ver a Júpiter (Por si no os habéis dado cuenta, Júpiter es esa cosa brillante que puede verse en el cielo nocturno cerca de la luna en estas fechas). Magia y tranquilidad. Calma. Agitada calma.
En el interior de la casa, todo estaba en penumbra (no en vano, la Comisión ha prohibido las lámparas incandescentes de 100 vatios). Pensé en ir a dormir. Con una vela en la mano, me aventuré por los pasillos oscuros de la casa. Un pijama (Georgie Dann nunca lo hubiera consentido), y al sobre.
Debían ser como las dos, o tal vez las tres de la mañana. Me desperté, inquieto. Creí oir un sonido, como de cántico. El sonido cambiaba de tono y crecía en intensidad, luego languidecía antes de recomenzar. Mi corazón se puso a latir de una forma bastante desacompasada, druk, druk, drrrudrru, drurrruk, pof, pof. Me costaba respirar. Uno es que nunca ha sido un valiente sin tacha, joroba. Una vez me dijo un taxista, cuando bajé en Malasaña acompañando a una maciza guayaba a la que se le caían los tirantes ante el rugir del personal, "recuerda, amigo: pelea ganada es salir corriendo". Desde entonces, ese ha sido mi motto.
Y entonces, entre sueños, la vi. Avanzaba hacia mi, como una presencia etérea e incorpórea. Me salvó la esposa del próximo primer ministro de Japón, que apareció en mi mesilla derecha. Me dijo que no tengo que preocuparme, que a ella la habían abducido varias veces, que había estado en Venus y ¡toma! ahora iba a ser la primera dama del Japón. Me tranquilizó.
Me desperté. Bebí un buen trago de agua. Encendí la luz (de menos de 100 vatios, no temáis, inquisidores). A la derecha de la cama había una especie de careta, de piel, agitándose nerviosa. Oyesss, la tiré a la basura, aprovechando que hoy venía Bruxelles Propreté.
mercredi 2 septembre 2009
¿Ya conoceis "La Taberna del Gourmet"?
Vaya por delante, queridos colegas y amigotes que sí, que admito que he estado un par de días en Alicante durante las pasadas vacaciones. Y lo digo, para evitar comentarios sarcásticos, como le pasó a mi amigo López, quien tras haber pasado un fin de semana en Knokke-het-Zoute, el sitio más "posh" y BCBG de la costa belga, al volver a Bruselas el lunes por la mañana quedó atrapado en monstruoso embotellamiento. Con una elevada dosis de stress llamó por el telefonino a su secretaria, una alemana más bien tirando a "non-conventional", de las que llevan un pañuelo palestino al cuello y se van de vacaciones en un viejo velero desvencijado por el Báltico, para decirle que llegaba tarde porque volvía de Knokke. La cortante respuesta de la secre fue: "And what the hell were YOU doing in Knokke?".
Bueno, pues eso, que he estado en Alicante, lo admito. Y voy a aprovechar para haceros una recomendación que no tiene precio. Hagáis lo que hagáis, vayáis donde vayáis, no os perdáis "La Taberna del Gourmet", porque vale la pena. Está en una de las calles más oscuras del centro de Alicante, pero ni caso. Su aspecto externo puede ser un poco sórdido, pero tanto da. Entrad y solazaos. No hay mucho sitio, es una taberna, pero una taberna suprema. Coged un sitio en la barra o en la barra lateral si no podéis sentaros y empezad a desgranar la carta. Verduras a la plancha, mariscos, unas ostras gigantes, jamón ibérico, escalivadas... No sigo porque no he cenado todavía y se me está cayendo la saliva por las comisuras. En fin, os pongo su dirección en la red para que comprobéis la carta y os pongáis rufos sólo de pensarlo.
La taberna del Gourmet
San Fernando 10 03002 Alicante
www.latabernadelgourmet.com
vendredi 21 août 2009
Aventuras de un guiri en vacaciones
Dirk "colgao" de mi Kipling
Pues sí, queridos amigos, estoy convencido que nunca habéis visto un guiri más guiri que la guisa con la que yo me he paseado estas vacaciones. Al volante de un coche con matrícula belga, portando ostentosamente una gorra de visera que reza "Saint Jazz-ten-Node" en su frontal, y una mochila Kipling -seña de identidad para cualquier belga que se precie, como son las "Invicta" para los italianos- de la que cuelga Dirk (ver foto), que se llama igual que el carnicero de la Place de la Paix de Evere (el nombre ya me venía dado de origen junto con la mochila, no penséis que quiero yo mal al carnicero).
Y en esas, con tal disfraz, se me ocurre la genial idea de subir con el coche al castillo de Almuñécar (no se me ocurrió a mí, pero eso es otra historia), por una cuesta por la que sólo cabe un coche, pendiente, pendiente, el motor rugiendo, el sudor cayéndome por la gorra abajo, el terror, el recuerdo de recurrentes pesadillas en las que el coche se atasca en un sitio increíblemente estrecho, ...¡un coche de frente! que milagrosamente consigue escaquearse en un rincón inverosímil. Ouaaah, y por fin, llego arriba.. y, ...está cortado el paso. Y ahí, una mujer, sonriente, me dice: "Te tieneh que volvé patrah, prenda". Bueno, eso me recompensó de todos los sudores y miedos. Me llamó "prenda". Nunca lo olvidaré. Gracias, mujer desconocida.
Para reponer fuerzas después de tan violentas emociones, decidí que los chiringuitos de la playa son más bien para guiris y nos fuímos al centro de Almuñécar. Al azar, dimos con un bar que os recomiendo a todos, queridos amigotes, si tomáis las precauciones que acto seguido os explicaré. El bar tiene unas tapas excelentes (le doy el óscar a los calamares fritos, los mejores de Almuñécar). Está en la plaza Higuitos, y tiene unas agradables mesas bajos los árboles. Y ese es el problema. Los habitantes de los árboles, digo yo que serían pájaros -aunque a saber en estos tiempos de crisis- decidieron aliviar sus intestinos sobre mi gorra de visera. Es de agradecer que no lo hicieran sobre los calamares, claro. Por otra parte, pues oye, hemos invadido su hábitat, ¿o no?. En todo caso, el bar, excelente.
Y después, la sorpresa del año. Yo, Sorokin, que he recorrido mundos sin cuento, planetas lejanos, estrellas nacientes, como el replicante de Blade Runner, no conocía el vino de las Alpujarras. De verdad, estoy avergonzado, porque es sensacional. Lo descubrí en un supermercado de Orgiva:
Compré una botella de un tal "García de Verdevique" del 2004, mas que nada por probar, y sin gran convicción: ¡Bluasssh! cuando lo probé tuve que acomodar todo mi cuerpo, mis papilas, mi olfato, prepararme a encajar esa maravilla. De verdad, fabuloso. Y lo sorprendente es que fuera de la Alpujarra no se encuentra. Egoístas alpujarreños, que lo guardan todo para ellos. Me llevo cuatro botellas a Bruselas, el problema es que a lo mejor no soportan el viaje. Y otra cosa, ya mas famosa, de la región, el jamón de Trevélez. En el súper de la foto nos lo cortaron a nuestro gusto:
Me encantó la Alpujarra. Me la imaginaba más rural, pero claro, desde que Gerald Brennan escribiera "Al sur de Granada" han pasado muuuchos años. Pero con todo, vale la pena, colegas.
Y en esas, con tal disfraz, se me ocurre la genial idea de subir con el coche al castillo de Almuñécar (no se me ocurrió a mí, pero eso es otra historia), por una cuesta por la que sólo cabe un coche, pendiente, pendiente, el motor rugiendo, el sudor cayéndome por la gorra abajo, el terror, el recuerdo de recurrentes pesadillas en las que el coche se atasca en un sitio increíblemente estrecho, ...¡un coche de frente! que milagrosamente consigue escaquearse en un rincón inverosímil. Ouaaah, y por fin, llego arriba.. y, ...está cortado el paso. Y ahí, una mujer, sonriente, me dice: "Te tieneh que volvé patrah, prenda". Bueno, eso me recompensó de todos los sudores y miedos. Me llamó "prenda". Nunca lo olvidaré. Gracias, mujer desconocida.
Para reponer fuerzas después de tan violentas emociones, decidí que los chiringuitos de la playa son más bien para guiris y nos fuímos al centro de Almuñécar. Al azar, dimos con un bar que os recomiendo a todos, queridos amigotes, si tomáis las precauciones que acto seguido os explicaré. El bar tiene unas tapas excelentes (le doy el óscar a los calamares fritos, los mejores de Almuñécar). Está en la plaza Higuitos, y tiene unas agradables mesas bajos los árboles. Y ese es el problema. Los habitantes de los árboles, digo yo que serían pájaros -aunque a saber en estos tiempos de crisis- decidieron aliviar sus intestinos sobre mi gorra de visera. Es de agradecer que no lo hicieran sobre los calamares, claro. Por otra parte, pues oye, hemos invadido su hábitat, ¿o no?. En todo caso, el bar, excelente.
Y después, la sorpresa del año. Yo, Sorokin, que he recorrido mundos sin cuento, planetas lejanos, estrellas nacientes, como el replicante de Blade Runner, no conocía el vino de las Alpujarras. De verdad, estoy avergonzado, porque es sensacional. Lo descubrí en un supermercado de Orgiva:
Compré una botella de un tal "García de Verdevique" del 2004, mas que nada por probar, y sin gran convicción: ¡Bluasssh! cuando lo probé tuve que acomodar todo mi cuerpo, mis papilas, mi olfato, prepararme a encajar esa maravilla. De verdad, fabuloso. Y lo sorprendente es que fuera de la Alpujarra no se encuentra. Egoístas alpujarreños, que lo guardan todo para ellos. Me llevo cuatro botellas a Bruselas, el problema es que a lo mejor no soportan el viaje. Y otra cosa, ya mas famosa, de la región, el jamón de Trevélez. En el súper de la foto nos lo cortaron a nuestro gusto:
Me encantó la Alpujarra. Me la imaginaba más rural, pero claro, desde que Gerald Brennan escribiera "Al sur de Granada" han pasado muuuchos años. Pero con todo, vale la pena, colegas.
mercredi 29 juillet 2009
El largo camino al sur
Preparativos la noche anterior, antes de partir
Aunque nunca he sabido qué quiere decir eso de "liarse la manta a la cabeza", para respetar los usos y dichos de esta lengua en la que tengo el placer de haceros llegar estas pequeñas crónicas, diré que el otro día "me lié la manta a la cabeza" (cuando lo que me puse en ella fue una gorra de visera que me había comprado en un festival de jazz), cogí mi coche (no se rían mis amigos del otro lado del Atlántico, no soporto decir "agarré" como dicen ustedes) y salí de Bruselas rumbo al sur. Hacia Burdeos y, después, Madrid. Bordeé París por la N104, que sigue tan incomprensible como siempre. Tienes que tomar dirección Lyon, luego dirección Marne-la-Vallée, luego dirección París, luego quién sabe qué (el truco está en seguir a los camiones con matrícula epañola), y cuando ya estás totalmente perdido y crees que te mandan al horrible bulevar periférico, aparece el letrero salvador: A10, Burdeos.
A mí me encanta París, pero desde hace años, de Bruselas sólo voy en tren. Es que me robaron un coche en la puerta de Orléans. Fué una experiencia interesante. Dejas el coche en la calle, le quitas la radio extraíble, claro, no sea que te la roben, te vas a dormir y a la mañana siguiente buscas tu vehículo con tu radio en la mano, y dices... ¡joder lo que bebí anoche, que no me acuerdo donde está el c... del coche!. Al fin te convences: no está. Interesante experiencia, pero no os la recomiendo: mejor dejáis la radio dentro, porque luego te sientes muy ridículo en comisaría con tu radio en la mano.
Bueno, a lo que voy, pasé París sin incidentes esta vez y me lancé hacia Burdeos. Cuando bajo hacia España, siempre llego a Burdeos lo suficientemente tarde como para no desviarme por Blaye y Bourg, eso lo hago a la vuelta, y creedme, colegas, merece la pena. Os lo contaré en otra ocasión. Al bajar, lo que hago, antes de entrar en la pesadilla circulatoria de las Landas es pararme en Cestas. En la "Maison d'Aquitaine" tienen una bodega para quitar el hipo y sus dueños son encantadores. Además, si os gustan los patés y foie-gras de las landas, tienen un surtido de conservas muy adecuado. Lo último es que también te hacen sandwiches para el camino.
Esta vez me he comprado una botella de un "premières côtes de Blaye" , que Oh, my God, sic transit gloria mundi, ya ha desaparecido en el interior de mi agradecido estómago.
Ya os contaré mas cosas otro día
mardi 14 juillet 2009
Abercrombie: el último furor de los teenagers
Este fin de semana me he abierto a Londres. No es que el Eurostar haga unos precios con los que apetezca ni por asomo irse al otro lado del canal serpenteando por debajo del limo manchego (si se llama el canal de "la Mancha", supongo que se puede decir "manchego" todo lo que se refiere a él) pero en fin, un garbeo por Londres siempre apetece.
El sábado, andaba yo saltando de rebaja en rebaja, peleándome con masas de españoles, franceses, italianos, árabes del Golfo, etc, por las aceras (para poder pasar, no os creáis que había nunguna animadversión, era la lucha por el "lebensraum") cuando el azar me llevó por Vigo Street hasta Burlington Gardens y, de repente veo una masa humana, filas de gente, aglomeraciones, alboroto, algarabía, grititos de adolescentes y tal. Pensé, ¡tonerres de Brest!, -como decía el capitán Haddock- ¿Una exposición? ¿Un concierto?¿Un mítin político? La gente hacía cola delante de un edificio sin ningún título de crédito... Pregunté. ¿Y qué era?: pues que una marca de ropa para adolescentes acababa de abrir una tienda en Londres. Parece ser que es el furor total entre los jóvenes. "Abercrombie and Fitch" que tal es su nombre se ha convertido en algo imprescindible si se quiere ser respetado y admirado, sobre todo entre ados "posh" o "BCBG".
Naturalmente, Sorokin, que es un curioso sin remisión, hizo la cola para ver de qué iba el rollo. Fascinante: sudaderas como las de toda la vida, sólo que exhibían el título de nobleza: "Abercrombie", ¡a 70 pounds! y ni rebajas ni madres. Eso sí, un adolescente musculoso se hacía fotos con las chicas que iban a comprar (ver foto del encabezamiento). Por cierto, que a mí casi me curran por hacer fotos pirata. Me sentí como el paparazzo que hacía las fotos en Villa Certosa.
Después, media hora de cola para pagar, y a la calle exhibiendo el valioso trofeo: la bolsa Abercrombie.
Luego, me he enterado que en los USA es una fiebre que ya tiene su tiempo. Ved el vídeo que os pongo a continuación y que no tiene desperdicio:
dimanche 5 juillet 2009
¿Televisión digital o "télévision numérique"?
Esta mañana de domingo me he levantado con el cuerpo alegre, así que me he puesto a leer "Las leyes del caos" de Ilya Prigogine mientras sonaba en el estéreo la Pasión según San Mateo de Juan Sebastián Bach. Como era de esperar, hacia la página veinte, las tres neuronas utilizables que me quedan estaban llenando la habitación de humo, mientras los chirridos que emitían no me dejaban oír a gusto el coro "Herliebster Jesu, was has du verbrochen". Así es que, soñador, mi cerebro interrumpió los intentos de comprensión y se puso a dar vueltas y vueltas por otros temas que no tenían nada que ver. Y en esas, cayó en el tema de la televisión digital, tema apasionante y de actualidad (os diré a los no-belgas que aquí, el sistema funciona como lo he ilustrado en la foto del encabezamiento: cada barrio tiene su suministrador monopolístico, o sea que son lentejas, o lo tomas o lo dejas).
Pero no quería hablar de eso. Lo que me preocupa es por qué los franceses, que son tan listos (tengo varios amigos franceses que van a leer esta entrada, así que prefiero ser prudente), han decidido que no se llama "digital" sino "numérique", o sea: Télévision Numérique Terrestre, TNT en vez de TDT. No me digáis que no es explosivo el tema. ¿Será por influencia de su conocido filósofo René Bocartes que dijo aquello de "digito ergo sum", -o sea, en español: "utilizo los dedos para sumar"- y les parece zafio sumar con los deditos? ¿Será por rechazo a todo lo anglosajón que son los que inventaron lo de "digital"? Esto último parece extraño, porque todos los franceses y francófonos se desean un "Bon Week-End" los viernes, pudiendo decir "Bon fin de semaine".
En español, "digital" es correcto, no es un anglicismo (llevadme la contraria si os atrevéis), porque un dígito es cada una de las cifras que componen un número en un sistema determinado, luego "dígito" y "número" o "cifra" son equivalentes. Pero probad a decir "Televisión Numérica Terrestre" o "Televisión Cífrica Terrestre": suenan como para tirarse por el balcón.
Así que me he ido al Larousse, a la Wiki, por todas partes y me he puesto a buscar (vaya mañana más buena me he pasado): "digital" en francés no aparece por ningún lado. De hecho, el álgebra digital o Booleana se traduce por "algèbre de Boole", sin digital ni madres (como dirían mis cuates mexicanos).
O sea, que creo que deben tener razón. Me refiero, en su lengua. Y vale, ya lo dejo, que para un domingo ya estuvo suave.
mardi 30 juin 2009
Couleur Café
Ya se termina Junio, Laus Deo, Hand'ullah y lo digo por todo el agua que nos ha caído encima. Pero tan húmedo mes ha querido terminar "en beauté" regalándonos para nuestro solaz un fin de semana con un solecete espléndido (hay quien dice que toda la semana fue buena aquí en Bruselas, yo como estaba remojándome en Viena, ni me enteré). Durante ese último fin de semana de Junio, tuvo lugar uno de los mayores acontecimientos musicales que suceden en este pueblo: el festival "Couleur Café". Unas setenta mil almas (como decía mi abuela) disfrutamos de diversas actuaciones, espectáculos, shows, comida (en Bélgica, como todos sabéis, si no hay comida la gente no va) y -algo nunca visto en Bruselas- ¡WC gratis! sin madame pipí ni treinta céntimos para entrar.
Yo fui el sábado. Naturalmente, llegué tarde, con lo que me perdí las primeras actuaciones (no fue mi culpa, pero cuando se va en grupo es lo que pasa), que empezaban a las cinco, pero lo que quedaba era lo mejor de la tarde: Cubanísimo, Alpha Blondie y Emir Kusturica y la No-Smoking Orchestra. Todo estuvo muy bien, salvo que la cerveza en los chiringuitos de bebida era Maes. Entre los innumerables chiringos de comida yo elegí uno libanés para calmar mis ansias y pasé olímpicamente del tenderete "español" donde la gente se atiborraba a paella, cuando tooooodos los levantinos saben que la paella no se come por la noche, que eso es cosa de guiris.
Emir Kusturica
Emir Kusturica y la No-Smoking Orchestra actuaron en el escenario central a eso de las nueve y media. Yo no me perdí ni una de sus piezas. Aunque no a todo el mundo le mola el estruendo balcánico-jazzístico-gitano, acompañado por fuertes mazazos de la tuba que organizan, a mi me gusta. Y además, joroba, uno va a ver cómo se desenvuelve con la guitarra un director de cine famoso. El público era mayoritariamente eslavo (dos belgas decían a mi lado: "ça se voit que c'est une autre culture"). Y vean, vean, queridos lectores lo que gritaba el público:
Emir Kusturica y la No-Smoking Orchestra actuaron en el escenario central a eso de las nueve y media. Yo no me perdí ni una de sus piezas. Aunque no a todo el mundo le mola el estruendo balcánico-jazzístico-gitano, acompañado por fuertes mazazos de la tuba que organizan, a mi me gusta. Y además, joroba, uno va a ver cómo se desenvuelve con la guitarra un director de cine famoso. El público era mayoritariamente eslavo (dos belgas decían a mi lado: "ça se voit que c'est une autre culture"). Y vean, vean, queridos lectores lo que gritaba el público:
En fin, vaya que lo pasamos muy bien, que hizo hasta calor, que el WC era gratis y que, para mas regocijo, los autobuses nocturnos funcionaron la mar de bien al terminar el evento. Por una vez, y sin que sirva de precedente, debo felicitar a la STIB (nota par los no-bruselenses: Sociedad de Transportes Interurbanos de Bruselas).
mercredi 24 juin 2009
El verano vienés
Este año, el verano me ha sorprendido en Viena. Lo de "me ha sorprendido" es un decir, porque ya contaba yo con alguna experiencia sobre los veranos de por aquí y sus específicas características. En la foto del encabezamiento os he puesto una típica imagen veraniega vienesa. Puede apreciarse claramente que es verano y no el mes de febrero porque, en primer lugar, no hay nieve. En segundo lugar, el reloj de la calle muestra claramente que son las seis y media y todavía luce (es un decir) la luz diurna. Además, las buenas gentes que cruzan la calle no llevan pesados abrigos de piel, sino una alegre y distendida ropilla veraniega.
He tomado una importante decisión en esta nueva visita a Viena: seré mucho más moderado en mis críticas al Metro de Bruselas de ahora en adelante, porque después de la experiencia del día que llegué aquí, ha quedado muy claro que en cualesquier lugar cocinan habas hirviéndolas por inmersión en el líquido elemento.
Bueno, seré objetivo: el tren del aeropuerto es excelente. Llegas con tu maletilla rodante, compras tu billete, te subes al tren y tras escasos quince minutos estás en el centro, en la estación Landstrasse-Hauptsrasse. Pues vale, te dices, ahora cojo el Metro y al hotel. Miras alrededor tuyo y, efectivamente ves un cartel que dice U3 (que es la línea que quieres coger) y una flecha. La sigues, naturalmente, y te manda a la calle. Vaya. Afortunadamente, en la calle hay otra flecha que dice U3-U4. Pues nada, las sigues, arrastrando a tu rodante compañera. Y llegas a un barracón metálico de obra provisional en cuya entrada hay una respetable cola de otros seres aparentemente humanos que también arrastran sus maletas. Es que la máquina expendedora de billetes está en la misma entrada del barracón y, además, un letrero previene que ni se te ocurra entrar si no llevas tu billete. Vale, haces la cola -afortunadamente en ese momento no llovía- y, por fin, pasas a un pasadizo de obra, cuyo suelo metálico produce un divertido ruido al contacto de las ruedas de las maletas: ¡glon, glon, glon, cataglón! luego una escalera (cargas con tus veinte kilos, porque las ruedas se niegan a bajar escalones) y ¡oh!, al fin, un andén. Pero ¡ay! es de la línea U4, que no es la tuya. Otro letrero, al final del andén: U3. Vale, lo sigues, y te encuentras ¿dónde, querido amigo? ¿dónde?: en la puta calle otra vez. Bueno, que no quiero hacerlo muy pesado: dos vueltas a la manzana siguiendo nuevas flechas, un ascensor de bajada y otro de subida y, esta vez sí, el andén de la línea U3.
Pero eso no es nada, todo queda compensado por la alegría de la noche vienesa. Por ejemplo, aquí va una foto de la calle mayor de Landstrasse la noche de San Juan:
Animado ¿eh? Bueno, mañana me vuelvo a Bruselas
samedi 20 juin 2009
Frank Feldman
La historia me la ha mandado una amiga por correo electrónico. Como estaba en inglés, yo todo lo que hecho es traducirla al castellano. A mí me gustó mucho, si a vosotros no os gusta, queridos colegas y amiguetes, le podéis echar la culpa a la traducción, por supuesto, "Put the blame on me, Mame" como decía Rita Hayworth. Sin duda, aunque el original no lo dice, la historia sucede en Nueva York y el taxi es un checker amarillo (un taxi que no sea tal en NY es una atentado a la tradición tan grande como los cabs de colores que desde hace pocos años circulan por Londres). Y voy ya con el rollo:
Un hombre sale de su casa y para un taxi que pasa en ese momento. Se sube al taxi, y el taxista le dice: "vaya ojo, amigo, es usted como Frank".
El pasajero: ¿Frank, qué Frank?
El taxista: Frank Feldman, un tipo que todo lo hacía bien y en el momento justo. Como usted, que justamente cuando necesita un taxi, paso yo. Eso le pasaba a Frank Feldman siempre.
El pasajero: Bueno, supongo que todo el mundo tiene puntos flojos.
El taxista: No. Frank Feldman no. Era un atleta impresionante. Hubiera podido ganar el grand slam en tenis. Podía jugar al golf con los profesionales. Cantaba como un barítono de ópera y bailaba como una estrella de Broadway y, tenía que haberle oído usted tocar el piano. Un tipo impresionante.
El pasajero: Parece que era alguien muy especial...
El taxista: Y hay más... tenía una memoria como la de un ordenador. Se acordaba del cumpleaños de todo el mundo. Lo sabía todo sobre vino, qué platos le iban bien y qué tenedor usar en cada caso. Podía arreglarlo todo, no como yo que cuando cambio un fusible dejo toda la calle a oscuras. El lo hacía todo bien.
El pasajero: ¡Vaya tipo!
El taxista: Siempre sabía el camino más rápido para evitar los embotellamientos, no como yo, que siempre me acabo metiendo en uno. Frank nunca se equivocaba, sabía como tratar a una mujer y hacer que se sintiera bien, nunca le llevaba la contraria aunque estuviera equivocada. Sus trajes eran impecables, sus zapatos siempre brillaban. ¡Era el hombre perfecto! Nunca se equivocó. Nadie podrá nunca compararse con Frank Feldman.
El pasajero: Un hombre sorprendente. ¿Cómo lo conoció?
El taxista: Bueno, de hecho nunca lo conocí, ya murió. Yo lo que hice fue casarme con su jodida viuda.
mercredi 17 juin 2009
La Academia de St Josse (2)
"Au milieu du marasme tempétueux de la ville, un grand bâtiment du XIXe siècle abrite dans la sérénité de son architecture classique l’académie des Beaux-Arts de Saint-Josse-ten-Noode , large navire qui attend les vents pour prendre la mer. Carcasse grinçante dont les cordages dessinent des arabesques goudronnées qui disent les trésors de la culture et de l’imaginaire. L’équipage fourbit les écoutilles, brique le pont, range dans les cales les pigments et les huiles précieuses, la terre blanche fine de Ligurie, les toiles de lin des Flandres et les blocs de marbre."
Como es fácil de comprender, esta cosa tan fina, elegante y "distinguía", no la he escrito yo, que soy ignorante y que normalmente le pego unos zapatazos a la lengua de Molière que la dejo en tenguerengues. No. Tan barroco texto aparece sin firma en la primera página del sitio de la Academia en Internet, aunque me malicio que puede haber sido obra de nuestro amado y respetado director.
Bueno, a lo que vamos. A pesar de las dudas expresadas por algunos, la exposición salió aceptablemente bien. Hubo vino y espumosos e incluso zumos de tomate y pomelo. Vino bastante gente y nadie rompió nada, lo cual es de agradecer, sobre todo porque los de la cerámica habían llenado el suelo de trampas. Ellos sabrán por qué un vaso de cerámica estilo griego queda mejor en el suelo que encima de un pedestal o similar aprobado.
En la inauguración estuvieron todos los altos dignatarios de la comuna de St. Josse, que es una de las más chulas de Bruselas en plan cultural. Su alcalde (y digo "alcalde" y no "burgomaestre" como se dice en Bélgica, porque me suena a poesía épica medieval), un tal Jean Demmanez, además de alcalde es músico de Jazz. El festival "Sint Jazz-ten-Noode" es uno de los mejores de Bruselas: se celebra en Septiembre, así que ya estáis avisados.
Corto y cierro el rollo con algunas fotos más:
Una obra de Babette, premio de la Comuna.