samedi 5 février 2011
Teléfonos móviles, vinos tintos e indios navajo
Ya se que parece una mezcla un tanto inusual, queridos amigos, pero, por todos los truenos de Brest, como decía el Capitán Haddock, os prometo que puedo explicarlo todo (es que uno ha tenido que explicar muchas cosas en la vida -sí querida, ángel mío, no te enfades, etc, etc, puedo explicarlo todo, etc, etc- y se me ha quedado la costumbre). El hecho es que estoy batallando como un loco desesperado con mi nuevo teléfono móvil (Celular, zapatófono, telefonino, "G" -como los llaman en Bélgica- o como queráis llamarlo). Resulta que tiene un invento que da en llamarse "T9" y que consiste en que te corrige lo que escribes en los SMS sin darte opción a ninguna alternativa. Anteayer estaba viendo los acontecimientos de El Cairo en directo por la cadena de TV "Al Jazeera" cuando se me ocurrió mandarle un SMS a un amiguete diciéndole "Estoy viendo lo de Egipto en Al Jazeera". Pero el infernal engendro decidió que eso de Al Jazeera no es tolerable y me lo cambió por "la era del Jazz". Rayos, como yo estaba trabajando a la vez con el móvil y viendo la tele, el mensaje salió tal cual. Ya os imagináis la perplejidad de mi amigo: "¿Y qué pasó en Egipto en la era del Jazz?" cantó el SMS de respuesta.
Bueno, pues todavía no he conseguido borrarle lo del T9. Pero, en fin, pasemos a lo de los vinos tintos, que si no, me encorajino. He pensado (a veces pasa, no os vayáis a creer que mis dendritas están siempre en estado catatónico) que os voy a hablar de los vinos que he descubierto en estos últimos tiempos. Sobre todo, vinos inesperados, vinos sorpresa, que me han sacudido las papilas cuando no me lo esperaba. Todos los que os pongo aquí son vinos recios, largos, con grado, como a mí me gustan. Empiezo por el último que me ha sorprendido. L.A.Cetto, de Baja California. Fabuloso y con el mérito de haber llegado hasta Bruselas con toda su fuerza y sin marearse. Lo vi en un supermercado (no digo cual, que me los quitáis). Lo probé y volví al dia siguiente a llevarme las cuatro botellas que les quedaban. Me han prometido que van a traer más:
Sigo con mi gran descubrimento del verano de 2009: el tinto de las Alpujarras de Granada. Andaba yo por Almuñécar cuando yendo hacia Pampaneira paré en Orgiva y compré una botella de esta maravilla: García de Verdevique. La historia fue la misma: al día siguiente, cogí el coche y me fui a Orgiva a comprar todas las botellas que tenían:
El Guerrouane dominio Sahari lo descubrí en Rabat en 2008. Otro gran vino tinto, esta vez de Marruecos. Casualmente al año siguiente lo encontré en un supermercado de Bruselas. Pero ¡ojito, ojito! a no dejarse liar, porque tambien tienen Merlot en el mismo tipo de botella y no tiene nada que ver, es una filfa. Para Merlot, prefiero el chileno.
De los dos que siguen ya he hablado en entradas anteriores del blog, pero, oye, pongo las fotos otra vez, porque total no cuesta nada y así no tenéis, queridos colegas y amiguetes, que ir a buscar los post donde los puse. El Don Paacual Tannat roble de Janicó, uruguayo, y el Malbec de Mendoza argentino:
Me quedan otras cosas por ahí pendientes, pero ¡sapristi! no tengo fotos a mano, como el Vranach montenegrino o el Yakut turco. Pero, puedo prometer y prometo que haré una nueva entrada cuando tenga fotos.
¡Ah! y si vuestro agudo sentido de la observación os ha llevado a discernir que en la foto de cabecera hay unas botellas de tinto croata y georgiano, os diré: ¡bravo, colegas! es totalmente cierto, pero no las he abierto y casi, casi, creo que no las voy a abrir. Tienen mucha historia detrás. Tal vez algún día os la cuente.
Y ahora viene a cuento la historia de los navajos. Me llegó por Internet en inglés. La traducción no ha sido fácil, pero creo que he respetado el sentido original del cuento. La foto venía en el correo electrónico, así que supongo que no tendrá copyright:
"Sally volvía de hacer la compra por una carretera secundaria del sur. Le quedaba bastante trayecto para llegar a casa, cuando vió una mujer india caminando por el arcén. Se detuvo, pensando que no le iba a hacer mal un poco de compañía y le dijo a la india con señas que subiera. La mujer asintió con un gesto y se acomodó en el asiento al lado del conductor.
Todos los intentos de Sally por empezar una conversación fueron inútiles. La india miraba por la ventanilla sin pronunciar palabra. En esto, la mujer se fijó en una botella de vino tinto que Sally había comprado para su marido. La india preguntó: ¿Qué ser esto?. Sally, quiso aclarar que no era para ella, y le dijo: Vino tinto, es por mi marido...
La india siguió en silencio un par de minutos y luego dijo: Bien hecho, buen cambio."
Hasta la próxima. Un abrazote.
Me preguntaba al leer el título, cómo se enlazarían los tres temas y la respuesta ha sido un paseo plácido, pasando tranquilamente por los tres paisajes. Me ha gustado.
RépondreSupprimerYo también me rebelo contra los artilugios que corrigen y he tenido algún problemilla con el móvil, es verdad. ¿Y cuando quieres escribir algo mal escrito porque te da la gana qué? ¿Dónde se pueden decir esos "tas pasao" o "vente pacá" y cosas asi? jajaja.
Bueno, en lo que sí me he fijado, que yo de vinos no entiendo tanto, es en el libro de Kerouac de tu estantería. Qué tiempos ¿no? Es posible que dentro de nosotros haya un Kerouac que habita ahí desde que lo leímos. Al menos yo creo que lo tengo.
En cuanto al cuento de la india, es genial, "ma n cantao" (ahora que no me corrigen).
Te deseo un buen fin de semana.
Un abrazo
Qué buenas esas recomendaciones vinateras para tenerlas en cuenta Monsieur Sorokin. Me he partido de la risa con su mensaje, a mi me ocurrió algo similar. Mi compañía de telefonía móvil me activó, sin yo autorizar nada, el servicio de transcribir a texto escrito los mensajes que yo dejaba en el buzón de voz del que llamaba... Llamé a una amiga que venía precisamente de Bruselas a Sevilla, y me saltó el buzón, dejándole grabado más o menos esto: "He visto tu mensaje en el facebook y sé que llegas a la tarde, que yo te recojo en el aeropuerto". Yo no sé si mi gracejo andaluz es ininteligible para la tecnología punta, pero a mi amiga le llegó el siguiente mensaje de texto...me imagino su cara "Oye, que he visto tu mensaje en el frigorífico, sé que llegas a la tarde, que yo escojo a Roberto" ¿¿???????
RépondreSupprimerPrecioso cuento.
Hola Viena. Tienes razón ¿y si quiero escribir mal? ¿por qué diablos un engendro automático sin corazón ni cerebro tiene que corregirme? El caso es que en otros móviles podías eliminar el T9 de mis pecados, pero en este no puedo (o no sé, que viene a ser lo mismo). En fin, más cornás da el hambre.
RépondreSupprimerY Kerouac, es cierto, a todos nos marcó con "On the road". Yo no he parado de estar en el camino desde hace la tira. Como decía no sé quién: es que soy como una bicicleta, si paro me caigo. ;-)
Un besazo
Ahhhh. Madame Delikat, su historia es maravillosa, ja ja ja, me he partido de risa. Vamos que lo del mensaje en el frigorífico y lo de escoger a Roberto es de una fantasía desbordante ¡qué sistema automático más divertido!. Espero que su merced no se haya borrado del servicio ese. Cierto que se pueden perder algunos amigos, pero.. ¿y lo que se ríe uno, como diría Gila?
RépondreSupprimerAh, siempre me arranca alguna carcajada, mi querido Sorokin, que historia tan buena, gracias por la traducción y la excelente foto.
RépondreSupprimerPrimero, acerca de los teléfonos listillos que corrigen, a mí me pasó algo peor, porque mandaba mis condolencia a una amiga que se le había muerto repentinamente un tío, así que pésame escribió algo así como "peces", mi amiga fliparía, pero no me atreví a corregirlo en ese delicado momento.
Por otro lado, gracias por la lista, empezaré mis labores de búsqueda de algunos de esos caldos... me encanta recibir esas sopresas al paladar.
Saludos
Dicen que California se parece mucho al Penedés catalán... tendrás que probar un Penedés y ver la diferencia!
RépondreSupprimerPor cierto lo del T9 yo sé como solucionarlo jijiji, apreta durante un par de segundos al tecla "*" y volverá al modo normal! Bueno a mí me funciona como mi Nokia (es que yo todavía no me he pasado a los nuevos móviles, esos que se llaman smartphones yq ue se meten en interneteeee..).
Saludines Sorokin!
Ya veo, Claudia que el famoso T9 nos ha jugado muy malas pasadas a todos. Y desde luego, la tuya es la peor. Cambiar "pésame" por "peces" es como bastante grave. Menos mal que te diste cuenta.
RépondreSupprimerUn saludete
¡¡¡Arantxiii!!! ¡¡¡¡gracias!!!! ¡Lo "hise", lo "hise"! Tu sistema me ha funcionado. Me ha costado, pero funciona. ¡He conseguido eliminar el T9! El problema es que la tecla "*" en mi Samsung requiere que pulses las mayúsculas primero, y no me hacía ni pinche caso. He tenido que meterme en mensajes "MMS" y entonces ¡ha funcionado!
RépondreSupprimerTan sólo medio minuto para contestar a tu pregunta... estoy inmerso en un congreso sobre el picudo rojo de las palmeras (que no se come), y quería responderte a tu pregunta lo más pronto posible.
RépondreSupprimerSi es conveniente desalar el bacalao. Sobre todo si es en lomos grandes, que tendrás que desmigar.
Yo lo suelo utilizar, para este arroz, en migar por la comodidad.
A ver si el viernes puedo leerme esa entrada...
Gracias por el consejo, Oteador. Lo del picudo rojo de las palmeras suena terrible. Supongo que la movida consiste en exterminarlo ¿o no? Buena suerte, pues.
RépondreSupprimerHola Sorokin:
RépondreSupprimerAunque me gusta el vino, no sabría cómo aplicar los términos que usas.
Pero la verdad da gusto leerte. Anotaré los nombres y procuraré conseguir alguno para la siguiente ocasión en que me reúna con mis amistades.
He de reconocer también que me alegra que esté incluido un vino mexicano.
Además, qué bueno que ya aprendiste a quitarle la iniciativa a tu teléfono.
Saludos
RRS
Hola Xerófilo.
RépondreSupprimerNo creo que sea difícil encontrar el L.A.Cetto donde tú vives, porque es un vino de Baja California. En mis tiempos mexicanos yo había probado otras variedades del "Cetto", sobre todo vinos blancos. Este que digo es un vino fuerte (14º), sabroso, de esos que te dejan el sabor largo tiempo en el paladar. Magnífico para tomar con una buena carne a la brasa, por ejemplo (aunque yo, me he acostumbrado a beber vino tinto incluso con los pescados, ya sé que es una herejía, pero cada vez me gusta menos el vino blanco)
Saludos
Bueno Sorokin, un excelente río. De las aguas turbulentas de los móviles (nunca envío un SMS con más de 3 palabras), al punto final de esa desembocadura placida y emotiva, pasando por esos tramos que nos descubren nuevos paisajes-nuevos vinos.
RépondreSupprimer¡Ah!, el picudo continua ahí, la Administración mira a otro lado o se mira el ombligo, y mientras, las palmeras caen como moscas.
Gracias por tu comentario, Oteador.
RépondreSupprimerMe he estado informando en Google sobre el picudo rojo y verdaderamente asusta. Con la de palmeras que hay en Elche, por ejemplo, se pueden dar un festín los picudos. Espero que al final se arregle el tema y que se haga lo que haya que hacer. ¿El palmeral de Elche no era patrimonio de la humanidad o lo he soñado yo?
Mi querido Sorokin, a veces con tanto que escribes ya me pierdo y no sé qué más comentar son tantas cosas. Lo que sí es que te dejo el vino me llevo tu lámpara. Yo quiero una igual y están a 10000 pesos por acá.
RépondreSupprimerUn abrazo fraterno
Hola Carmen. Pues te diré la verdad, la lámpara fue un regalo que me hizo una persona muy querida, pero no imaginaba que fuera tan valiosa, Si la tabla de conversión no falla, 10000 pesos son 600 euros. Oye, a lo mejor en mi próximo viaje a México me temgo que llevar varias lámparas en la maleta para venderlas por allá. ;-)
RépondreSupprimerSale, pero me la dejas bara
RépondreSupprimer8-)
OK Carmen ;-)
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