Estaba yo esta mañana de sábado tratando de encomendarme a Santo Dorito Marcuende, protector contra los malos duendes. Sí, porque ya estoy harto de los duendes comecalcetines, los famosos "Sockeaters" de la mitología sajona. Diablos, es que cada vez que me pongo a hacer una colada de calcetines, aparecen cuatro o cinco totalmente desparejados sin que, por más que hurgue en el cesto de la ropa sucia, aparezcan sus parejas. Y eso, por más cuidado que ponga al quitármelos por la noche y verificar que están en el cesto los dos.
Pero bueno, tras eso, me he dado cuenta que hace un chingo de tiempo que no os contaba nada en el blog. Además, esta tarde me voy al festival "Couleur Café", así que más vale que os cuente algo más de las Islas de Cabo Verde ahora, que luego se me olvidará.
Como os dije en otro episodio de este muermo de blog, el archipiélago de Cabo Verde está formado por diez islas. No hay modo de saber por qué se llama así, porque ni son un cabo ni hay casi verde en casi ninguna isla, con gloriosas excepciones. Yo he estado esta vez en Boavista y en Fogo. En 2007 estuve en Sal, en Santiago y en San Vicente. O sea, que si las cuentas no me fallan he estado en el 50% del archipiélago (es que las dendritas están un poco temblonas gracias a las vuvuzelas).
La capital del archipiélago es Praia, en Santiago, pero la ciudad más famosa y con más movidilla es Mindelo, la capital de la isla de Sao Vicente, patria de Cesaria Evora:
La buena de Cesaria pasa la mayor parte del tiempo en su casa de Paris, según cuentan, pero bueno, tiene casa en Mindelo.
Las dos islas que tienen un aeropuerto internacional son Sal y Boavista. Son las islas más llanas (por eso, por eso, tienen aeropuertos comm'il faut), con lo que son las más plastas, pero, vaya, tienen buenas playas. Lo malo es que sopla con frecuencia un viento bastante fuerte y no hay quien se meta en el mar. De hecho, en 1968 se la pegó un barco español en la costa de Boavista:
El pecio se ha convertido en una de las mayores atracciones de la isla, aunque para llegar hasta esa costa no hay carretera, tienes que ir en un jeep, saltando entre pistas de arena y de pedruscos. Luego por la noche, te duele todo y lo único que puedes hacer es arrastrarte hasta una piña colada en el hotel. Y hablando de bebidas, os diré que el plato nacional es la "cachupa" (no es que sea de beber, pero me da igual):
Es un guiso a base de maiz, alubias, verduras diversas y carne. Muy bueno, os lo recomiendo. A mi es que esas cosas de puchero me hacen segregar jugos gástricos cual fuente de riego. Lo acompañas con un vino de Fogo y luego, a tumbarse en la playa y dormir un rato.
La capital de Boavista es Sal Rei. Tiene un mercadillo de pescado muy étnico. A las moscas también les encanta:
Una tienda de recuerdos en Povoaçao Velha:
En general todo está bastante limpio. Cabo Verde es un Africa de lujo. No hay bichos malignos, la temperatura es soportable, la gente es encantadora y -importante- los duendes comecalcetines no me siguieron hasta allí. Besotes y hasta la próxima.
CESARIA EVORA . FATALIDADE
PS: Podeis ver mas información sobre las islas de Cabo Verde pinchando aquí: el volcán de Fogo