mardi 30 septembre 2014

Los filetes de ternera a la cubana de Leonardo Padura


Como ya os conté en otra ocasión, queridos amigos que me leéis (si no fuérais amigos, de qué ibais a aguantar esta brasa con la que os castigo de vez en cuando), leí un libro de Leonardo Padura que me gustó: "Herejes", podéis pinchar aquí. Vamos, no es que os llame herejes y si lo sois, me parece de perlas, es que el libro se llama así. Así es que, en un paseo por la FNAC de Bruselas, en la sección literatura hispánica, me encontré éste: "Paisaje de Otoño". El libro es anterior a "Herejes" y es uno de los primeros de las aventuras del detective Mario Conde (curioso nombre, voto a bríos) y tiene ya delineados los temas que vendrán después: cuadros robados, aventuras en la Habana, algún excurso histórico, etc etc. O sea, que me gustó.
Pero lo más interesante desde el punto de vista de vuestro bloguero servidor, que aparte de la literatura, le gusta comer bien, qué rayos, es una receta que pone al final del libro de filetes de ternera, llamémosles "a la cubana". Y claro, no pude resistirme y los he hecho. Vamos, los he oficiado, como diría el gran Apicius.

Los sucesos que narra el libro tienen lugar hacia 1989 en la Habana. Justamente, vuestro querido bloguero estuvo por ahí en esas fechas, o sea que me consta que los filetes de Padura son un auténtico festín para como estaban las cosas por allá. Os cuento (y si no os gusta, os aguantáis): Un servidor llegó a La Habana para pasar una semana de vacaciones. Fuí desde México, porque vivía ahí. No tengo casi fotos, porque el carrete que llevaba (¡Ah, las cámaras argénticas!, como dicen los franceses) se me acabó. Fuí a comprar otro a una de las tiendas para turistas y me vendieron uno de la marca "Orwo", hecho en Alemania Oriental. De vuelta a México no encontré nadie capaz de revelarlo. Debía ser un procedimiento secreto. Así es que, esto es lo que hay, las fotos del primer día:



Afortunadamente, llegué a fotografiar la famosa "Bodeguita del Medio":



En la Bodeguita conocí a dos lindas flores habaneras (digo flores, porque una se llamaba Rosa y la otra Violeta) que me invitaron a cenar en su casa. Compré una botella de vino albanés en un puesto callejero y para allá que fuimos. Conocí a todo el edificio porque todos pasaron a visitar al compañero español. Me dieron arroz con pollo y ¡horror! de vuelta a México, me dijeron mis amigos mexicanos que, posiblemente me había comido el pollo que tenían para toda de toda la semana. No sé si será verdad y nunca lo pude descubrir, porque al volver al hotel me dijeron que tenía que irme de Cuba al día siguiente. Problema de billetes, dijeron. Pues... quién sabe. Será verdad.

En fin, que, sin duda, el platillo que cuenta Leonardo Padura que le hicieron (oficiaron, perdón) a Mario Conde en su cumpleaños es un festín, visto lo visto.

La madre de un amigo le prepara unos filetes de ternera: ¿Cómo? Pues los alisa:




Les pone unas lonchas de beicon encima:




Añade unas lonchas de queso Gruyère y los salpimenta con hierbas de todo tipo. Un servidor les puso orégano y tomillo:


Los dobla, y los cose con un palillo de dientes para que no se vacíe el relleno:



Acto seguido, hay que dejarlos reposar para que se empapen del aroma de las hierbas. Mi consejo, llegado este punto, es que no os quedéis como pasmarotes mirando los filetes, que se te puede cansar la vista, e incluso los piececillos, así, mejor es repasar la receta de Padura con una copa de Laurent Perrier en la mano, que ya sé que no es cubano, pero es igual, es una licencia poética:




Bien. ¿Ya vale? Pues podéis volver a la cocina. En una sartén ponéis mitad de mantequilla y mitad de aceite de oliva. Calentáis y metéis los filetes:




Vale, os ahorro el resto del procedimento porque no tiene mayor secreto. Una vez hechos, se meten en una fuente (Padura dice que se ponen al horno, un servidor cree que no es necesario) y se hace una salsa con la grasa de la fritura, limón y nata. Se añade a los filetes. Yo, para darle un aspecto más cubano freí unas rebanadas de plátano:



Y... voilà. El ron de la foto es para adornar y como homenaje a Cuba. Yo me los comí con un "Pago del oro", tinto de Toro de 2011 que estaba como para tener un orgasmo de gusto.


Besotes a todos