lundi 21 décembre 2009

El nevadón del siglo en Bruselas




Place de Broukère








El Parking de Roodebeek







la terraza de Sorokin

Queridos amigotes y otras gentes de diversas extracciones y procedencias que tenéis el extraordinario buen gusto de leer mis crónicas. Interrumpo por un momento el apasionante relato de los sucesos que me acontecieron en Brasil la semana pasada (prometo retomar el hilo en la próxima entrada, no os creáis que os voy a dejar así, a dos velas) para poneros unas fotos de la gran nevada que ha casi-casi colapsado Bruselas, cancelado no sé cuantos vuelos y metido a los Eurostar en el garaje. Como dirían los British: ¡El Eurostar no funciona: el continente está aislado!

Y como ya imagino algunos maliciosos diciendo eso de que "¿no decían que el calentamiento global amenazaba el planeta, etc?", os recuerdo que uno de los efectos del calentamiento global, puede ser que Europa se congele. Si el Artico se calienta, la corriente del Golfo -que es la que nos tiene calentitos- se puede parar, y, hale, a pasar frio.

En fin, en la próxima entrada volveré al calor de Brasil. Entre tanto, FELICES FIESTAS a todos

mercredi 16 décembre 2009

Garotas, taxistas y otra gente de Rio



Queridos amigos que me leéis (vaya paciencia la vuestra) desde los seis continentes del planeta (Ya, ya sé que antes eran cinco, ya os explicaré otro día por qué ahora son seis). Acabo de volver de Rio de Janeiro y debo decir que me ha gustado un chingo, como dirían mis cuates mexicanos. Y eso, a pesar de que me ha llovido durante casi toda la semana. Me ha encantado cómo se toman la vida los cariocas, la belleza de Rio, y otros lugares comunes (no por comunes menos ciertos) como lo macizas que están las garotas, etc. Véanse, por ejemplo, las tres garotas que os he puesto en el encabezamiento, que se han quedado casi petrificadas mirando la fascinante playa de Copacabana (la foto me costó diez reales, porque el artista me sorprendió cámara en mano y preferí no discutir)

En cuanto al carácter de los cariocas, os contaré lo que nos pasó una mañana al salir del hotel. Llovía y queríamos coger un taxi. En la puerta del hotel generalmente había taxis sin ningún signo exterior que los identifique, pero ese día no había ninguno, así que nos paramos en la puerta esperando que apareciera uno. Llegó uno, se paró delante y, en menos de lo que cuesta contarlo, nos zambullimos dentro. Mis coleguis, un francés y un belga habían decidido desde el principio que quien hablaba era Sorokin, así que le dije en mi penoso portuñol al conductor dónde queríamos ir. Pero, ¡maldición! el tipo me contestó y yo no comprendí ni taba. Como me lo decía sonriendo, pensé que era algún comentario simpático, pero nada, que el hombre no arrancaba. Por fin, vino el portero del hotel e iluminó nuestros tarugos cerebros: era un coche privado, no un taxi. Ya me diréis, si a vosotros se os suben tres extranjeros de repente en el coche, ibáis a reaccionar tan relajados. Y eso que mi colega Frank puede pesar dos o trescientos kilos:



Aquí aparece entregado a su deporte favorito. Le he borrado la cara, no vaya a ser que lo vea su santa esposa y descubra que no ha respetado la dieta durante el viaje. El restaurante de la foto se llama "Carretâo", está en Copacabana y según te sientas empiezan a desfilar camareros con espetones llenos de diversas carnes, hasta que sales rodando de la mesa. Ya os contaré más otro día.

mercredi 2 décembre 2009

La ferme de Rochehaut




La ferme de Rochehaut, para qué os voy a decir otra cosa, está en Rochehaut. Ya sé, ya sé que me vais a decir que para ese viaje no hacen falta alforjas, os oigo murmurando que si su nombre reza "de Rochehaut" es porque estará en tal lugar. Pues no, caramba. ¿"La Almunia de Doña Godina", por ejemplo, está en "Doña Godina"?, ¡No!, que está en Zaragoza... luego la partícula "de", no siempre es un indicio locativo. Cierto, que es fácil deducir por el contexto si "de" es locativo o es genitivo... pero, ahí va una más bien complicada: "Puebla de Zaragoza" ¿Está en Zaragoza? ¿Eh?. Pues os habéis colado, porque es la capital del estado de Puebla, en México. Lo de "Zaragoza" hace referencia el general Ignacio Zaragoza, que le dió una buena soba al ejército francés un cinco de Mayo hace... no sé, un chingo de años.

Bueno, que se me va el santo al cielo, que me voy por los cerros de Úbeda (¿hay cerros en Úbeda?). Decía que "la Ferme de Rochehaut" está en Rochehaut. Un pueblito de las Ardenas, muy cerca de la frontera francesa. Cuatro casas, la iglesia, y la "Ferme", que tiene hotel, restaurante de siete u ocho mil estrellas y tenedores, Brasserie, granja con animalicos diversos, y otros entretenimientos. Aquí os pongo el plano, en el que no se ve nada, pero, oye, queda muy cuco ponerlo:



Os recomiendo ir a pasar un fin de semana y disfrutar del menú gastronómico. Nosotros, fuimos una pandilla de siete personas, llegamos a eso de las siete y media de la noche (era invierno) y estuvimos cenando hasta más allá de la una de la madrugada. Estos festines en Bélgica funcionan así. Ahí van unas fotos de algunos de los sabrosos platillos:



Entrada: Filetitos de "Saint Pierre" (gallo, entre nosotros)



Plato: Pintada con verduras caramelizadas

Por supuesto, en medio, antes, después, "mises en bouche", sorbetes entre platos (los famosos "trous normands"), tabla de quesos, postres, y la repera.

La bodega, para qué os lo voy a contar. Vamos, no os lo voy a contar porque no me acuerdo. Me acuerdo de una botella de Morgon, que vino tras varias botellas de Côtes du Rhône y luego... la negrura total. Ya sé, ya sé, que no es nada ejemplar lo que estoy contando. Eso sí, me acuerdo del desayuno del día siguiente y una vuelta por la granja a visitar los animalicos. Y que alguien condujo de vuelta a Bruselas.

O sea, que si os animáis a ir, que vale la pena, o lleváis un "bob", como se llama por aquí a los que no beben, o pasáis la noche "sur place". La hostería es confortable. No voy a decir que es barata, pero está muy bien.