mercredi 21 octobre 2009

Donde comer Fondue Bourgignone en el centro de Bruselas



Una fondue es algo muy, digamos, "comunitario". Se junta un grupo de amigotes, se sientan alrededor de una mesa (si es redonda mejor), te traen unos cuencos de aceite hirviendo, unos pedazos de carne, unas salsitas y unos pinchos de colores, y hale, a meter cada uno su pincho en el cuenco, mientras van cayendo botella tras botella de vino tinto y el volumen de las conversaciones y carcajadas va aumentando en función del tiempo. En términos matemáticos, L(litros de vino) + V (volumen de las carcajadas)=f(t) (función monótona creciente).

El único engorro suele ser que toda la ropa que llevas puesta para la ocasión tiene que ir derechita a la lavadora al llegar a casa, porque el pestazo que levantas a humazo, aceitorro, etc.. hace que te sigan los perros por la calle pensando que eres una salchicha semoviente. En fin, toda no, no hagáis como yo que una vez metí una parka de tela encerada que me había costado 250 pounds en Londres ("Barbour", que uno no se pone cualquier cosa) en la lavadora, y lo que salió de allí fue un trapo flácido, por supuesto sin huella de la cera que antes lo cubría. Gajes del oficio.

Bueno, pues a lo que iba, que he decubierto un sitio perfecto para empujarse una fondue en plan grupo de amiguetes en pleno centro de Bruselas, a unos doscientos metros del Rond Point Schuman. "Met Jeannine" se llama, está en la Avenue d'Auderghem y funciona hasta tarde por las noches. De hecho, nosotros nos fuimos a la una de la mañana, lo que si para Madrid sería una nadería, para Bruselas es bastante tarde. Tiene una mesa redonda en un altillo ("mezzanine") donde se pueden acomodar diez personas sin problemas, pero conviene reservarla con tiempo. La única pega es que tiene un aire acondicionado que sopla directamente sobre la mesa en cuestión, pero el camarero, muy amable como todo el personal de la casa, lo apagó y encendió a petición nuestra como cinco o seis veces. Cuando llegas a la mesa, tienes frío: apagas el aire; cuando lleva el aceite hirviendo media hora, tienes calor: enciendes el aire. A la media hora, vuelves a tener frío, vuelves a apagar el aire, y así todo el rato. Tiene su gracia, no os creais.

Mientras papeas, ponen en el estéreo una música bastante chula. En un momento de bajada del nivel de la conversación, me di cuenta que estaba sonando una pieza buenísima. Me precipité escalera abajo y le pregunté a la patrona que qué era eso. Así me enteré de la existencia de "Chocolate" Armenteros, del que para mi bochorno y vergüenza, no tenía noticia. Mucho Buena Vista Social Club, mucho Cachao, mucho Bebo Valdés y Tito Puente, pero del Chocolate, ni idea. Es buenísimo, y si no os lo creeis, ahí va este vídeo que me he agenciado mientras tanto:



En resumen, que fue una velada muy agradable.

11 commentaires:

  1. Qué hambre me ha entrado, llevo tiempo queriendo hacer en casa una fondue de carne y al final siempre sucumbo a las de queso. Voy a recomendar el sitio a mis amigos afincados en Bruselas y a ver si en mi próxima visita lo cato.

    RépondreSupprimer
  2. Bueno Sorokin, ya veo que lo de Diario de un aburrido no es precisamente porque te lo montas mal...
    El descubrimiento musical, fantástico!

    RépondreSupprimer
  3. Gracias, Claudia y Delikat por vuestros comentarios.

    Claudia, es que a veces hay que sacudirse el aburrimiento, armarse de valor y arrostrar los peligros sin cuento que acechan en el mundo exterior agazapados detrás de la esquina más insospechada.

    Y si, Delikat, la fondue de queso tambien está buenísima, con la ventaja de que no te ahuma la casa. Eso sí, no me convence lo de beber vino blanco para acompañarla, como hacen los suizos.

    RépondreSupprimer
  4. Me encantan las fondues, porque una fondue siempre va acompañada de una larga charla...además eso de comer e ir haciendo equilibrios con los pinchos tiene su gracia. Que si "este es mi pincho", que si "no puedo sacer mi pincho", que si ahora quiero esta salsa, que si ahora me apetece hacer un mega pincho con diferentes carnes y verduras...es muy divertido. Hacen allí sólo de aceite o también de queso?

    Saludos!

    RépondreSupprimer
  5. Hola, Arantxi.

    En este restaurante, la única fondue que hacen es de carne, eso sí, con dos variantes: de carne de vaca y mixta, con vaca, pollo y cerdo; pero la de verdad es con carne de vaca.

    Hay otro restaurante en Bruselas ("les petits suisses") que están especializados en fondues de queso, pero no lo he probado.

    RépondreSupprimer
  6. Querido Sorokin, no te dejes convencer por las convenciones de que si algo debe comerse con tal vino... lo aprendí de los franceses, crémelo. Así que para la próxima, rompe la nota y apúntate a un tinto.

    A mí los blancos me gustan, pero me provocan una acidez que con los tintos no me pasa, otra razón más para seguir tomando los tintos ¿acaso necesito alguna?

    RépondreSupprimer
  7. Totalmente de acuerdo contigo, Claudia. Yo tambien soy un "tintoadicto".

    Sólo bebo blanco en casos muy especiales, por ejemplo, con las ostras (aunque lo ideal para acompañarlas es una buena copa de champagne Pommery). Para el resto del pescado bebo tinto. Lo bueno es que ya no se escandaliza nadie, ni siquiera en los restaurantes de postín.

    RépondreSupprimer
  8. Amigos, olvidáis lo más importante, el resveratrol¡¡ presente en el adorado vino color rubi. Ya tenéis otro motivo para darle al tintorro.

    Y ya aprovecho y comparto un descubrimiento de un vinito tinto, de las Bodegas de Álvaro Palacios. Me encantaba su Pétalos del Bierzo, pero ahora sucumbo a su Camins del Priorat. Y qué etiqueta tan femenina¡¡

    RépondreSupprimer
  9. ¡Sí! ¡El resveratrol! Ahora entiendo porque me siento tan bien tras un par de copas de "Finca Sobreño" de Toro..

    RépondreSupprimer
  10. Gracias por la fórmula matemática, muy necesaria, jajaja. Suena el sitio agradable y si tiene buena música, mejor. Echo en falta los sitios con música, será mi impronta de nacimiento, ya que en mi tierra natal es casi omnipresente, en la mayoría de los casos hasta excesiva.
    Del Chocolate... Ahora mismo lo busco, quiero saber cómo suenan.
    Saludos y abrazos de nuevo años

    RépondreSupprimer
    Réponses
    1. Pues nada, Claudia, la próxima vez que vengas a Bruselas iremos a Met Jeannine e insistiremos entre pincho y pincho, perdidos en el aceite hirviendo, que nos pongan a Chocolate Armenteros
      Abrazos otra ve y feliz 2016 de nuevo

      Supprimer